Capítulo 16

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-Te amo, Leo.

Guang Hong soltó esas palabras en un tímido susurro. Pasó sus manos por su ruborizado rostro, parecía avergonzado... ¡Era tan lindo!

-No me imagino la vida sin ti, gracias por todo lo que me das...

Creí morir tras oír aquello, ni siquiera sabía qué responderle. Guang Hong era muy temeroso expresando sus sentimientos, por lo tanto esas cosas siempre me pillaban desprevenido... Noté que me miraba de reojo, esperando escuchar algo de mi parte.

Le abracé con fuerza pero con cuidado de no lastimar su pequeño cuerpo.

-Si me dices cosas como esas tan de repente me dará un infarto –bromeé, aunque en parte era cierto, mi corazón latía fuertemente.

Repentinamente, me besó. Mi pequeño no solía hacer eso a menudo, casi siempre era yo el que tomaba la iniciativa, pero me gustaba que lo hiciera. Llevé la mano a sus labios, separándolos un poco para poder introducir mi lengua. Mi novio hizo un ruidito extraño y, a mi parecer, adorable; seguramente no se esperaba aquello.

Siendo franco, cada vez quería más y más de Guang Hong, pero esperaría a que él estuviera preparado. Aún era muy joven, no quería obligarle a hacer cosas de las que luego se pudiera arrepentir. Sin embargo, me emocionaba la idea de ser el primero para él, de estar enseñándole todo y ver como su inocencia en iba quebrando lentamente. Estaba a su lado en su camino hacia la adultez.

Guang Hong abrió los ojos como platos de pronto y se separó de mí. Durante unos segundos la duda se apoderó de mi cuerpo. ¿¡Había hecho algo malo!? ¿Por qué? Ni siquiera le había tocado en ninguna zona erógena...

-¡Leo! Hace unos días me dijiste que mañana tienes un examen, ¡tienes que estudiar!

Ah, era eso.

-Tú eres más importante que cualquier examen, no pienso dejarte solo hasta que estés bien -le abracé con fuerza, como si me lo fueran a arrebatar.

-Pero no quiero que suspendas por mi culpa...

-No importa –le lancé una sonrisa.

Sin saber cómo, Guang Hong consiguió levantarme del sofá y empujarme hacia mi habitación, a pesar de mis protestas.

-Los exámenes de la universidad son importantes, ¡tienes que aprobarlos todos! No voy a escuchar excusas...

-P-pero... pero....

-¡Nada de peros! Vas a aprobar ese examen –me miró a los ojos, con un gesto dulce-, hazlo por mí.

No me podía negar si me lo pedía de aquella manera... Ahí vi todas mis oportunidades de hacer algo con mi novio esa tarde tiradas por la borda. Pero esa mirada llena de ternura me convencía para hacer cualquier cosa.

-No te preocupes por mí, ya has hecho bastante. Tan sólo estudia, ¡mientras tanto te prepararé la cena! –me dedicó una sonrisa y, tras eso, un rápido beso.

Solté un largo suspiro una vez me quedé solo en mi habitación, con el libro de "Historia de la Moda" delante. Era una asignatura donde tenía que memorizar bastantes cosas, así que en parte mi novio tenía razón mandándome estudiar... ¡Pero no podía concentrarme pensando que tenía a mi hermoso y tierno bebé en mi apartamento!

En parte estaba feliz de que me fuera a preparar la cena, al fin comería algo decente después de tantos días... Esperaba tener los ingredientes necesarios para lo que quisiera hacer. También pensé en que algún día deberíamos hacer alguna colaboración en nuestros canales de YouTube, sería genial si Guang Hong se ofreciera como modelo para mí. Luego me regañé a mí mismo por estar divagando en lugar de estudiar.

Creo que estuve unas dos horas estudiando sin parar, tratando de retener la mayor información posible. Estudiar era tan aburrido...

Justo en el momento en el que estaba a punto de quedarme dormido sobre mi libro, Guang Hong llamó a la puerta, pidiendo permiso para entrar.

-Te traigo la cena.

No sólo me traía la cena, me traía alegría y tranquilidad con su presencia.

-Mi amor... muchas gracias –dije antes de besarle.

Me había preparado tacos mexicanos, hacía muchísimo que no los comía, debido a mis nulos dotes de cocina. Siempre que los comía recordaba las veces que iba a México por el verano a visitar a mis abuelos cuando era niño. Echaba de menos aquellos tiempos.

Tras esa pequeña pausa seguí estudiando. Me seguiría esforzando por Guang Hong, quería que estuviera orgulloso de mí al igual que yo lo estaba de él.

Guang Hong habló con alguien por teléfono, creo que con su madre. Seguramente fuera para decirle que no se preocupara por él y algunas cosas por el estilo.

Cuando las agujas del reloj marcaron las once y media el cansancio empezaba a afectarme. Pero creía que ya había estudiado lo suficiente, estaba seguro de que aprobaría aquel examen.

Salí de mi habitación en busca de mi novio, para poder dormir juntos... Sólo dormir.

Sin embargo, se me había adelantado. Lo encontré dormitando en el sofá, con la cabeza inclinada hacia el lado derecho. La televisión estaba encendida, retransmitiendo una película antigua y produciendo el único murmullo que había en todo mi apartamento.

-Despierta –susurré, pinchando una de sus mejillas-. En esa postura te dolerá la espalda.

Pero no había manera, Guang Hong dormía profundamente. Suspiré antes de formar una sonrisa, tendría que cargarlo en brazos. Le abracé con fuerza antes de levantarle; él, inconscientemente, rodeó mi cuello con sus brazos. Pesaba muy poco, podía llevarle sin ninguna dificultad.

Cuando ya había dado unos pasos, noté que Guang Hong murmuraba algo a mí oído. No le entendí del todo, pero estaba seguro de que había pronunciado mi nombre. Debía de haberse despertado.

Así era, en cuanto llegamos a mi cuarto y lo senté en mi cama, sus ojitos estaban entreabiertos.

-Mnh~ Leo, ¿dónde estoy?

Reí, aún estaba adormilado y no pensaba con claridad.

-En mi habitación, vamos a dormir, ¿sí? –usé un tono calmado y acaricié su cabello.

Sería incómodo para él acostarse con su ropa de calle, además de que se arrugaría. Busqué una camiseta holgada en mi armario que incluso a mí me quedaba grande para dársela. He de decir que mi vista se deleitó un poco en cuanto empezó a desvestirse, pero mis ojos fueron bendecidos cuando se puso esa amplia camiseta con el logo de los "Rolling Stones", que le llegaba sobre la mitad de los muslos. ¡Estaba tan adorable!

Le abracé y besé durante unos cuantos minutos. Los ojos de Guang Hong luchaban por no cerrarse, pero estaba demasiado cansado. Lo mejor sería ir a dormir por ese día.

Me costó conciliar el sueño teniéndole a mi lado, frente a mí, en mi cama. Su rostro dormido se veía precioso, aunque despierto también lo era.

Sin embargo, lo que más me impedía dormir era pensar en lo feliz que era de tenerle, en lo enamorado que estaba. Estaba orgulloso de todo lo que Guang Hong estaba haciendo por cumplir su sueño, pero me sabía mal que aquello le estuviera dando ese tipo de problemas. Estaba dispuesto a brindarle todo mi apoyo, le dejaría permanecer en mi apartamento todo el tiempo que quisiera, aunque para mí sería perfecto que se quedara para siempre...

Desde que lo vi en su canal de YouTube, desde aquel primer vídeo, Guang Hong me llamó la atención. Era muy tierno y algo torpe, pero parecía tener algo especial y no me equivocaba. ¿Quién me diría que ese joven se convertiría en la persona más importante para mí? Suscribirme a su canal fue lo mejor que hice en mi vida, el primer paso para nuestra historia.

Pensando en ese tipo de cosas maravillosas y tomándole de la mano, me quedé dormido.

Looking At You (Leo de la Iglesia x Guang Hong Ji // LeoJi) [Yuri On Ice]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora