BINGO, La Hermana de Amanda Cerny || Jacob Sartorius

Capitulo 6

Un largo tono de timbre resonó en el oído de todos.

El timbre de la salida.

Lo había olvidado, hoy nos iríamos de la escuela varios minutos antes, pero no pensé que sería momentos después de apenas entrar a clases.

Pero me emocioné más de lo que debía, pues el profesor gritó.

-Nadie se levanta hasta que la Srita. Cerny entregue su trabajo.

Puedo sentir a todo el mundo mirándome, algunos con mala cara pues ya quieren irse y otros esperando a que se lo entregue.

-Oh, lo acabo de recordar, está en mi casillero. Si quiere puedo ir mientras usted se queda esperando con los quejidos y abucheos de sus alumnos; pero creo que usted no quiere eso ¿Verdad?- dije con la esperanza de que me dejase entregarlo la próxima clase.

-Oh, lo acabo de recordar, no quiero. Si quiere puede esperar sentada en algún asiento de su casa, esperando por el próximo trabajo y de paso ya puede ir anotando un gran y colorido 'Uno' rojo en sus calificaciones de esta materia- dijo imitando mi acento anterior- Adiós clase, nos vemos la próxima - bajo su vista y voz a mi y me dijo- con permiso Srita. Cerny, me retiro.

Pasó por delante mío y salió por la puerta antes que muchos otros estudiantes desesperados.

Me di la vuelta en shock, levanté las cejas y cerré los ojos para dejar escapar una carcajada sarcástica. Pues no podía creer que mi promedio siguiera en uno.

-Hey, amm, ¿Estás Bien? Digo, a veces el profesor puede ser algo... estricto- un chico se había acercado a mi, este chico provocó un fuerte latido en mi.

Hunter.

-¿Que?, oh si, supongo. Te..te veo luego, adiós.

Lo esquivé, no voy a dejar mi objetivo por un par de palabras. Seguro todo volverá a la normalidad luego de eso, así que mejor no hacerse esperanzas.

Aún que intenté verme calmada frente a el, mi corazón latía con gran velocidad.

Caminé hacia mis cosas y las tomé. Pero cuando me di vuelta, un cuerpo chocó contra mi y caí al suelo.

Levante mi cabeza y me la toqué, pues había perdido el equilibrio y no me sentía muy estable. Cuando vi por el rabillo de mi ojo una mano, seguí con la mirada el resto del cuerpo de la persona y al llegar a su cara, sus ojos tranquilizaron mi corazón. Devolviéndole su palpitar regular.

Tomé la mano del chico y me levanté.

-Gracias- sonreí.

-No hay porque. Quieres... ¿Que te acompañe a tu casa?

-Eso sería lindo, seguro.

Caminamos a lo largo del pasillo y las miradas volvieron a nosotros, pero como siempre no iban hacia mi.

Sino a quien tenía cerca.

Pasamos por la puerta principal y caminamos a mi casa, la cual no estaba muy lejos de la suya.

-Entonces... ¿Por qué el repentino cambio de escuela, Jacob?

-Pues, hace bastante no voy a una y si mi carrera musical falla, es bueno tener recursos, ¿Sabes? Digo, si no lo logro, no me será tarde buscar una carrera y seguir con mi vida.

-¿Y por qué a esa en específico?

-No te estoy siguiendo si a eso te refieres, -rió- es sólo que Malorie ya me había hablado de ella y considerándola no nos pareció mala idea, además, aún mejor teniendo a mi mejor amigo ahí.