19: Captura (II)

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(...)

Harley

La música estaba a todo volumen detrás de aquellos enormes muros hechos con partes de autos y lamias metálicas, todo rodeado con advertencias físicas en forma de infectados y cadáveres estacados sobre autos, pilares, muros, incluso algunos colgaban de postes y cables eléctricos, todo este lugar era un museo de la tortura de infectados por donde se me mirase.

—Debo estar muy loca para hacer esto yo sola en vez de regresar al hospital por ayuda —susurré.

—Residentes de la Commonwealth, espero que estén listos para el espectáculo de hoy en la jaula porque va a ser brutal —dijo el mismo hombre de hace rato por los parlantes más eufórico que antes.

Las luces UV a pesar de no iluminar casi nada me delatarían cuando estuviera debajo de ellas por la sangre de los infectados que traía encima.

—Solo espero no llegar tarde, resistan.

(...)

Jacob

La multitud de personas se juntaba a nuestro alrededor al observándonos al pasar entre ellos, arrojaban cerveza, gritaban insultos, e incluso nos decían la manera en que ellos creían que íbamos a morir muchos estaban en las gradas de la jaula alrededor de la enorme jaula en forma un enorme cuadrilátero con paredes de tres metros de altura. Un par de camiones frigoríficos se acercaban por lados opuestos, posicionándose sobre unos pasillos hechos con malla de alambre, que tenían una puerta corrediza dos camiones frigoríficos a los lados, junto a dos de las tres puertas que había; la multitud estaba enardecida, haciendo tanto ruido como los parlantes que tocaban rock pesado.

—¡Y aquí llega nuestro entretenimiento de hoy, damas y caballeros! —dijo un hombre que estaba en una pequeña torre cerca de la jaula, en la que tenía varios parlantes rodeándolo—. Esta no es una función cualquiera, hoy nos visita el ex luchador de la UFC Colby O'donnell, y su acompañante que a nadie le importa.

Nos siguieron guiando hasta que nos empujaron al interior de la jaula, desde ahí pude ver al mismo tipo que nos atrapó en la calle (Daniel), a un lado junto a la torre con una cubeta llena de diferentes armas; más atrás sobre lo que simulaba ser un palco exclusivo estaba aquel desquiciado sentado sobre una silla de terciopelo rojo, portando ropa diferente a la que llevaba cuando lo vimos y con una chica a su lado, ella tenía una cara de satisfacción por lo que iba a pasar.

Los guardias cerraron con cadenas por fuera al dejarnos adentro. Mientras el sonido de la música estaba a todo volumen.

—Disfrutare viéndolos morir. —Dijo el guardia antes de retirarse.

—Jacob, ¿todavía tienes la navaja? —preguntó Colby en voz baja.

Asentí con la cabeza para que nadie lo escuchara; ambos nos pusimos en el centro del cuadrilátero, observando los huesos, manchas de sangre seca en el suelo y pedazos de piel se encontraban el piso.

—Veo que tuvieron recientemente un espectáculo. —Comenté.

—Sí. Lo que me pregunto es, que le habrá pasado a la persona o personas que estuvieron aquí.

—Nada bueno. —contesté tragando saliva

—Se que tienes miedo. Es comprensible, pero mantente firme —dijo al verme a los ojos.

El maestro de ceremonias hizo que le pasaran el micrófono a su líder a través de Daniel que tenía un ceño fruncido muy pronunciado, llegué a pensar que él no estaba de acuerdo con la forma de manejar las cosas de su jefe, puesto que durante nuestro viaje hasta aquí sus hombres se la pasaban torturándonos con su conversación sobre nuestra muerte, pero él los callaba.

Esperanza en la oscuridad (En proceso de publicación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora