P.S I hate you (Harry Styles) En español.

Capítulo 38.

Harry y yo nos habíamos despedido de Anne y Gemma hacía ya una hora, mientras esperábamos nuestro avión rumbo a Nueva York. Harry se había quedado dormido, debido a que aún no nos habíamos recuperado del “jetlag”.

Nos esperaba Nueva York y una noche algo movidita. Sentía como si todo estuviera pasando demasiado rápido.

Como estaba aburrida decidí gastarle una broma a Harry y me eché una “selfie” con él mientras estaba completamente dormido.

Colgué la susodicha en “Instagram” y en un par de minutos la foto tenía más de seis mil “me gusta” y cientos de comentarios. Aunque era de esperar me sorprendió muchísimo, sobre todo la cantidad de insultos que recibí hacia mi persona. ¿Qué coño le había hecho yo a esa gente? Decidí no leer más porque ya tenía el ánimo por los suelos para una buena temporada.

***

-Harry…- susurré en su oreja haciendo que él se estremeciera.

-Mmm…- ronroneó, abriendo los ojos con aplomo.

-Tenemos que coger el avión

Se desperezó y asintió.

Cuando comenzamos a andar una manada de paparazzi aparecieron de la nada, bombardeándonos a fotos.

Me pegué a Harry instintivamente, mientras él ponía un brazo alrededor de mis hombros, de forma protectora.

-Hey, Blue, ¡podrías quitarte la ropa otra vez para nosotros!- gritó un paparazzi, para provocar.

Harry se tensó y sus fosas nasales se dilataron, mientras cerraba los puños fuertemente, haciendo que sus nudillos se quedaran blancos.

-¡Que os follen!- gritó. Harry se paró y miró al paparazzi de forma amenazadora. Parecía que iba a soltarle un puñetazo en cualquier momento. Aproveché que estaba bajo su brazo para abrazarlo y decirle:

-No le hagas caso, déjalo. Solo quiere escándalo.

Él me miró, aún furioso y asintió secamente, para después echar a andar y tirar de mí.

Cuando por fin volvimos a estar solos, ya en el avión, Harry inspiró hondo para calmarse.

-Deberían de saber que solo yo puedo verte desnuda.- dijo frunciendo las cejas en tono cabreado.

Sonreí. ¿Estaba celoso? No le había molestado que lo provocaran sino que habían mencionado mi desnudez.

-Ese no era el trato...- susurré, para picarlo.

-Sí lo era. ¡Dios me sacan de mis casillas! Un minuto más con ellos y te juro que hubiera partido sus dichosas cámaras por la mitad.

Reí al ver su cara de enfado. Y disfruté porque no era contra mí. Cuando se cabreaba estaba muy, muy sexy.

Después de un rato en silencio, mientras dejaba que se relajara, finalmente habló.

-Me siento mucho mejor.- dijo con una pequeña sonrisa.

-¿Sobre qué?

-Sobre mi madre y mi hermana… Hace que me quite un peso de encima y vea las cosas desde otra perspectiva.

Sonreí, encantada de verlo feliz y en paz.

-Estoy orgullosa de ti por hacerlo.

-Puedo decir lo mismo de ti.

Asentí y nos volvimos a quedar en silencio, mientras observaba desde la ventana como despegábamos. Volver a pensar en mis padres me había hundido un poco de nuevo.