P.S I hate you (Harry Styles) En español.

Capítulo 42.

-¿Preparada?- pregunto Harry ansioso antes de traspasar la puerta.

-No… no creo que pueda correr más.- reí.

-Puedo cogerte en brazos.- canturreó, mientras su tono de voz de iba volviendo más meloso y sensual.

Sonreí y arrugué la nariz.

-¿De verdad?

-¡Claro!- exclamó ofendido.- Soy muy fuerte.- y flexionó el brazo, para mostrarme unos bíceps no muy fuertes, haciéndome reír con ganas.

-Creo que te los puedes guardar, Styles.

Harry bufó y sonrió, después suspiró antes de abrir la puerta del local de copas al que habíamos ido después de declararnos y salimos. Como sospechamos el grupo de chicas que nos habían seguido desde el parque no habían desistido y se habían marchado; todo lo contrario, ahora perecían más.

-Joder, joder, joder.- maldijo Harry y se dio media vuelta sobre sí mismo para mirarme y exclamar:- ¡CORRE!- antes de agarrarme de la mano y empezar la carrera en dirección opuesta a las fans.

Pronto me cansé, ya se lo había advertido, y él lo notó, por lo que se paró y me cogió a caballito, en su espalda. Intenté no presionar muy fuerte mis brazos en su cuello, pero su carrera alocada me hacía que fuera una labor algo ardua.

Por suerte el local no estaba muy lejos del hospital, donde Harry había dejado aparcado su coche en parking de éste.

Cuando llegamos al aparcamiento cogió un gran trago de aire, sin soltarme.

-¿Estás bien?

-¿Estás de broma? Has. Estado. Increíble.- susurré mientras me bajaba de su espalda y me ponía frente a él.

No tardó mucho en devorarme la boca, mientras yo me amoldaba a su cuerpo y él me hundía entre sus brazos. Separó su boca solo para respirar y comenzar un camino por mi cuello y mis clavículas. Mordió levemente el lóbulo de mi oreja, haciéndome gemir levemente. Sabía que ese era mi punto débil.

-¿Blue?

-Mmm.- ronroneé, mientras él apretaba su entrepierna contra mi la mía, respondiéndome. Su mano se metió por la parte baja de mi camiseta y comenzó a trazar círculos en mi cadera.

-Tengo que quitarme algo del pecho.- suspiró en mi cuello. Fruncí las cejas, extrañada.

-¿El qué?- pregunté mientras conectaba nuestros ojos.

-Mi camiseta. Tengamos sexo.- propuso, haciéndome sonreír.

-Esa ha estado bien.- asentí.

-Gracias.- frotó su nariz contra la mía, mientras acunaba mi cara en sus grandes manos. Su aliento nublaba mi mente y no podía pensar en otra cosa que no fueran sus rosados labios devorando los míos.

-Así que sexo, ¿no?

-Pero más romántico.- aclaró, mientras se acercaba de nuevo a mi oreja, tentándome.

Me mordí el labio, procesando la información y él miró mi boca.

-No sabes como me pone cuando haces eso.- susurró antes de acercarme a su cuerpo bruscamente y meter la mano en mi pantalón por la parte trasera, pellizcando los cachetes de mi culo, provocando escalofríos por todo mi cuerpo.

-Espera, espera.- susurré intentando pensar con coherencia.- Ahora no.- murmuré, mientras sus labios paseaban por mis mejillas. Él retrocedió levemente, solo para poder mirarme a los ojos inquisitivamente, aún con las manos dentro de mis pantalones.- He dicho que te quiero, no que quiero hacer el amor contigo.