Capítulo 2

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Enzo

Estaba preocupado por lo que le había sucedido a Jamie hacia un par de días atrás, pero el fantasma de Damon se había quedado con ella, y cuando el despertara aquí en Mystic Falls, la olvidaría y Perry cuidaría de ella. Comencé a buscar a Araceli, pero no la encontré, sin embargo me encontré de nuevo con Damon, la primera vez luego de que me hubiera dejado en la casa de los Augustine. No le tenía rencor, al contrario, hizo lo que quizá yo también en ese momento de desesperación y de muerte inminente. Ahora, si lo mataba, Jamie me iba a matar después, así que lo deje por la paz.

-Buenas noches, bourbon- dije sentándome a su lado, me miró de soslayo y luego me miró de frente.

-E...Enzo.-

-Hola Damon.-

-¿Cómo...?-

-Una larga historia.-

-Perdóname, yo nunca quise...-

-Necesito tu ayuda amigo.-

-Enzo...-

-Se lo que sufriste ahí, que no fue más de lo que yo lo hice, para mi suerte me encontré con 3 personas que me han ayudado a superar eso, te la puedo presentar, ella te hará olvidar todo eso.-

¿Cómo te ayudo?-

-Estoy buscando a Araceli Mikaelson.-

-¿Qué?, Enzo ¿Qué tienes que ver con los Mikaelson?-

-Tengo un mensaje que darle.-

-Ella... no está en Mystic Falls.-

-Uhm... ahh por cierto me dijeron que te entregara esto, y que te dijera que con esto puedes detener a Mikael Mikaelson.-

Entregué el anillo de Jamie, y él lo miró y lo estudió, de pronto sus ojos se tornaron expectantes.

-¿en dónde está?-

-¿Quién, Mikael? Vamos Damon voy llegando de Somerset, ¿cómo pretendes que sepa en dónde está?-

-No sé en donde esta Araceli, pero sí sé algo de ella, te lo haré saber.-

-Este es mi número, estaré hospedándome en...-

-En mi casa-

-Alexander...-

-Damon, ¿Dónde quedan tus modales?-

-Lo siento, abuelo...-

-¿tu abuelo? Damon, no me dijiste eso.- comenté ante la frase de mi amigo.

-Enzo, él es Alexander Grayson.-

-Mierda, de modo que usted...-

-Sí, así es yo soy Alexander Grayson.-

-Un gusto señor.-

-¿de qué parte de Reino Unido eres?-

-Londres.-

-Igual que mis nietos, y mis bisnietas.-

Ahí el hombre había cometido una indiscreción porque miro de soslayo a Damon, quien de inmediato se puso de pie y salió enfadado. Saqué un sobre de mi chaqueta y lo entregué.

-Jamie me dijo que se lo entregara-

-Ella... ¿ella está bien?-

-Dentro de lo que cabe, si.-

-Me siento impotente al no poderla ayudar.-

-Me ha enviado a cuidar a su hermana, pero ni Damon, ni nadie saben en donde está.-

-Está en Nueva Orleans, en el Barrio Francés, con mis nietos, Niklaus y Elijah-

-¿Qué?-

-Sí, con Niklaus y su padre Elijah Mikaelson-

Llevé mis manos a mi cara en señal de incredulidad.

-No puede ser.-

-¿Qué?-

-Todo este tiempo he estado conviviendo con una original.-

-Ella no es cualquier original, Enzo.-

-¿Qué quiere decir con eso?- Pregunté.

Damon

-Ella es el balance de lo sobrenatural Enzo.- Dije, respondiendo a la pregunta de Enzo, el rostro abuelo se tornó en seriedad absoluta.

-Damon...-

-Vamos a la casa, necesito hablar con ambos- dije y salí apretando con fuerza su anillo, estuviera en donde fuere ella estaba limitando su poder a las noches.

Todas las luces de la casa estaban apagadas, incluidas las de la sala de estar. Stefan debía de haberse acostado ya. Con todo, contuve la respiración mientras pasábamos sigilosamente las oscuras ventanas, seguí conduciendo hasta la casa de Alexander. Ambos me miraban, expectantes a mi reacción.

Los faros del automóvil iluminaban sólo una pequeña porción de la orilla situada bajo el puente, ya medida que se alejaba de la estrecha cuña de luz, sentí un nauseabundo estremecimiento de aprensión. La Muerte aguardaba, había dicho la voz que escuche hace unos días. ¿Estaba la Muerte allí abajo? ¿Aguardaba ésta a Jamie o incluso a Araceli?

-Tenemos que asegurarnos - dije venciendo la opresión del pecho, y me adentré más en la oscuridad, tanteando el camino porque no veía nada. Pero por fin tuve que admitir que no había la menor señal de que allí hubiese habido alguien recientemente.

-Quiero la verdad, no omitan nada, ¿en dónde está y que me hizo?- pregunte tratando de sonar lo más comprensible posible.

-Te hipnotizó para que la olvidaras, pero veo que la compulsión no ha resultado-

-Enzo...-

-Es la verdad, yo no sabía toda la verdad, solo sabía que ella me dijo que no le recordabas, me dio su anillo para que pares a Mikael.-

-Lo puedo parar, pero no puedo comprender porque me hace esto.-

-Damon, ella tiene sus motivos, no pude persuadirla, incluso mis nietos y Araceli no la recuerdan.-

-¿Por qué lo hizo?-

-Por protegerlos, ella tiene un defecto, que sin duda ha heredado de mi hija, de Mikael y de todos sus tíos y su padre.-

-¿y es?- pregunté.

-Sacrificio-

-Ella... no entiendo nada- dijo Enzo mirándome y sentándose en el sillón más cercano.

-Damon, tienes que dejarla hacer lo que tiene que hacer-

-Yo solo sé que tengo que cuidar a Araceli- dijo Enzo –Y no sé por dónde empezar.-

-¡¡¡Damon!!!-

-¡¡¿QUE QUIERES STEFAN?!!- grité, creo que no lo había escuchado antes.

-Escuche a Araceli.-

-¡Hurra!-

-No seas tan idiota, Araceli está encerrada en algún sótano, parece que lleva un par de semanas.-

-No la siento.- dije cerrando los ojos.

-Es porque alguien está limitando o apagando su poder-

-¿Quién te lo dijo?-

-La escuché, y luego la vi, mientras dormía-

In The Shadows: Born To DieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora