Capítulo 5

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Araceli

Había olvidado por qué estaba aquí, por qué me habían arrastrado allí los ecos de la pelea en su mente. A tan poca distancia, el clamor de su rabia, su odio y su dolor era casi ensordecedor, como gritos silenciosos surgiendo de los combatientes. Estaban enzarzados en un combate a muerte. Escuche el alboroto afuera... La voz de Nik inundo mis oídos.

-devuélvemela-

-así que el hibrido original tiene un punto débil-

«Me pregunto cuál de ellos vencerá», pensé, pero escuché una voz

-Araceli...-

-¿Stefan?-

-shhh, te voy a sacar de aquí.-

Afuera se escuchaba la pelea. Stefan se acercó a mí, desatándome, y ofreció su cuello Cerré los dientes sobre su garganta y mordí profundamente. Advertí el momento que no lo hacía como era debido. No había alcanzado una arteria o una vena. Ataqué la garganta, furiosa ante la propia inexperiencia. Nunca me había visto en la necesidad de recuperar mis poderes híbridos con sangre de vampiro o con sangre de algún humano, nunca me había puesto en esta situación. Resultaba satisfactorio morder algo, pero no salía demasiada sangre. Contrariada, alcé la cabeza y volví a morder, sintiendo que el cuerpo de él daba una sacudida de dolor. Succioné alrededor de un minuto hasta que sentí que quería liberarse. Lo solté.

-Perdóname.-

Niklaus

Ver a mi hermana apoyar a Marcel me dio más rabia, era su sobrina, era yo su hermano, era la hija de Elijah.

-No... Niklaus no lo hagas, por favor-

-Mantente fuera de esto Rebekah, no quiero hacerte daño...-

-¿No quieres hacerle daño? Ya se lo has hecho lo suficiente.-

-No Marcel, no lo provoques más.- Estaba asustada.

-Rebekah, es la última vez que te lo digo, mantente fuera de esto, me la va a devolver así tenga que sacarle el corazón a todos y cada uno de sus vampiros.-

-Podemos llegar a un arreglo quizá.- dijo.

-No pienso llegar a un arreglo en cuanto a Araceli se trata, no lo he hecho antes, menos ahora, me la devolverá o verá a todos sus compinches muertos. Es por ella, se lo debemos.-

Con la cabeza gacha salió de la que solía ser nuestra casa un par de siglos atrás

-haz lo que mejor te parezca- dijo retándome.

-perfecto, que comience la cacería-

-atrápenlo- grito, las cadenas de verbena ataron mis muñecas e intentaron someterme, los dejé solo un instante. Vi a lo lejos a Stefan, le tendieron una emboscada. Me enfade. Acabe con los vampiros de Marcel en un minuto.

-pase lo que pase, corre, huye a la plantación, yo me encargo de ellos Ari- dije, sabía que me escuchaba.

-Vamos, ven termina esto-

Damon

-Damon, ¿no piensas ayudarle?-

-Cállate Enzo, estoy buscando a Elijah-

Cuando llegamos a la plantación donde se encontraban los hermanos, Marty abrió la puerta.

-¿Dónde está Elijah?-

-En la sala, se desvaneció.-

-¿Podemos entrar?-

-Claro, entra.-

Entré, pero Alexander y Enzo se quedaron afuera.

-Lo siento, Pasen.-

Cuando lo vi, estaba como aquella noche, débil y desvanecido en la alfombra. Me acerqué y mordí mi muñeca, abrió los ojos ante el inminente aroma de mi sangre.

-Bébela-

-No bebo de vampiros.- dijo sonando débil pero a la vez diplomático

-Debes beber de alguien para que salgas a ayudar a Niklaus a salvar a tu hija-

-¿qué? ¿Dónde...?-

Pregunto intentando ponerse de pie con dificultad.

-un tal Marcel Gerard la tiene...- dijo Alexander mirándome.

-Lo voy a...-

-harás lo que quieras pero debes beber sangre-

-eres un... Vampiro ¿Lo olvidas?-

-no, pero recuerda que puedo ofrecerte....-

-aliméntate de mí- dijo la chica. Cuando la mire presentí algo, pero no lograba entender que era. Cuando hablo lo hice. Su aura tenía algo nuevo, algo puro. Percibía una naturaleza como a la que yo me estaba acostumbrando en estos últimos meses.

-Hazlo-

-no puedo... Esta... Está embarazada-

La mire y ahí entendí todo.

-bebe su sangre- sentencie.

-no puedo-

-¡hazlo o beberás de la mía!-

-pero...- me enfade y mordí mi muñeca y lo obligue a beberla. Comenzó a tomar color, pero no del todo.

-acércate, dale tú también...-

Se acercó a mí y estiro el brazo. Lo hice que bebiera de ella. Ella estaba embarazada de Niklaus. Cuando la toqué lo sentí, era una fuerza poderosa, la cual ni siquiera me repelía. La sangre limpia y pura de ese nuevo bebé que era como Jamie y como Araceli y como yo lo levantarían de inmediato y así fue.

-¿Donde...donde esta?-

-en La Rue Bourbon, Stefan se está encargando de sacarla de ahí, Niklaus...-

No me dejo terminar y salió de la casa.

Elijah

Cuando me dijeron donde podía encontrarla me urgí a ir por ella. Entre a la casa y Niklaus estaba destrozando a todos y cada uno de los vampiros de Marcel. Rebekah me miró y huyo. No podía creer eso, mi propia hermana nos había traicionado y le había puesto en bandeja de plata a mi hija, a su sobrina, a su propia sangre.

-Niklaus-

-¿Dónde está?-

-búscala... Si la encuentras... La bruja es tuya.- dijo con sorna, Le miré, incluso antes de que Niklaus lo tomara por su estúpida camisa, lo arrinconé...

-Dime en donde está la chica o yo mismo te sacaré el corazón.-

-Elijah, mejor llévate a Klaus, aquí no hay ni nada, ni nadie que ustedes estén buscando, si se van... le disculparé que arrasó con mis vampiros.-

-No estoy negociando contigo Marcel, te olvidas que por tus venas corre sangre de original, y no quisiera derramar mi propia sangre.-

-Klaus fue quien me convirtió.-

-Sí, pequeño miserable, pero tienes secuestrada a mi hija, y si no me la devuelves ten por seguro que haré lo que esté en mis manos para desaparecer esta maldita ciudad.- lo dije con la certeza de que Damon estaba ahí.

-No sé de qué me hablas.- dijo mofándose. Giré la cabeza en dirección a la puerta

-Hazlo Damon.-

-Como órdenes.-

Ҳ

In The Shadows: Born To DieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora