No Way Out [ambreigns]

Algo muy valioso

—¿Estás seguro de que esas plantas ayudarán a borrar las cicatrices?— Seth estaba muy interesado en este tema.

—Por supuesto, príncipe. Con todas las palizas que su padre me ha dado, yo debería parecer una cebra. Pero no es un conocimiento que me interese compartir. Si el Rey descubre esto, me golpeará más a menudo. Si usted quiere, yo puedo ir por esas plantas pero son difíciles de encontrar y su padre puede solicitar mi presencia para... usted sabe.— Dean dijo avergonzado.

—Le diré que te envié a buscar plantas para mis baños aromáticos y no sospechará. De todos modos intenta no tomarte todo el día.— Seth había creído la coartada de Dean.

—Voy a ser lo más rápido que pueda.— Dean sonrió y en realidad no planeaba tomar más tiempo de lo necesario. No quería estar lejos de Roman.

...

Seth oyó voces en la habitación donde estaba Roman y aceleró sus pasos. Encontró a Randy enojado.

—¿Qué estás haciendo aquí?— Seth odiaba encontrar a Randy en todas partes.

—Batista y Ryback me contaron esto, pero no lo podía creer ¿Estás loco? No entiendo por qué haces esto.— Randy se acercó a Seth, peligrosamente.

—¡Soy el príncipe y no debo explicaciones a los soldados!

—¡Le diré a tu padre!

—Él lo sabe. Cree que lo que hago no funcionará, así que no está interesado en nada de lo que haga hasta la noche de la celebración.— Seth se apoyó contra la pared y cruzó los brazos.

Roman los observó cuidadosamente, en un profundo silencio.

—Si Hunter no te da una lección, te juro por mi honor que te daré una y usaré lo que más te duele para conseguirlo.— Randy estaba furibundo.

—Bueno, puesto que no tienes honor y ni siquiera sabes cómo se escribe esa palabra... Será imposible que hagas algo contra mí.— Seth miró a Randy con desdén.

Roman se rió entre dientes. Randy miró al prisionero con profunda ira.

—Esto es gracioso para ti ¿No es cierto? ¡Ah! Pero cuando tu cabeza esté a punto de ser separada de tu cuerpo, yo seré quien ría de último.— Randy gritó a Roman.

—Mi cabeza va a rodar en el suelo con una gran sonrisa, así que de todas formas seré yo quien reirá de último.— Roman era petulante.

Ahora Seth se reía. —¡Fuera de aquí, Randal!

Randy salió de la habitación, echando humo por las orejas. Seth soltó un largo suspiro tratando de calmarse.

—Randy tiene razón, lo que haces es inútil. Te agradezco que quieras salvar mi vida, pero no hay manera de que acepte ser humillado por tu padre. Prefiero morir mil veces.— Roman sonaba tan seguro que Seth se dio cuenta que quizás se vería obligado a hacer algo que no quería.

Seth se sentó en el suelo, alejado de la cama donde estaba sentado Roman.

No deberías estar sentado allí, no creo que estés acostumbrado a eso. Roman miró cuidadosamente a Seth.

—No sabes si estoy acostumbrado o no, Roman. Yo dejé de hacer suposiciones sobre ti, sólo por ser un príncipe como yo. Tú, por otra parte, sigues asumiendo cosas sobre mí.

Seth no sonaba en absoluto como el mocoso mimado que Roman vio el día que llegó al palacio.

—Perdona, tienes razón.— Roman sonaba avergonzado.