A la mañana siguiente, Sakura se había despertado con un fuerte dolor de cabeza cuando escuchó una alegre voz detrás de la puerta y luego el sonido de ésta abriéndose. Sakura maldijo a quien fuera que viniera a molestarla tan temprano y en esas circunstancias.
-¡FRENTONA TE TENGO UN NOTICIÓN! -gritó Ino mientras entraba.
Sakura gruñó y tomó lo primero que estuvo a su alcance, que resultó ser un cepillo para el cabello y lo lanzó en dirección a su molesta amiga. Aunque falló por mucho, chocó con la puerta haciendo más ruido. La pelirrosa se tapó la cara con la almohada.
-Eh ¿pero que te pasa, por qué tanta agresividad? Creí que tu velada con Naruto te iba a poner de buen humor. -dijo Ino.
-Nnhh-mmhh-ssent-beenn -respondió Sakura bajo la almohada.
-¿Que? -Preguntó Ino mientras le quitaba la almohada de la cara a su amiga.
En cuanto la vio soltó un grito.
-¡Frente, te ves horrible!
Una pálida Sakura la miró con ironía.
-Gracias ¿Quieres hablar más fuerte para que toda Konoha se entere?
-El que se va a enterar es ese rubio tuyo ya verás -dijo Ino y luego salió de la habitación.
Ella no entendió de que estaba hablando su rubia amiga pero no le importaba. Paz por fin, pensó Sakura.
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En cuanto lo vio, Ino se fue como bala tras Naruto, que estaba sentado desayunando en el comedor junto a Sai. Cualquiera podría pensar que a Naruto le molestaba que sus amigos (o conocidos) anduvieran como si nada por su casa, pero la verdad era que le gustaba ver tanto movimiento y ruido. Por eso cuando se había puesto a desayunar y Sakura no se presentó le pidió a Ino que fuera a buscarla. Todavía no se sentía listo para hacerlo él mismo. Una ridiculez, porque ya habían estado juntos y a solas muchas veces. Incluso la misma Sakura lo había levantado de la cama un par de ocasiones, pero el sospechaba que si hacía lo mismo con ella podría llevarse un buen golpe. Cuando Ino llegó a su lado le preguntó:-¿Y Sakura-chan?
-Ven conmigo -respondió ella simplemente.
A él no le gustó nada el tono de ella porque era señal de que algo pasaba. Se levantó de golpe y siguió a Ino hasta la habitación de Sakura. En cuanto entraron escucharon la agitada respiración de ella y Naruto se preocupó de inmediato.
-¿Sakura-chan? -dijo mientras corría a su lado.
La tomó de la mano y puso la otra sobre su frente. Sakura estaba ardiendo en fiebre ¿Pero como podía ser? ¿Fue por la lluvia de ayer? Pero si apenas se habían mojado.
-Tenemos que llevarla a un hospital -dijo Naruto alarmado.
-No podemos sacarla, está lloviendo afuera Naruto. Lo mejor que podemos hacer es bajarle la fiebre nosotros, voy a buscar agua fría y algunos paños.
-Espera -Naruto apretó un botón a un lado de la cama y después de un momento se escuchó la voz de una mujer a través de la bocina.
-¿Diga?
-Shizune la señorita Sakura tiene mucha fiebre ¿Puedes traer algo para bajarsela? ¡Pronto! -pronunció con tono de alarma en su voz.
-¡Por supuesto!
Cinco minutos después llegó Shizune el ama de llaves, una mujer como de 50 años cargando una pila de toallas pequeñas y un par más grandes, seguida por Yamato que llevaba un par de baldes con agua fría.
-Shizune que bueno que llegas -suspiró Naruto.
-Calma, calma, lo primero que tenemos que hacer es cambiar todo esto porque está empapado en sudor y le puede hacer más daño, Yamato ¿puedes traer las sábanas limpias por favor?
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Promise me
Fiksi Penggemar-¡Prometemelo Naruto! -Te lo prometo Sakura-chan. Una separación. Él la olvidó, y con ella su promesa. Ella también siguió con su vida. Pero un horrible suceso lanzará sus planes por los aires y la conducirá sin saberlo, de vuelta al amor de su vid...