DEL DIARIO DE SASUKE.
El quería decirme algo. Lo supe por la forma en que me veía, pero se durmió enseguida, o fingió hacerlo. Francamente, a estas alturas he comenzado a desconocerlo. Los primeros días después de la muerte de Hinata estuvo tan tranquilo, que llegué a pensar que estaría bien. Pero estaba equivocado, definitivamente. Tampoco comprendo su actitud para con Sakura; es decir, ¿Mentirle nada mas llegar? Y ¿Para que le dijo que ella era la opción más vana de terapeuta? Tuve que aclararle que sólo a ella la habíamos contratado. No hubo nadie más. Naruto está mal. Muy mal. Primero lo de los mil terapeutas y ahora esto.
Escuche los gritos desesperados de Sakura. Cuando la vi, estaba tan pálida que su cara parecía una hoja de papel. Chocó conmigo y ni siquiera se había dado cuenta, pero después de analizarme rápidamente, el alivio inundó sus ojos. No se detuvo a explicarme nada, sólo tomó mi mano y corrió. Naruto estaba en el suelo del baño. Ahora entendía por que el estaba desnudo -Por lo menos tuvo la decencia de dejarse los boxers- y ella tenía la ropa mojada.
Mi sangre hirvió cuando vi una navaja ensangrentada junto a un bote de pastillas. Sakura le vendaba los cortes en las muñecas y sujetaba las vendas con una cinta especial que sacó de una exageradamente grande mochila que yo ni noté que traía. Llamé a Sai. Llego con su novia y entre los cuatro pusimos al dobe en su cama. Mientras el doctor lo curaba y le daba un tranquilizante a ella - Por que se puso tan histérica que creí que le daría un ataque- la observé. La otra noche no repare en su apariencia pero me di cuenta de que es una mujer muy hermosa. No sólo físicamente. Cada sutura en las muñecas del dobe, pareciera que lo sufría ella al triple. Eso me asombró enormemente. Y es que, por mucho que le gustasen las pinturas de mi amigo, el seguía siendo un completo desconocido. Me ha tomado por sorpresa su actitud. Se le lanzó al cuello importandole un comino que todos estuviéramos allí y le suplicó que abriera los ojos. El dolor en sus palabras me descolocó, y no solo eso sino, la forma en que le respondió a Sai. Me intriga saber por que lo hace. Por que lo mira de aquella forma tan desgarradoramente conmovedora. La mirada en sus ojos... cielos, nunca había visto algo así. Ni siquiera en Hinata.
Aunque ella -con los dos días que tiene aquí- sabe que Naruto no la quiere cerca, no le interesa en lo más mínimo. Es igual de terca que el. Se que probablemente no debería decir esto pero, si ellos se hubieran conocido en otras circunstancias, creo que serían muy buenos amigos.
Ambos son unos idiotas.P.D. Creo que me excedi llamándola idiota. Todavía no estoy seguro de que se merezca ese título. Miento, no estoy nada seguro... Mejor dicho, no estoy seguro de nada. Y hablando de eso... tengo que averiguar de donde demonios sacó Naruto esa navaja y las pastillas.
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Promise me
Fanfiction-¡Prometemelo Naruto! -Te lo prometo Sakura-chan. Una separación. Él la olvidó, y con ella su promesa. Ella también siguió con su vida. Pero un horrible suceso lanzará sus planes por los aires y la conducirá sin saberlo, de vuelta al amor de su vid...