Capítulo 20 .- Una precipitada decisión.

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Los personajes que aparecen aquí son obra de la gran Naoko Takeuchi, la historia es creación de mi loca imaginación.

Prohibido copiar, transcribir, alterar, almacenar o publicar esta historia en cualquier plataforma o grupo, sin mi autorización previa y por escrito.

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Cuando llego la mañana Serena abrió los ojos, el sol alumbraba la habitación de una manera encantadora, dando a todo alrededor un ambiente de calma y tranquilidad, sin poder evitarlo sonrió, presa de pronto de una extraña paz.

Poco tardo en mirar a su lado, solo para encontrarse con la mirada zafiro de Darien, que aún seguía envolviéndola en un cálido abrazo y la miraba con extrema concentración, ella sonrió aún más, él sostuvo entre sus dedos un mechón de su rubio cabello para después colocárselo, con extrema suavidad, detrás de la oreja.

―Buenos días ―Saludó él con una tranquila sonrisa en los labios.

―Hola ―Dijo ella, sin poder evitar que un suspiro saliera de sus labios.

Ambos se miraron sin decir nada, contemplándose con una extraña adoración en la mirada. Serena se sentía tan reconfortada al estar entre los brazos de Darien, sobre todo después de la extensa y reveladora charla que habían mantenido la noche pasada. Le gustaba pensar que a partir de ahora las cosas irían mejor, ya no había nada que enturbiara los días venideros.

Tal vez se estaba precipitando un poco, se dio cuenta, aún quedaban muchas cosas por arreglar, como Diamante y otra cosa que la perturbaba era aquello que Diamante había dicho aquella noche en la recepción ―Aun le guardo un secreto a tu padre ― Le había dicho y ella no estaba muy segura de creerle, aquello parecía más una artimaña para hacer que callera en la curiosidad y acudirá a él, por eso había decidido no pensar en eso. Pero para su desgracia había funcionado, había despertado su curiosidad, aun que estaba muy segura de que no estaba lo suficientemente desesperada para buscarlo... Eso nunca.

También y mucho más importante su futuro, del cual aún no estaba segura cual seria, aún no había tomado una decisión. Y si era honesta consigo misma, deseaba con todo su corazón quedarse con Darien, pero había algo que enturbiaba esa decisión y era el saber que la había amado, en el pasado...Había dicho, te amaba, y no; te amo.

¿Algún día podría volver a amarla? ¿Estaría dispuesto a intentarlo? ¿O simplemente estaba a su lado por el hecho de que estaba esperando un hijo suyo? Aunque también estaba la culpa que él podría sentir, después de todo, el hijo que estaban esperando era el resultado de su venganza, cosa de la que ahora, estaba más que segura, de la cual se arrepentía... ¿Seria que estaba intentando enmendar aquel error, enmendar el daño que le había causado?

Sabía que aunque le pesara, su decisión dependía de él, si estaba dispuesto a amarla nuevamente, o por lo menos a intentarlo, se quedaría de buen grado intentando que su amor llenara a Darien, intentando cada día recuperar el tiempo perdido.

Pero si no era así, con todo el dolor de su corazón, se marcharía, no podía obligar a Darien a una relación sin amor... Definitivamente ambos se merecían algo mejor, una relación colmada de amor.

Definitivamente, y esperaba no sonar egoísta, no se conformaría con menos, quería ser amada, de una manera intensa, abrazadora y también noble, jamás había conocido lo que era que alguien la amara de verdad, y ahora era lo que más deseaba.

Siguieron mirándose por unos momentos más, hasta que de pronto alguna idea cruzo por la mente de Darien, ya que sus ojos se ensombrecieron mientras respiraba con brusquedad.

Revancha por tu amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora