dangerous obsession |H.S| |TERMINADA|

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Ha pasado ya bastante tiempo desde que Zack y yo miramos expectantes la cama. Donde había estirado un vestido rojo con un cinturón negro, que marca justo el inicio de la cintura y como supongo que Harry sabía y por eso lo ha mandado, no es de esos que marcan la figura y son pegados al cuerpo, odio esos vestidos. Veo como Zack se acerca y desliza la mano por el vestido.

—Parece muy caro—me mira para luego colocarse a mi lado— ¿Vas a ir a la cena?— coloca una mano en mi hombro y lo masajea levemente, suspiro—

—No lo sé, Zack— me siento en la cama y me coloco las manos en la cara tapando parte de ella—Estoy tan cansada de esto—

—¿Sabes? Puedes ir a la cena, yo puedo decirle a mi hermana que me eche maquillaje y me vista, de forma que no parezca yo, me iré varias mesas atrás de vosotros, me llamarás y colocarás el teléfono en altavoz y así escucharé de que habláis y así sabré en qué momento necesitas ayuda ¿Sí?— Miro estupefacta a mi amigo—

—¿En qué momento has planeado eso?—

—Justo después de qué me llamaras—enarca una ceja—¿Lo harás?—asiento—

—Pero Harry va a darse cuenta—

—No—sonríe—Todo saldrá bien—

—¿Qué hora es?—

—Las siete y media—¿Es a las nueve?—

—Sí—

—Entonces debo irme ya— río— ¿Qué? Mi hermana es de es de ese tipo de chica que se pasa la vida arreglándose—

—Yo me comenzaré a arreglar en media hora—

—Bueno... ¿Viene Harry por tí?— asiento— Cuando sepas el nombre del restaurante me mandas un mensaje —se coloca su abrigo—

—Cuídate gatita— me guiña el ojo y yo río—

—Igualmente gatito—

—Grr— dice antes de cerrar la puerta haciéndome negar con la cabeza y reír—

Quedan 5 minutos y ya había terminado de arreglarme, había ondulado mi cabello y había colocado una leve capa de maquillaje. Me había puesto los tacones rojos que Harry me había mandado... Y ahora es cuando me comienzo a sentir estúpida. ¿Por que me arreglo tanto? ¡Ni que Harry fuese mi futuro novio! Pero ahí es demasiado tarde para arrepentirme, ya que, Harry no tardará en aparecer. Me siento en el sofá y mientras empiezo a hablar por Nath por llamada.

—¿Qué tal el viaje a Irlanda?—

—Genial ¿Sabes? ¿¡Me encontré a Selena Gómez!?—

—¡Eso es genial! Me alegro por tí—

—¡Me tomé una foto con ella! ¿La quieres ver?—

—Claro—río—

—¡Te amo!—

—¿A mi o a Selena Gómez?—

—A ambas, pero a tí muchísimo más—Te amo princesa—

—Yo más— susurro con una sonrisa—

—Amor te dejo, tengo que irme al entrenamiento—

—¡Qué vaya bien!—

—Gracias, te dedicaré todo los goles— Antes de que te marches...—

—¿Qué?—

—¿Me puedes pasar a Rex, extraño a nuestro pequeño bebé—lo imagino haciendo un puchero—

—¿Es en serio, Nathaniel?— lo llamo por su nombre completo—

—Sí, pásame al perrito Rex por favor—pongo los ojos en blanco y pego el teléfono a la oreja de Rex y este hace un pequeño y tierno aullido, lo dejo unos segundos y luego devuelvo el teléfono a mi oreja—