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A pasos lentos y cautelosos llego a la cocina, mis piernas temblaban y sentía que estaba a punto de caerme al frío suelo. Cuando llego me bebo un vaso de agua a tragos pequeños, respiro profundamente y me apoyo en la encimera.

Esto no puede volver a estar pasando, una vez lo pasé y no quiero volver hacerlo. Siento la puerta abrirse y me alarmo, pero siento unos tacones y sé que es Ariadna, respiro tranquila.

—¿Penny?— gritó buscándome.

—Aquí Ariadna—digo apoyándome en la pared, llega y cuando me ve se alarma.

—Dios santo Penny... ¡Estas muy pálida!—exclamó—Quiero que me digas ahora mismo que te ha pasado—ordenó sentándose a mi lado en el suelo.

—Está bien, pero... dile a Nath si la fiesta puede aplazarse a las once y media, necesito un rato—sugiero suspirando.

—Está bien le mandaré un mensaje— tomó su Iphone blanco y tecleó—dice que está bien, que le parece, que tiene que ir a por su hermana y de paso luego nos recoge—dijo, apoyé mi cabeza en su hombro—y ahora me dirás que está pasando—dijo dulce acariciando mi pelo.

—Está volviendo a pasar, él ha vuelto— dije con unas pequeñas lágrimas en mi rostro.

—No te entiendo—dijo seria.

—Coge mi móvil, metete en contactos...el más reciente, empieza leer desde el principio, no te dejes nada— mi voz sonaba seca, cerré los ojos, mi amiga se levantó y trajo el teléfono, lo desbloqueó y según leía sus ojos mostraban más sorpresa al leer el contenido.

—Debemos ir a la policía, tal vez esta vez lo cojan a tiempo—

—No, será peor—

—No puede volver a estar pasando, el está en condena aún, digas lo que digas, mañana iremos con Nath a la policía—

—No Ariadna, no quiero involucraros en esto, lo ignoraré y tal vez pase rápido...si en un mes o bueno...una semana, si esto sigue así te juro por ti que voy—

—¿Lo prometes?—asentí—Vamos a suponer que te creo... ¿hay algo más a parte a los mensajes?—preguntó.

—Me ha seguido hasta casa, antes de que Nate se fuese con sus amigos, me dejó a tres cuadras de casa y bueno... a mí me dio igual, cuando ya estaba a una cuadra, comencé a escuchar pasos, me daba la vuelta y paraban, continuaba y seguía.Llegué a casa asustada, antes de que cerrará la puerta sentí como agarraba mi mano—dije cabizbaja.

—Lo siento amiga, pero no voy a esperar un mes o una semana para que un demente te haga daño, mañana con Nath iremos a comisaría y no quiero discutir más, y a Nath esto se le va a contar, es nuestro amigo. Tres personas son mejor que dos al igual que dos mejor que una, asíque juntos los tres nos encargaremos de parar esto...—

—De acuerdo si así te quedas más tranquila está bien, y ahora, dejemos esto a parte tenemos una fiesta pendiente—dije sonriente y mi amiga imitó mi gesto.

—Okey y ahora algo más que añadir para animar el ambiente—dijo y entonces sonreí ampliamente—vale, cambio de planes, quiero que me diga el motivo de esa gran sonrisa—

—Vale, pero con una condición—

—Sí, dilo ya—

—No grites—advertí.

—Qué si— bufó y yo reí.

—Nate y yo somos novios— solté del tirón, mi amiga abrió los ojos sorprendida y me miró boquiabierta.

—¡AHH¡—gritó de forma aguda y yo me tapé los oídos, la miré mal—

—Menos mal que dije que no gritaras...—

—Perdón, la emoción- se excusó, puse los ojos en blanco—¿No estás de broma?- niego y sonrío- Oh dios ya era hora, cuéntame todo mientras viene Nath, quiero detalles, no te dejes nada— rio y me coloco bien, debido a que en la posición que estaba me comenzaba a doler la espalda.

Le cuento todo, hasta el último detalle y cuando terminé me abrazó.

—Me alegro tanto por ti—dijo separándose—bien... ¿No habrás ido a tu cita así verdad?—me señalo de arriba abajo, negué, suspiró—menos mal—la miré mal—Hey, cálmate—dijo con un extraño acento.

—Ven—la tomo de la mano, la levanto y hago que me siga hasta mi habitación, donde están los tacones justo al vestido negro, que encontraban tirados en la cama.

—Ibas jodidamente hermosa—sonrió— ¿Cómo iba él?—

—Llevaba un traje negro—

Nos vimos interrumpidas, por un forcejeo en la puerta y unos pasos.Fuimos a ver y suspiramos tranquilas cuando vimos que era Nath, hay veces que se me olvida que ambos de mis amigos tienen una copia, por si acaso.

—¿Podrías haber llamado no?—preguntó Ariadna elevando una ceja.

—Nos asustaste—fruncí el ceño.

—Sí, llamé, pero que no me hayáis oído no es mi problema, además teniendo llaves ¿Por qué llamar?—dijo moliéndolas frente nosotras provocando un tintineo, pongo los ojos en blanco, es verdad, le día unas copias de mi casa a mis amigos por si surgía cualquier cosa. Metió las manos en los bolsillos— ¿Vamos?—abrió la puerta invitándonos a salir, nosotros nos levantamos y tomamos nuestras cosas y salimos.

La casa de Nath no estaba lejos, solo a unas cuadras de la mía. Cuando llegamos dejamos todo en su habitación y cerramos con cerrojo, pues el hermano de Nath, Erick, está aquí al lado, además Nath ya había acomodado todo lo necesario en su habitación.

Cuando nos pusimos los pijamas nos sentamos en círculo mientras comíamos pizza y Ariadna, bueno...ella tan directa como siempre.

—Bien, seremos directas... ¿Qué quieres primero, la noticia buena o la mala?—dijo comiendo ya su segundo trozo mientras que yo apenas había comenzado. Nath, nos mira mueca desconfiada y a la vez dudosa.

—Puso cara pensativa—La mala—dijo decidido pero a la vez un poco dudoso.

—Pues te daré la buena—dijo y mi amigo y yo tosimos expulsando la gaseosa bebida—Penny y Nate son novios—dijo acompañado de un pequeño grito agudo y unas palmas, Nath me miró sorprendido.

—¿En serio?—asentí—¡Qué bueno, ya era hora!—rió—Quiero detalles de cómo pasó—dijo con una sonrisa.

Le conté todo y él me cogió apoyando mi cabeza en sus muslos y me tomó de las mejillas.

—Mi pequeña nena crece, aww- dijo revolviéndome el pelo.

—Vale ya, sabes que odio que me toquen el pelo—reí y me puse en mi posición anterior.

—Ahora te diremos la mala—dijo poniéndose más seria y Nath puso una mueca, hizo ademan de comenzar a contarle pero la paré y comencé yo, conté desde el primer mensaje hasta lo ocurrido en la calle.

Cuando terminé Nath me miró sorprendido.

—Hay que hacer algo ya—asentó.

—Iremos a comisaría los tres, mañana—Añade mi amiga.

—Debemos asegurarnos de que ese tipo no anda suelto de nuevo—

—Si no me equivoco...creo que mi hermano podría preguntar—propone Nath.

—No, déjalo—

—Dejando esto aparte, yo quiero ver ya una peli—mi amiga se tira al suelo.

-La de miedo la dejamos para el final, es más de noche y da más miedo uhhh- dijo haciendo gestos con sus manos, haciendo que yo riera.

—La de Titanic la dejamos para después de cenar—

—Entonces veremos Divergente—dijo colocando la película en el portátil

Nos apoyamos en el respaldo de la cama y comenzamos a ver la pelis, cuando terminamos comenzamos a conversar pero antes jugamos un rato a verdad o reto...

Luego a las cinco de la mañana volvimos y para conciliar el sueño nos pusimos a conversar un rato, sobre las seis y media los tres caímos en las garras del sueño que para nosotros parecía inalcanzable.

 dangerous obsession |H.S|    |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora