holding on to you

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Hoy, como cada mañana, me has dado los buenos días con voz de domingo, me has arropado con tu olor a primavera y a mí ya solo podían salirme los te quieros.
Bonita y despeinada, recién amanecida y con los ojos de un dorado solar, te has abrazado a mis pestañas y me has suplicado cinco minutos más,

como si no supieras,
condenada,
que si en mis manos estuviera te daría una vida y las seis siguientes.

Cansada de imaginarte desde nuestra ventana, he salido a buscarte por las aceras y créeme si te digo que nunca has estado más preciosa.
Te he encontrado en todos los lugares que echaré de menos en agosto y en todas las voces que no me seguirán al fin del mundo.
He inventado un nosotras diferente, uno en el que vivimos todas las primeras veces que nos hemos perdido, en el que te echo de menos Navidad tras Navidad y bebo para olvidarte cada septiembre.

Me he preguntado qué habría sido de ti con un comienzo diferente, si todos los caminos llevan de vuelta a casa o si encontraría a otra a la que llamar hogar.

Mil y una veces he intentado perderme por calles ajenas, pero al final siempre duele.
Al final, la otra es más grande
y más cruel
y más afilada
y pudiendo partirme el alma en dos, la hace pedacitos casi sin mirar.
Hunde las uñas en mi espalda con cada abrazo y sí, me quiere, pero de una forma salvaje e impaciente que hace que duela más que sana.

sobre todo en invierno,

sabes de sobra cómo me quema el invierno.




[inacabado como todo lo que empiezo en mi puta vida]






Palabras ignoradasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora