Llegó aquella tarde a casa de Wladimir, sintiendo un gran peso en su corazón. Él la recibió con un ardiente beso en los labios.
-¿Qué te sucede?
-Nada. . . solo tengo un poco de dolor de cabeza.
-¿Quieres que te busque una pastilla?
-No mi amor, estoy bien así. Ya me tomé algo- lo abrazó con fuerza.
-Has estado llorando cariño, se nota en tus ojos.
-No me siento bien, solo quiero que me abraces- él la estrechó más contra su cuerpo, brindándole el refugió que necesitaba.
-No trajiste tus libros. ¿Hoy no deseas estudiar?
-No. Lo último que quiero es estudiar.
-Pero debemos hacerlo, bonita. Pronto comenzarán los exámenes finales y quiero que salgas muy bien.
-Hoy no, por favor. Hoy solo quiero besos y abrazos, quiero quedarme abrazada a ti por horas.
-Estás muy extraña Martha, comienzas a preocuparme. ¿ qué sucede?
-Problemas. . .
-¿Puedo ayudarte?
-No, no podrías, son. . . son problemas en casa.- mintió descaradamente.
-Sin importar lo que sea puedes confiármelo cariño- le acarició el cabello- quizás le encontremos alguna solución.
-Por ahora las soluciones no me gustan.
-¿Quieres entrar a la casa?- le pregunta besándole la cabeza.
-No. Solo quiero quedarme aquí, la noche comienza a caer, quiero sentir el frío en mi piel, necesito enfriar mis pensamientos.
-No sé lo que te esté atormentando bonita. Pero te juro que tiene solución.
-Bésame- le pidió con ojos acuosos.
Él correspondió gustoso a su petición, uniendo sus labios de manera mágica, explorando su exquisita boca con anhelante deseo, perdiéndose en la dulzura del amor que ella le ofrecía y recompensando su entrega con una pasión igual a la suya.
La noche había llegado y la brisa fresca los arropaba, mientras que él estaba sentado en un muro un poco alto y ella estaba de pie entre sus piernas.
La tenía abrazada por la cintura, con su espalda recargada en su amplio pecho, disfrutando del silencio y el ambiente mágico que brindaba la noche, alumbrada solo por las múltiples estrellas y la sigilosa luna llena.
-Contemplo las estrellas y las siento envidiosas ante el brillo de tu mirada. La luna celosa, intenta extender su esplendor para opacar tu brillo, la noche fría acaricia mi piel para que olvide tu nombre, pero estás metida en mi ser, donde la brisa jamás podría llegar. Antes de que llegaras me sentí un niño solo y perdido, contemplaba las estrellas pidiendo compañía, hasta que tu dulce mirada se topó con la mía, mis suplicas fueron respondidas y hoy estás aquí, siendo mía.
-¡Es hermoso!- se giró entre sus brazos y lo contempló con ojos añejados en lágrimas- ¡Es hermoso, mi amor!
-Es cierto. Es completamente cierto, lo que era y lo que soy ahora que te tengo- acaricia sus mejillas limpiando las lágrimas que resbalan por ellas- es lo que me haces sentir.
-No sabía que fueses poeta- le besa con ternura.
-No lo soy- responde cuando sus labios se separan- pero me haces querer serlo, me haces querer ser mejor persona. Tu amor me hace crecer.
-Soy afortunada de tenerte.
-La fortuna es solo mía- le respondió apoderándose nuevamente de su boca.
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MI TIERNO AMOR
Short StoryHe descubierto que es cierto lo que dicen ; no hay amor más tierno, dulce, y grande que el primer amor. Ese que te abre camino en el mundo de los sentimientos más profundos, ese que te hace soñar despierta. Te invito a que me acompañes en esta avent...