6:Mañana (II)

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...

Me sentía sucio, necesitaba un baño y un cambio de ropa. ««Lástima que era mi último cambio de ropa»», pensé. Necesitaba nuevos pantalones, camisas, ropa interior. Gastar detergente no era un lujo.

Entré al baño dejando mi reloj sobre el lavabo. Me quité la ropa, el equipo protector, y me introduje en la ducha. Con la puerta de vidrio opaco cerrada, activé el panel frente a mí, era de tecnología holográfica así que el agua no lo dañaba. Encendí el agua caliente, y la mezclé con el agua fría...

Con diez minutos transcurridos, y algo de jabón y acondicionador después, ya estaba cambiado, y fresco. Salí del baño, topándome con Amy al abrir la puerta. Ella se veía con un poco de mejoría, pero su debilidad para caminar, y dificultada para respirar, aún estaban presentes, así como su palidez. Sarah la estaba ayudando a caminar, porque a duras penas podía mantener el equilibrio.

—Jacob —dijo con una voz ronca—. Gracias. Tú me salvaste.

—Amy no tienes que agradecerme nada. Yo...

—Te debo mi vida. Gracias —dijo al acercarse para darme un beso en la mejilla.

Me sentí apenado. Le di espacio para que pudiera entrar al baño.

—¿Podrías dejar de decir estupideces por favor? —Dijo Rassmusen peleando con Rachel.

—Me empujaste idiota. No es ninguna idiotez.

—Mira, es demasiado temprano para estas tonterías. Vete al carajo, yo me voy al carajo, y con eso estamos a mano —contestó Rassmusen levantando su bolsa de dormir.

Raquel se fue a la cocina con una furia que guardaba en el interior.

Los demás recogían sus pertenencias del suelo, mientras Tren, ayudaba a retirar los muebles de la puerta. Regresé a la cocina, y Dorian estaba revisando un mapa junto con Colby, y hablaban de la mejor ruta para llegar a la plaza para no toparnos con infectados.

—Deberíamos rodear esta calle, y seguir de ahí hasta llegar a ese lugar —dijo Colby.

—Los infectados han de estar muy activos por allí. El ruido fue suficiente como para atraerlos desde lejos, y en masas —replicó Dorian—. Podríamos tomar el camino largo.

—Bueno, tardaríamos media hora de más. Es la mejor opción que tenemos. Esa tomaremos.

—¿Y qué planes tienes para esos nuevos infectados? —Preguntó Swatson—. No creo que sigamos vivos si salimos con esas cosas ahí fuera. Después de todo, tú, y tú hermano los vieron.

—No salen de día —dije metiéndome en la charla—. Él Superviviente descubrió que no soportan los rayos UV. El sol emite rayos UV invisibles al ojo humano. Los Night Skin morirán si se exponen al sol.

—¿Y confías en ese chiflado de la radio? —Replicó—. Lo escuchábamos en el fuerte a diario, y era un tonto.

—El averiguó que no salen a la luz; no se ha equivocado respecto a ningún infectado hasta ahora... Yo diría que sí confió.

Swatson hizo un gesto de inconformidad. Dio la vuelta al cruzarse de brazos, el quejumbroso de cara bonita se estaba yendo; su enojo me daba solo risa, tanto, que apenas la podía contener.

Tomé asiento.

Dorian guardó el mapa en uno de los bolsillos de su chaleco.

El grandulón, se sirvió un plato de comida, casi desbordaba por las orillas. Comió cual perro, de manera veloz y casi tragando cada bocado sin que le importase atragantarse; era algo asqueroso verlo comer de aquella forma.

Esperanza en la oscuridad (En proceso de publicación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora