No Way Out [ambreigns]

Pininos

Seth estaba leyendo en el jardín. La Ilíada, su libro favorito. El libro fue un regalo de su tío Shane poco antes de su desaparición. Shane era el hermano menor de su madre Stephanie, y era su persona favorita en el mundo. Ambos eran similares en muchas cosas, especialmente en su amor por la lectura y el desinterés en la guerra, la expansión del territorio y la acumulación de riqueza.

Vince era el abuelo de Seth y Shane no fue su hijo favorito. Stephanie, por otra parte era el epítome de lo que un heredero al trono debía ser. Tenía la ambición y el deseo de poder. Stephanie sólo tenía una cosa en contra de ella: ser mujer. Nadie temería a una mujer, así fue como Hunter entró en sus vidas. Él no era más que el general de una de las tropas, pero su ambición lo llevó a ser Rey.

Después de la muerte del Rey. Hunter se convirtió en su sucesor ya que Shane no mostró interés en el asunto. De todas formas su palabra era respetada debido su linaje. Linaje que Hunter no compartía, él solo era el esposo de la heredera. Shane era el único en el palacio que prestaba atención al pequeño Sethie.

Shane construyó una enorme biblioteca donde Seth se encerraba a leer y se perdía en sueños de un mundo utópico. Leía historias de guerreros que no luchaban por ambición o el egoísmo. Guerreros luchando por su pueblo, por la libertad... por amor. A Hunter no le gustaban los intereses de su único hijo.

Esto se convirtió en un problema cuando el príncipe cumplió 14 años. Hunter estaba listo para entrenar a su hijo en el uso de armas y estrategias de guerra. Seth nunca quiso saber sobre estos asuntos. Fue entonces, que su atención fue desviada a Randy, el hijo de su primo que murió en la guerra. El chico era todo lo que Hunter quería que Seth fuera. Y cuando Hunter se dio cuenta que no podía convertir a su hijo en su clon, obviamente buscó a un culpable. El culpable fue su cuñado Shane. Hunter dijo que Shane había lavado el cerebro de Seth con sus estúpidos ideales.

Poco después, Shane desapareció sin dejar rastros y nadie en el palacio parecía interesado en saber por qué. Seth fue el único que trató de averiguar el paradero de su tío, sin éxito. Al igual que con Shane, nadie estaba interesado en las preocupaciones de Seth. El joven príncipe pronto se convirtió en un fantasma vagando por el castillo, nadie se dio cuenta de su presencia, a nadie le importó. Terminó haciendo amistad con Dean, un muchacho de su edad que era esclavo en el castillo. La única distracción de Seth era escuchar a los esclavos contar historias fabulosas de héroes y villanos. Y por supuesto, la lectura.

[Con lánguida voz respondióle Héctor, el de tremolante casco:

Te lo ruego por tu alma, por tus rodillas y por tus padres:

¡No permitas que los perros me despedacen y devoren junto a las naves aqueas!

Acepta el bronce y el oro que en abundancia te darán mi padre y mi veneranda madre,

Y entrega a los míos el cadáver para que lo lleven a mi casa,

Y los troyanos y sus esposas lo pongan en la pira.]

Seth suspiró tristemente: —Incluso en las fábulas, los hombres nobles sufren un destino horrible.

—Por eso nunca serás Rey.— Randy salió de la nada. —Estás perdiendo el tiempo detrás de un viejo libro.

Aunque Randy había escuchado su queja, era obvio que no entendía la analogía de la situación. Randy solo había visto libros cuando se vio obligado a aprender a leer.

—Es por eso que nunca me gustaste, incluso cuando éramos adolescentes y tratabas de cortejarme. Siempre despreciaste las cosas que amo, siempre empequeñeciendo todo lo que admiro, incluso ahora lo haces.