P.S I hate you (Harry Styles) En español.

Hola! La versión original  de este fanfic sobre Harry está en inglés y ha gustado mucho, por eso he decidido traducirlo. La autora es BristishBums, todos los créditos son para ella. La protagonista está inspirada en Selena Gómez. Espero que os guste.

A. xx

PRÓLOGO

Suspiré, mientras daba vueltas sobre la incómoda cama; estaba un poco vacía solo conmigo sobre ella. Una cama está para ser compartida.

Todo lo que escuchaba era la lluvia que caía fuera, estampándose fuertemente contra mi ventana.

Entonces, decidí llamar al único chico que podría acompañarme en una noche como esa. Busqué mi móvil en la oscuridad y marqué su número. Después de tres pitidos su ronca voz contestó:

-¿Diga?

- Harry...-dije pausadamente.- ¿Puedes venir esta noche?

- No puedo, estoy durmiendo.- dijo un poco molesto. Era normal; eran más de las tres de la mañana.

- Por favor…-supliqué. Esperé una respuesta mientras él pensaba en lo que haríamos si venía.

-¿Quieres sexo esta noche?- dijo finalmente. Sonreí mientras me mordía el labio inferior.

-Y placer.- respondí pícaramente. Rió entre dientes mientras yo bostezaba.

-Estaré ahí en diez minutos.

-Estoy desnuda en la cama.- dije, jugando con mi pelo.

-Estaré ahí en cinco minutos.- pude oír como se incorporaba y se enfundaba en sus pantalones.

-Por cierto…- dije mientras lo oía bajar por sus escaleras

-¿Sí?- dijo sin aliento.

-Te odio.

***

Mientras esperaba en mi cuarto pacientemente, me enrollé entre las mantas. Estaban frías sobre mi cuerpo desnudo, pero no me importaba. Jugueteé con mi pelo mientras miraba el techo blanco.

Por cierto, me llamo Blue y no, Harry no es mi amigo. Y definitivamente no somos amigos con derechos.

Nos odiamos el uno al otro, lo creas o no. Somos polos opuestos. Él es arrogante y descarado mientras yo soy la chica buena, bueno,  pero solo en apariencia. Todo el mundo me conoce como la empollona, la de las mejores calificaciones de todo mi curso, y me atrevería a decir que incluso las del instituto. Harry, por el contrario, parece que tenga la edad mental de un niño de trece años.

Básicamente soy el mejor ejemplo de chica buena adolescente que necesita amor. No amor real, solo… sexo.

Harry y yo acordamos un día que solo nos veríamos cuando ambos necesitáramos la misma cosa.  Prometimos no contarle a nadie nuestro pequeño acuerdo, porque quién sabe lo que la gente del instituto podría pensar. Era solo un trato, básicamente para complacernos. Eso era todo en realidad. Todo el mundo piensa que ni siquiera nos conocemos. Me gustaba mantenerlo de esa forma.

Escuché un golpe sordo en la ventana y levanté la cabeza de la almohada. Me levanté sigilosamente de la cama y vi la silueta de Harry. Caminé hacia él, y abrí la ventana cuidadosamente mientras él sonreía con satisfacción y me observaba.

Le miré inexpresivamente y él se llevó el dedo a los labios en señal de silencio.

-No hay nadie en casa, podrías haber entrado por la puerta principal.- dije tranquilamente. Me miró fijamente antes de decir, en tono sarcástico:

- Perdóname por ser demasiado precavido. ¿Has hecho ya los deberes, amor?- se rió entre dientes de su propia broma y puse los ojos en blanco.

- Por supuesto.- repliqué mientras cruzaba los brazos sobre el pecho.

-Dame un vaso de…

-No.- le corté mientras caminaba hacia él, hasta que quedamos frente a frente.

-Vale.- levantó la ceja antes de que pegara sus labios a los míos.

Un placer familiar encendió chispas por todo mi cuerpo mientras que el beso se intensificó rápidamente. Separé los labios para que su lengua se introdujera un poco mejor en mi boca mientras mis manos ascendían por su pecho.

-Hace mal tiempo.- dije entrecortadamente entre sus labios mientras trataba de quitarle la camiseta.

-Mm..., calla.- susurró al tiempo que me ayudaba a quitársela. Lo miré, sonriendo.- Sé que disfrutas con las vistas, pringada.

-Lo hago, gilipollas.- respondí encogiéndome de hombros a la vez que me sentaba con las piernas alrededor de su cintura en mi cama. Continuamos besándonos.  Sus labios descendieron la línea de mi mandíbula hasta mi cuello mientras yo gemía ante esa sensación. Recorría con las manos su desnuda y amplia espalda, arañándola ligeramente. Rozó con los dientes la piel de mi cuello y un grito ahogado se escapó de mis labios. Harry paró y se apartó el pelo rizado de los ojos. Él miró hacia abajo, intentando desabrocharse los vaqueros pero lo detuve.

-Ya lo hago yo.- susurré mientras desabrochaba su cinturón y bajaba la cremallera pausadamente, con gesto burlón.

 -Deja la jodida broma, Blue.- dijo entre dientes, haciéndome a mí reír. Bajé lentamente sus pantalones y nos arrastramos dentro de mi cama. Se despojó de las sábanas mientras me ponía encima de él. Alternó suaves besos y pellizcos con los dientes sobre la piel de mi cuello. Empecé a jadear.

-Tengo los finales mañana.- dije entrecortadamente, recordando que me quedaba por hacer una estúpida prueba.

-Hay un cero por ciento de posibilidades de que suspendas.- dijo brevemente mientras veía como sacaba un preservativo. Sonreí y se lo arrebaté.- ¿Quieres ponérmelo o…?- levantó una ceja. Asentí ligeramente con la cabeza; me acercó aún más a su cálido cuerpo con un brazo.

Ahí es dónde todo comenzó.