Capítulo 17

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La primera noche que pasé en la casa de Leo fue bastante tranquila. Cuando me desperté, vi que nuestras manos estaban entrelazadas, esa fue la mejor forma de empezar el día que existía.

Zarandeé a Leo para que se despertara, eran las siete y tenía que ir a hacer su examen. El día anterior se había esforzado mucho estudiando, ¡seguro que le saldría genial!

Preparé café mientras mi novio se aseaba. El olor a café recién hecho siempre me relajaba. Leo y yo tuvimos tiempo para desayunar juntos y hablar un rato antes de que tuviera que irse a hacer su examen. Era el último que tenía, por lo tanto, después de eso, ¡tendríamos tiempo para hacer cosas! Me encantaba compartir tiempo con Leo, siempre me divertía con él.

Leo se marchó de casa a las ocho, su examen empezaría en media hora. Parecía nervioso, así que le dije que no se preocupara por nada, que debía estar tranquilo. Le di un fugaz beso antes de que saliera por la puerta.

Entonces me quedé solo en su apartamento. En la soledad tuve tiempo para pensar en lo que había vivido el día anterior, la pelea con mi padre. Quería arreglar las cosas con él, intentaría hacerle comprender cuáles eran mis metas de alguna manera. Ayer, cuando hablé con mi madre por teléfono, me prometió que intentaría hacer entrar en razón a mi padre. A decir verdad, quería mucho a mis padres, sí, a los dos; había vivido muy buenos momentos con ellos y no iba a permitir que nada nos distanciara. Esto era sólo un contratiempo.

Esa mañana recibí un e-mail de mi instituto, habían publicado las calificaciones de los exámenes finales. Comprobé mis notas algo inquieto. Sin embargo no tenía de que preocuparme, había aprobado todas mis asignaturas y mi nota no había bajado del ocho en ninguna. En parte entendía a mi padre, con unas calificaciones así podría estudiar una carrera como medicina o derecho sin problemas... no obstante, esa no era mi vocación, ya se lo había dejado claro.

El estar sólo me empezaba a aburrir y aún me quedaba toda la mañana por delante, tenía que buscar alguna manera de entretenerme. Leo había dicho que me sintiera como en mi casa, pero aun así me daba algo de reparo. Decidí tomar una ducha rápida. No había traído mucha ropa de mi casa, aunque no sabría cuánto tiempo me quedaría en casa de Leo. No quería molestarle demasiado...

Después de la ducha me sentí más despierto y de mejor humor. Sin querer había descubierto que Leo tenía una caja de preservativos sin abrir en el baño... ¿La habría comprado por mí?

A decir verdad, yo quería hacer el amor con Leo... Pero me daba demasiada vergüenza y algo de miedo. Seguramente Leo fuera muy considerado conmigo, se preocuparía de mí en cada momento para que estuviera cómodo y tranquilo. Pensándolo así, me animaba un poco más.

Tal vez debiera buscar algo de información por Internet, lo único que sabía del sexo entre hombres era que se tenía por el... en fin.

Pero no importaba aquello, lo primordial era poder transmitir todo el amor que sentíamos el uno por el otro, enlazar nuestro cuerpo, volvernos uno. Realmente deseaba aquello.

Mi rostro se había ruborizado pensado en aquello. Decidí dejar el tema por el momento y ponerme a hacer algo útil. Me dispuse a preparar un bizcocho de chocolate para Leo, se lo merecía después de todo su esfuerzo y lo que estaba haciendo por mí.

También preparé algo de pasta para poder comer juntos cuando volviera. Cocinando se me pasaba el tiempo volando, además me gustaba poder hacer feliz a Leo con comida.

Eran las dos del mediodía cuando Leo volvió de su examen. En cuanto me vio me abrazó con fuerza, levantándome unos cuantos centímetros del suelo; parecía feliz.

-¿Entonces... te ha ido... bien en el examen? –pregunté siendo interrumpido por varios besos.

-¡Eso creo! Te echaba tanto de menos.

-Yo a ti también.

-¿Has preparado la comida? No tenías porqué, mi amor –dijo mientras me posaba de nuevo en el suelo.

-Ya sabes que no me importa hacerlo, además seguro que estás agotado.

-Eso es cierto jajaja, pero al verte se me han recargado las pilas.

Me sonrojé, Leo siempre me decía cosas hermosas. No sabía que unas palabras podían hacer a alguien tan feliz hasta que me enamoré...

-¡Vayamos a comer! –le propuse, me había esforzado para prepararle algo realmente delicioso.

-¿Y si te como a ti? –Leo me abrazó por la espalda. Tras eso, me mordió una oreja con suavidad.

-¡Ungh, Leo! –protesté.

-Era broma~ -soltó una sonora carcajada.

¿Realmente era una broma? ¿O estaba tan deseoso como yo por hacerlo...?

Mientras almorzábamos miles de imágenes subidas de tono desfilaban por mi cabeza, haciéndome sonrojar. ¿Leo tendría experiencia en esas cosas? Nunca le había preguntado por sus anteriores parejas, aunque tampoco era un asunto que me interesara realmente.

-Leo...

Dirigió su mirada hacia mí.

-A ti... ¿te gustaría hacer el amor conmigo?

Looking At You (Leo de la Iglesia x Guang Hong Ji // LeoJi) [Yuri On Ice]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora