Capítulo 6

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El piso de Leo era algo pequeño, pues vivía solo, pero era muy acogedor. Apenas pasaban coches por los alrededores. Nada más pasar por la puerta principal se encontraba una pequeña sala de estar, con una mesita de cristal en el centro; también había una televisión. Justo al lado del salón estaba la cocina, y al otro lado del apartamento, el dormitorio y el aseo.

-Normalmente no está así de ordenado, pero como venías de visita... -comentó Leo, soltando una suave risa.

Sonreí, Leo había sido muy considerado y eso hacía que me gustase todavía más.

Aunque Leo fuese una persona tan agradable, me seguía costando mucho hablar con él... Tenía miedo de decir alguna tontería, no quería que ese pudiera ser nuestro último día juntos.

Nos pusimos manos a la obra con la receta, Leo era muy aplicado y aprendía rápido. Pero era un poco torpe, acabó manchado de salsa de tomate. No le dio mucha importancia, tan solo dijo que luego se cambiaría de ropa.

Leo hablaba por los codos, gracias a eso me había enterado de varias cosas de su vida. Como, por ejemplo, que tenía ascendencia mexicana, de ahí su encantador acento.

Mientras cocinábamos, a veces cantaba algunas canciones en español. No entendía nada, pero aun así me parecía fascinante.

Una vez estuvo lista la comida, nos sentamos un rato a descansar, aún estaba demasiado caliente para poder consumirla.

-¡Cierto! Leo, será mejor que eches a lavar tu camiseta antes de que la mancha se incruste –le recordé.

-Tienes razón, ya no me acordaba, ¡qué despistado soy, jajaja!

Mis palabras no iban con la intención de que se quitara la camiseta... pero lo hizo. Me cogió por sorpresa, no me lo esperaba en absoluto. Debía de permanecer tranquilo, ¡pero era difícil con ese abdomen ligeramente marcado! En ese momento también sentí vergüenza de mi pequeño cuerpo flacucho y sin ningún músculo...

Fue a su habitación un momento y cuando volvió traía otra camiseta diferente.

-Estás sonrojado, ¿tienes calor? –me preguntó, posando una mano sobre mi mejilla.

Tartamudeé un poco antes de responderle que estaba bien.

De pronto, sonrió.

-Eres tan suave~ -dijo pinchado mi mejilla, antes de empezar a pellizcar y a jugar con ambas.

Cerré los ojos con fuerza, avergonzado. Por un instante, dejé de sentir presión en mis mofletes... para sentir sus labios sobre uno de ellos. Fue un contacto que apenas duró un segundo.

Di un salto sobre el sofá, soltando un pequeño hipo. Las palabras no salían de mi boca y mi rostro ardía.

Leo comenzó a reír.

-No te avergüences, es costumbre en mi país...

-¿D-de verdad...? –musité.

-Y más si es con un chico tan encantador como tú.

Tras eso, me guiñó un ojo. Quería que la tierra me tragase, no recordaba haber pasado por algo tan vergonzoso antes... Leo era demasiado atrevido. A mí jamás se me pasaría por la cabeza hacerle eso a alguien, no entendía de dónde sacaba el valor. Pero no, eso tampoco era algo que me molestara de él. Es más, me gustaba.

De pronto, se levantó del sofá y se me quedó mirando con una tierna sonrisa. La comparación más próxima a lo que en ese momento parecía era un ángel recién llegado del cielo.

-¿Vamos a comer? –me preguntó, tendiéndome la mano.

Asentí mientras le tomaba de la muñeca, estrechándola con un poco de fuerza. No quería perderme nada de ese momento... Y, ¿quién sabe? Tal vez esa fuera una sutil manera de mostrarle mis sentimientos.

Looking At You (Leo de la Iglesia x Guang Hong Ji // LeoJi) [Yuri On Ice]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora