Bienvenido al borde, querido amigo.
Bienvenido al final del mundo como lo conoces, a los callejones solitarios y los gritos nocturnos.
Bienvenido a tu nuevo hogar, nuestro hogar. El hogar de los rechazados, los fugitivos, de los locos y los mentirosos compulsivos.
Enhorabuena, ahora eres uno de los nuestros, ahora eres tan solo otro monstruo más.
Oh, tranquilo, no pongas esa cara, eso significa que te aceptamos. Pareces legal, confío en ti. Pero antes que nada, hay ciertas reglas, ¿vale?
Primero de todo: una vez que entras, no sales. Es sencillo de entender, ¿no?
Segundo: somos un equipo. Si cae uno, caemos todos. Y créeme cuando te digo que no querrás estar aquí si eso pasa. Yo que tú cuidaría mi espalda. Y, por supuesto, las ajenas.
Tercero: no existes. Sabes perfectamente a qué me refiero. Más te vale no olvidarlo.
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Palabras ignoradas
Short StoryEscribo para mí misma, no creo que a estas alturas nadie siga leyendo esta basura. Publico cada cinco meses (como mínimo) y no suele ser nada coherente.