No Way Out [ambreigns]

Recuerdos

Los cumpleaños de Dean siempre fueron diferentes de una forma u otra. Dean, era el único hijo de una de las prostitutas de la ciudad. Su mamá nunca se interesó por él, mostraba más interés en beber hasta perder el conocimiento y traer a casa todo tipo de perdedores. Así que Dean casi no vivía allí. El muchacho pasaba sus días corriendo por la ciudad en busca de comida. A veces robar pollos, pescado o fruta. A veces pescaba o cazaba. En una de esas carreras conoció a su única amiga Becky.

Dean siempre iba a un pozo en las afueras de la ciudad, para recolectar agua. El castaño desde que era un niño pequeño siempre supo cómo defenderse de los chicos malos que solían apoderarse del pozo. Así que, después de varias palizas, primero recibidas y luego concedidas, no tenía ningún problema para sacar agua de ese pozo.

El día de su doceavo cumpleaños, el niño de cabello castaño estaba sentado en la rama de un árbol cerca del pozo. Entonces vio a una muchacha con el pelo marrón llevar un balde. La chica parecía tener su misma edad. Detrás de ella, había dos niños pequeños. El más grandecito debía tener unos siete años y el más pequeño unos tres añitos.

Ella estaba sacando agua del pozo cuando aparecieron dos buscapleitos: Luke y Karl. Dean ya había tenido el placer de patearles el culo. Todos decían que Dean estaba medio loco y no medía las consecuencias de sus actos, pero él nunca golpeó a una chica. Luke y Karl por otro lado, miraron a la chica con su típica expresión de "Voy a patearte el culo". Dean estaba a punto de bajarse del árbol, pero se detuvo cuando vio a la chica sonriendo.

—Tú y esos niños son nuevos por aquí, ¿Verdad?— Karl estaba siendo sarcástico.

—No es tu problema.— Ella respondió de forma agresiva.

—Sólo para que sepas, si quieres sacar agua de ese pozo, debes pagar una tarifa.— Luke agregó. —Pero si te ves casi como una indigente, no creo que tengas dinero, así que sale de aquí!

—¿Y si no lo hago?— Dean reconoció el valor de la chica, pero esto era suicidio.

—No me importa si eres una chica, te daremos una paliza.— Dijo Karl en tono amenazador.

—Bueno, entonces, ¿Quién viene primero?... O tal vez no puedan enfrentarme a uno a uno.— Becky no tenía miedo.

Dean tenía la reputación de lunático, pero Dios si esta chica era peor, la matarían. El muchacho decidió bajar del árbol.

Karl se acercó a la chica y cuando trató de tirar de uno de sus brazos, ella le dio una patada en la entrepierna que le hizo caer al suelo retorciéndose.

—Ahora, sólo tengo que patear el trasero de este otro idiota.— Ella sonrió.

Luke estaba tan enojado que se lanzó sobre ella. Ambos rodaron en el suelo golpeándose entre sí. Los niños pequeños gritaban.

—¡Vamos, Becky, patéale el trasero!

Estos niños estaban más locos que él. Becky y Luke peleaban como iguales. Entonces Karl se recuperó. El otro muchacho la sujetó por el pelo y Karl estaba listo para tomar venganza, pero Dean fue más rápido y se lanzó contra el otro chico. Momentos después, Dean y Becky habían asustado a los bravucones.

—Gracias.— Ella dijo limpiándose la sangre de la cara.

—¡Eres genial!— Dean estaba sorprendido.

—Antes de morir, mi padre me enseñó a defenderme.— Ella dijo.

—Bueno, tu padre también era genial.— Dean sonrió.