Capítulo 10

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-Oye, ya me puedes soltar.
-Oh si claro -Sakura se sonrojo y deshizo su abrazo.- Te... te ayudo.
-No, está bien, puedo sólo. Estoy mal de la cabeza, no de las piernas.
-No estás loco.
-No dije que lo estuviera.
-Pero lo pensaste que es lo mismo.

Naruto suspiro y puso los ojos en blanco. "No me agrada, creo que es adivina" pensó el. Comenzaba a sospechar que seria casi una misión imposible ganarle a ella una discusión. Se pregunto como sería enojada y se propuso hacerla rabiar alguna vez.

-Entonces eso es todo por hoy.
-¿Tan pronto?- preguntó Naruto.
-Pues... -Sakura miró su reloj- son casi las once, ni siquiera fuimos a cenar.
-Pediré algo -el hizo sonar la campanilla que ella tocaba al terminar las sesiones- Ahora que hemos llegado a esteb punto me gustaría seguir hablando.
-¿Estás seguro? No quiero presionarte.
-¿Qué en esta conversación se ha sentido como que me presionas? De hecho me parece más como que yo te estoy presionando a ti.
-No es eso es sólo que... Todo esto es extraño porque te estas mostrando tan abierto conmigo que yo...
-Ok, eso significa que quieres que sea serio.
-No, no, es que...

La pelirrosa se dio cuenta de que estaba balbuceando, estaba incluso más nerviosa que cuando lo vio le primera vez. ¡Dios Santo! ¿Se daría el cuenta de la cantidad de idioteces que estaba segura que había dicho? Dirigió sus ojos a Naruto y éste la observaba con un atisbo de diversión en sus azules orbes.

-Cielos, a veces soy muy torpe -dijo ella.
-También yo lo soy la mayoría del tiempo pero procuro que no se me note tanto.

Sakura lo miro con la boca abierta. El estaba tomandole el pelo, y el por su parte habría deseado tener una cámara para poder fotografiar su cara en ese momento. Ella era tan expresiva que parecía un libro abierto, aunque no hacia falta ser un genio para darse cuenta de lo que ella pensaba. Estaba felíz. Naruto empezó a considerar que quizá la loca era ella.

Luego de que les trajeran la cena comieron en silencio, sólo intercambiando palabras cuando era necesario o para hablar de temas banales. Sakura respeto su decisión, ya había conseguido acercarse así que temia que fuera demasiado pronto intentarlo otra vez y que volviera a cerrarse, mejor no arriesgarse. Cuando regreso a su habitación iba pletórica, estaba tan feliz que creía que estaba soñando, incluso se pellizco varias veces para comprobar que estaba despierta y su deseo se cumplió pues no pudo pegar el ojo en toda la noche. A la mañana siguiente se arregló lo mejor que pudo para que sus amigos no notaran las bolsas bajo sus ojos, aunque no era nada por lo que ellos tuvieran que preocuparse, sabía que a Ino no se le escapaba nada y podría comenzar a bombardearla con preguntas que ni ella misma sabría contestar. Aun no acababa de creerse del todo su nueva situación con Naruto pero temia que su inoportuna e indiscreta mejor amiga hiciera algún comentario al respecto. Como ya era costumbre, Naruto no se les unió para desayunar, ella sabía que no aparecería pero tenía la pequeña esperanza de que lo hiciera.

-Ayer cenaron tarde -comentó Ino.
-¿Acaso nos espías Ino cerda? -dijo Sakura recelosa.
-No, sólo digo que me pareció raro que les llevaran la comida tan tarde.
-¿Y tu donde estabas que lo viste?
-Eso no es importante y no me cambies el tema frentona.
-¡Claro que lo es!
-¿Que, un cambio de tema? Si, te lo estoy diciendo.
-No hablo de eso.
-Ah pero por supuesto que estas hablando de eso.
-Mentira podrida.
-La podrida es otra.
-Eso lo dirás por ti puerca.
-No, por tu madre.
-Con mi mamá no te metas.
-Entonces contigo.
- Si, conmigo... espera que
-¿Entonces en que estábamos?
-No me cambies el tema.
-¿Ya ves lo que se siente frente de marquesina?

Sakura abrió los ojos como platos e inmediatamente comenzaron a reír a carcajada limpia por la conversación tan ridícula de hacía un momento; Sasuke y Sai hicieron acto de presencia en el comedor.

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