Solo búscame

Parte 9 - Callada te ves mejor.

Ashley se acercó a mi.

- Espero que disfrutes al chico que rechacé -dijo fuerte.

- Claro, pero le daré lo mejor de mi, algo que jamás tú pudiste dar y que te perdiste en entregar- aclaré.

Ashley se quedó en completo silencio. En un instante me observó con odio y irá, ese era su plan, alejarme de Alex para que no pudiese darle lo que ella no pudo, pero yo jamás lo permitiría.

Alex se acercó, cruzó su brazo por mi hombro , sostuvo mi mano y observándola, dijo:

- Es cierto, ella me dará lo mejor de si. Jamás podrás llegar a lo que ella causa en mi interior. La quiero y siento que ella jamás me dejaría ir de manera fácil y sencilla. Es simple - aclaró.

Lo observé y solo sonreí con expresión firme, asegurándole que jamás lo dejaría ir como Ashley lo hizó.

Ashley se fue enojada y Alex pidió llevarme a un lugar donde podamos hablar a solas.

- ¿A dónde me llevas? - pregunté.
- Ven conmigo y verás- dijo.
- Llamaré a mamá para asegurarle que me tardaré en llegar.
- Está bien.

Llamé a mamá, dijo que por favor me cuidase mucho y que la mantenga al tanto por si pasaba algo.

- Lista, cariño?
- Vamos.

Subí a su auto y fuimos a un bosque fuera de la ciudad. Todo estaba muy callado y pusimos a Avicii con The nights. La canción sonaba fuerte y ambos disfrutábamos del momento.

Bajamos del auto y caminamos por el largo bosque. Veía el atardecer acercarse y el cielo iniciaba a tornarse naranja con destellos de luz solar apagándose poco a poco.

- ¿Estás bien preciosa?

- Si, me siento bien.

- Lamento lo sucedido con Ashley, amor, no volverá a suceder, si? - me quedé helada cuando me llamó "amor" , pero se sintió bien.

- No te preocupes, sé que es tema pasado y que, sinceramente, entre ambos no importa- sonreí.

- Me encanta que seas así de comprensiva, siempre.

- ¿Qué te puedo decir? Es un don - ambos nos echamos a reír.

Decidimos quedarnos observando el atardecer sentados en un tronco, el sol poco a poco se escondía, las aves cantaban y las hojas de los árboles frotaban.

- Tal vez  eres demasiado paraíso para  un infierno como yo.

- Amor, pienso que eres una de las maravillas más bonitas, sabes? - dije.

- No quiero perderte.

- Y no lo harás, jamás.

Volvimos al auto y oímos la canción de Passenger, Let her go. La canción sonaba y yo miraba por el espejo retrovisor. Observaba que habían autos negros que nos seguían.

- Alex, nos siguen.
- Así veo - dijo calmado - trataré de ir lo más rápido posible.

Entonces 4 autos negros nos encerraron y nos detuvieron. Un hombre vestido de negro abrió la puerta del auto y me sacó de golpe, dejando a Alex con mi mano alejada de él.

- ¡No! Déjenla, no la toquen.
- Calma, por favor.

Sentí que el hombre de atuendo oscuro me tapó la cara con un trapo y aspire un aroma fuerte, y poco a poco me quedé dormida.

Cuando desperté Alex no estaba.
¿A dónde lo habían llevado? ¿Porqué estaba yo aquí? ¿Qué pasaría luego?

- Callada te ves mejor -dijo con voz grave.