Alex
Cogí las llaves de mi auto y arranqué con toda la furia que llevaba dentro, en el auto se sentía el aroma de Rachel, sin duda la echaba mucho de menos. Necesitaba meditar todo lo sucedido. Detestaba que mi padre se drogue, sabía el daño que le había hecho en el pasado. Y por una parte él tenía razón, yo dejé las drogas por Rachel, no sabía qué hacer sin ella, ya hacía meses las había dejado para conquistarla porque una vez en clase mencionó que odiaba a las personas que solían consumir drogas.
Habían tantos pensamientos en mi cabeza y la canción de Father and Son sonaba a todo volumen en mi auto, amaba esa canción. Papá me la dedicó cuando yo tenía la edad de 8 años y nunca he dejado de escucharla por más enojado que esté con él.
Pensaba a dónde ir con toda esta furia en mi y luego decidí tomar la ruta que Rachel y yo adorábamos tanto puesto que nos llevaba a un lugar que nos relajaba mucho. Tome la ruta derecha y con una velocidad de 65 aumentando iba trayecto al bosque.
Se olían las plantas, se sentía el silencio y la calma rondaba el lugar después de toda una tormenta madrugadora. Estaba atardeciendo y el cielo iniciaba a tornarse naranja. Detuve el auto, cerré las ventanas, cerré la puerta y bajé. Todo estaba como antes, y mi mente iniciaba a calmarse. No sabía lo que pasaba con Ted, hace unos días había llamado desde mi teléfono a una florería pidiendo rosas blancas, luego, sale a hacer compras de madruga. Sin duda, Ted estaba actuando muy extraño estos días y es lo que más me ponía a pensar.
Tenía muchas dudas, quería saber dónde estaba Rachel. Inicié a caminar por el bosque hasta que me sentí perdido. Hallaba pétalos de flores secas, hojas cayendo a mi alrededor y todo se veía tan nostálgico, o es que yo lo quería ver así.
Una ardilla llamó mi atención y quise seguirla, pero ella se detuvo en un bulto de tierra mojada, el cuál encima tenía una rosa blanca y todo esto inició a parecerme raro. Cuando giré mi cabeza, la ardilla ya no se hallaba por ningún lado. Intenté buscar un rosal por ahí para ver de dónde se había caído esa rosa, pero no lo hallaba. Así que decidí llevármela.
Cuando llegué a casa, papá estaba sentado en el sillón de la sala. Decidí preguntarle qué hacía aquí, pero él se quedó con los ojos como platos al observar la rosa que llevaba en la mano.
- ¿qué pasa? -dije con claridad.
-¿De dónde sacaste esa rosa? -preguntó confundido y con un tono de voz asombroso.
- La hallé en el bosque sobre un bulto de tierra mojada. ¿Por qué?
- Alex, ya no puedo ocultarlo más, mi conciencia me está liquidando. Alex bajo ese bulto estaba Rachel, yo la asesiné.
- ¿Qué?
- Lo que dije.
- No, tú no harías eso.
- Estaba drogado, perdóname hijo.
Mis ojos iniciaron a volverse cristalizados y mis manos temblaban. No podía creer lo que estaba pasando. Mi cuerpo se quedó helado y mi mente en blanco. Luego el mensaje fue captado por mi cerebro, pero sobre todo por mi corazón, quién poco a poco se iba haciendo trizas.
- ¡Hijo de puta! -grité- mamá llama a la policía.
- No Alex, no hagas que se..
- ¡Cállate! ¿es que no te das cuenta? Mataste a lo que más amaba en el mundo, no puedo, no puedo con esto.
Mi mente inicio a tornarse borrosa y mi cuerpo pesado. Me desmayé. Caí al frío suelo oyendo a lo lejos las sirenas de los policías, los cuales rompieron la puerta de entrada y se llevaron a mi padre. Cuando desperté mi madre estaba llorando a mi lado, tenía agujas incrustadas en mi mano, una máscara de oxígeno y mi cuerpo adormecido.
- ¿qué pasó? -susurré.
- Tu padre ha sido preso por cadena perpetua, y tú posees una enfermedad.
- Eso no es cierto, yo siempre he estado bien.
- ¿Alguien más sabía de tus alucinaciones escritas en los textos que le enviabas a Rachel? -mierda.
- No.
- Tienes esquizofrenia con síntomas positivos, pero graves.
- ¿qué?
- Lo que dijo, tendrás que quedarte en esta clínica por un tiempo Alex -dijo el hombre de bata blanca ingresando por el corredor de la habitación.
- Mamá no, por favor.
- Lo siento -mamá lloraba demasiado e hicieron que me duerma porque empecé a actuar demasiado exaltado queriendo golpear a mi madre.
Mi mundo inició a irse poco a poco abajo. Empecé a ver cosas inexplicables que se esfumaban cuando tomaba los medicamentos. La parte más bonita de estás posibles "alucinaciones" era que Rachel venía a visitarme muchas noches y se acostaba a mi lado hasta quedarme dormido. Sin duda, adoraba ser esquizofrénico sabiendo que ella vendría a verme siempre. Ella era la persona más hermosa que había conocido. Y sin duda, no quería olvidarla jamás. Rachel había marcado tanto en mi, como muchas personas marcan en la vida de otras. Ella era distinta, tenía una escencia que la hacía única, pero la había perdido para siempre.
Esa noche mi situación médica empeoró porque yo no quería seguir con los medicamentos, debido a que solo quería ver a Rachel todo lo posible. Y aunque no la oyera, sentía que ella a mi sí. Le contaba todo lo que sentía y en esa noche de tormenta vigorosa, me marché.
Fin.
ESTÁS LEYENDO
Solo búscame
Teen FictionDos mundos distintos.Dos mentes distintas. Dos corazones distintos. Pero una sola vida. Rachel, pacífica. Alex, rebelde. Una historia no común. Una historia diferente. Amor. Odio. Aventura. Decepción. Traición. Buscaré llegar de algún modo a tu cor...