Me desperté, me había dormido pero... ¿Cuánto? Miré la hora, las cuatro y media de la tarde, solo había dormido una hora y media.
Mis tripas sonaron, haciéndome darme cuenta que aún no había comido, asíque me levanté con pereza y me dirigí a la cocina, me lavé las manos en el fregadero y me sequé con la pequeña toalla verde.
Me senté en la mesa y visualicé un plato tapado con una servilleta rosa de papel. Lo destapé y pude ver unos macarrones con queso y atún. Nate sabía que era mi comida favorita, me llevé una cucharada a la boca y cerré los ojos saboreando bien... ¡Madre mía! Qué bueno estaba.
Cuando terminé lo puse en el lavadero y lo fregué. Fui a la nevera y tomé un poco de zumo de naranja y me senté a hacer la tarea. Una hora, dos, tres... ¡Terminé! Exclamé para mí misma, guardé todo y cogí el móvil para ver si tenía algún mensaje. Tenía tres, uno de Nate, fue el primero que abrí
"¡Enana! Prepárate, hoy a las seis y media pasaré a recogerte para ir a un lugar sorpresa, soy el mejor lo sé. Bueno ponte guapa, aunque ya lo eres."
Me sonrojé al terminar de leer el mensaje, la verdad es que Nate me gusta desde el segundo año. El que nos conociéramos es lo mejor que me ha podido pasar, bueno...aparte de otras cosas, pero solo sé que no se qué haría sin él. Suspiré y miré la hora... ¡mierda! Las seis y diez. Como un torbellino, me levanté y me fui a mi habitación, abrí el armario y cogí un vestido de tirantes, negro y con velo, me llegaba por las rodillas. Cogí unos tacones a juego negros con tacón alto, tomé una toalla, me metí al baño y me di una ducha rápida. Cuando salí me vestí y terminé por hacer unas ondas al final de mi cabello castaño, me apliqué un poco de maquillaje. Cuando ordené todo, me fui al salón, mientras esperaba volví a coger el móvil para revisar los mensajes que me quedaban. Uno era de Ariadna y otro de un número desconocido, primero abrí el de mi amiga:
"Hey , alumna sexy que ha conseguido una cita con el profesor sexy—puse los ojos en blanco ante ese comentario y seguí leyendo—Los planes se han cambiado, la fiesta es a las once, paso a recogerte a las 10:45"
Con una sonrisa le contesté con un:
"Está bien, pero no tardes demasiado o me iré por mí misma"
Cerré el chat y abrí el último, el número desconocido:
"¿Sabes? No me gusta mucho que te arregles tanto para un chico, y más si ese chico no soy yo. Pero te lo dejaré pasar, pronto... seguramente, desfiles con ese vestido para mi. Solo recuerda que tu eres mía y de nadie más, más te vale no sobrepasarte con él, no me gustaría adelantar nuestro bello encuentro de la mejor manera, recuerda que te veo linda.
Atte: Edward"Petrificada por lo que acababa de leer, cerré el mensaje y temerosa borré el número, si esto es una broma, no tiene gracia. Creo que estoy dramatizando mucho las cosas, ya podría llamar a la policía, pero no pienso molestarles con esa estupidez de niños con mentalidad inmadura e infantil.
Dejé el móvil cuando vi que el timbre de la puerta sonó. Me levanté y abrí encontrándome con un Nate totalmente elegante de traje negro, me miró de arriba abajo y sonrió.
—Estas hermosa Penny—dijo besándome los nudillos de la mano, me sonrojé ante tal acto y le sonreí.
—Tu te ves genial con ese traje—
—Gracias señorita ¿vamos?—dijo tendiéndome el brazo y yo lo entrelacé con el mío, está muy guapo, su piel morena, sus ojos azules y su rubio, seguro que mi cara es un poema ahora mismo—estas hermosa, en serio—dijo besándome la mejilla, cuando ya estábamos en la calle a la luz de la luna, me abrió la puerta del coche y se inclinó haciéndome el paso.
—Las damas primero—
—Gracias—dije dulcemente mientras le miraba a los ojos.
El viaje fue silencioso y tranquilo. Cuando noté como el coche frenaba me fijé bien en donde nos encontrábamos, era un prado con un río y mucha variedad de flores. Fui a bajarme, pero Nate me puso una mano en el hombro parándome.
—¿Ocurre algo?—dije volteándome hacía el.
—Sí, pero espera debes ponerte esto—dijo enseñándome un pañuelo de seda azul. Noté como me lo colocaba con delicadeza, como deslizaba las manos por mis mejillas y me ataba el pañuelo, tapándome los ojos.
—Usted está muy misterioso señorito Horan—hice una pausa para luego continuar con una sonrisa—me gusta—pude escuchar una pequeña melodiosa risa suya.
—Y a mí me gusta su inocencia señorita Smith—me sonrojé cuando sentí su aliento olor a menta en el oído y como depositaba un beso bajo el lóbulo de mi oreja. Seguía montada en el coche, en el asiento del copiloto, ya que no veía nada y no valía la pena salir para luego caerme, oí como salía del coche, abrió mi puerta, tomó mi mano y me bajó.
—Tú solo déjate llevar ¿vale? Yo te guío...—
Pude notar como rodeábamos árboles y como me tomaba con cuidado cuando había que saltar algo. Sentí como me sentaba en el suelo, y sentí las fresca hierva rozar la piel de mis piernas y pude escuchar el sonido del agua en movimiento.Noté como me quitaba el lazo y lo dejaba caer en mis piernas, parpadeé varias veces para acostumbrarme a la claridad, observé con atención, como una bella noche estrellada nos rodeaba, miré hacia abajo, todo precioso, un mantel fino blanco, con velas. Miré a Nate que miraba mi reacción con una sonrisa.
—¿Entonces... te gusta?—dijo colocando su brazo alrededor de mi cintura.
—No me gusta... me encanta, gracias Nate—dije dándole un beso en el dorso de su mano, pude ver como sus mejillas optaban por un color carmesí—¿Para qué es todo esto?—dije volviendo a admirar el mantel, el rebuscó algo en el bolsillo de su camisa y sacó una pequeña caja gris con una cinta plateada.
—Ten, ábrelo—dijo dándome la caja, la tomé dudosa y deslicé el lazo que la cubría haciendo que la tapa se cayese, cuando vi su contenido mis ojos se iluminaron y cogí la cadena entre mis manos.
La vi completamente, era de plata, con dos perlas azules pequeñas, y entre medio de estas colgaba una pequeña llave. Cuando fui a colocarme el colgante, Nate me lo quitó de las manos, se posicionó detrás de mí y apartó mi pelo poniéndolo a un lado de mi cuello. Un pequeño escalofrío me pasó por la espina dorsal al notar el frío de la cadena, la abrochó y con cuidado dejó un pequeño beso en mi nuca y colocó el pelo en su lugar para luego volver a ponerse a mi lado.
—Es hermosa, muchas gracias—dije dándole un abrazo.
—Espera—me paró—yo tengo la otra parte—dijo desabrochando dos botones de su camisa blanca para poder sacarse una cadena igual que la mía solo que esta en vez de colgar una llave colgaba un corazón, me acercó a él y tomó la llave de mi collar—Mira, si las juntas... lleva un pequeño agujero atrás, que al encajarlos uno con otro hace que se una—explicó—¿Sabes por qué compré esto?- negué—Significa unión para siempre a pesar de la distancia—dijo para luego acortar nuestras distancias, con un beso dulce, suave y lento, me tumbó en el suelo de aquél prado con cuidado y cuando el aire de nuestros pulmones se volvió escaso nos separamos, tomó mi mano y besó mis nudillos.
—Penny Smith Andrew...¿Me daría usted el gran honor de ser su novio?—dijo con una voz ronca muy cerca de mi rostro—
—Sí Nate—dije con una amplia sonrisa, entonces cogió mi cintura y me alzó.
—Gracias, me acabas de hacer el hombre más feliz, prometo nunca decepcionarte y si un día...te hago daño, te doy la orden de clavarme mil cuchillos en el cuerpo porque me lo mereceré—dijo recostándome sobre la hierba, cerca a la orilla del río.
Pasaron dos largas horas,nos metimos en el río para divertirnos, luego conversamos con los pies metidos en agua mientras poníamos nuestra ropa a secar. Miré la hora, las diez y cuarto, debía darme prisa si quería llegar a la fiesta con mis amigos, pero tampoco quería acabar nuestra maravillosa noche.
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dangerous obsession |H.S| |TERMINADA|
FanfictionHarry tiene una peligrosa obsesión por Penny. ❎ Historia originalmente mía, prohibida cualquier copia o adaptación, si esto ocurre será automáticamente denunciado, a no ser que el permiso sea concedido❎ 🖤portada por @socialxliz🖤