Revancha por tu amor

Capítulo 10 .- Un nuevo inicio.

Los personajes que aparecen aquí son obra de la gran Naoko Takeuchi, la historia es creación de mi loca imaginación.

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La obscuridad de la noche lo engullía todo, Serena miro alrededor cuando bajo del auto, observando detenidamente la obscuridad que se veía más allá de donde se encontraba, para después caminar lentamente hasta llegar a aquel lugar que había asistido a visitar.

Ni siquiera lo había pensado, había ido directamente ahí con la plena intención de recordar sus años de niñez, cuando había pasado largas horas, envuelta en la tranquilidad que la soledad de aquel lugar le brindaba.

Aquel Kiosco que su madre había cuidado con mucho amor y cariño, y después su nana Luna... Lo había cuidado para ella, Serena aun recordaba con cariño las tardes enteras que había pasado ahí cuando apenas era una niña.

Cuando al fin se sentó en la pequeña banca que estaba en uno de los costados del Kiosco, lo miro sorprendiéndose de que aun fuera tan bello, la casa había dejado de ser de su padre hacia algunos años, cuando se había visto obligado a venderla para poder rescatar las acciones hoteleras, había sido lo único que había podido rescatar, antes de que su corazón se detuviera ante tal escenario... Su padre no había soportado quedar en la ruina.

El Kiosco seguía tan bello como lo recordaba, había flores de todos los colores decorando y rodeando los bordes, también enredaderas que adornaban la estructura completa. Por algún extraño motivo estar ahí la reconfortaba, la llenaba de seguridad, la hacía sentir cerca de su padre y de su madre.

—Van a ser abuelos —Susurró suavemente mientras acariciaba su vientre plano con cariño —Quisiera poder verlos una vez más... Papá quisiera que me explicaras que fue lo que paso, cual es el motivo para que Darien me odie tanto, sé que no lo creerán pero... Él es el padre de mi hijo.

Siguió ahí pensando en que hacer de ahí en adelante con su vida, lo único que tenía claro era que seguiría adelante, que ahora tenía la fuerza para seguir, su hijo lo valía todo.

Varios minutos después el cansancio comenzó a vencer a Serena, así que sin pensarlo abrazo sus propias rodillas, intentando relajarse un poco mientras pensaba a donde ir, sin poder evitarlo, Diamante nuevamente comenzaba a inundaba sus pensamientos, en específico aquel día en que todo había comenzado, el día en que su vida había cambiado por completo, el día en que Diamante le había informado de su más grande desfachatez.

—Hay algo que tienes que hacer por mi querida —Le había dicho Diamante aquel día en cuanto Serena entro en el estudio, él parecía nervioso mientras bebía de una copa en su mano.

—¿De qué se trata Diamante? —Preguntó Serena sin interés, hacía mucho que había dejado de importarle lo que Diamante hacía.

—Sabes que eres lo más valioso que poseo... —Dijo aún más nervioso, Serena sospecho que lo que Diamante le iba a decir no le iba a agradar para nada, pero él continuó —Y tengo ciertos problemas financieros y necesito de tu ayuda —Dijo mientras ella fruncía el ceño ya que él sabía perfectamente que ella no tenía ni un peso para apoyarlo de ninguna manera.

—¿Y yo... Que puedo hacer al respecto? —Preguntó Serena recelosa.

—Veras, hay alguien... Por así decirlo... Que requiere tu compañía por algunos días —Serena no comprendió lo que Diamante le estaba diciendo, así que se limitó a mirarlo intentando darle sentido a sus palabras –Bueno no solo tu compañía... Tendrás que ser... Ser un poco cariñosa con el... —En ese momento Serena entendió a lo que se refería.