Capítulo 16

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Carrie

Ya que no pude encontrar de nuevo a esa chica, ni a su esposo en San Remo, fui a Nueva Orleans, ahí encontraría a alguien que si me diera información de Niklaus, de hecho había un rumor... Jamie y Araceli Grayson, quienes por supuesto llevaban el apellido de un original, No tenía idea de que tal original, pero no conocía a nadie antes de los Mikaelson. Las busque por mar y tierra, iba saltando de cuerpo en cuerpo, de era en era, pero nada, hasta hacia 2 meses en San Remo encontré a esa descendiente. Así que como bruja podía entrar a la casa en la que vivía la tal Araceli, parecía ser que nadie recordaba a Jamie Grayson, de hecho desapareció de la faz de la tierra. Comencé a hacerme presente en la loba que estaba embarazada y bajo la protección de los Mikaelson.

Cada noche, hacia una semana, entraba y dejaba una marca en el cuerpo de la chica. Quien, al parecer no decía nada a los Mikaelson. Esta noche volvería de nuevo, pero esta vez dejaría una nota a su lado.

Entré a la casa en silencio, solo se escuchaba un cotilleo, tal vez la televisión de la chica. Cuando miré, de hecho, era el televisor. Pero ella no estaba en la habitación. Abrí la puerta de a poco.

-¡Enzo!-

-¿dime preciosa?-

-¿Y Martine?-

-Aquí conmigo, estamos cenando-

-Escuché ruidos arriba-

-Debe ser el televisor, lo dejé encendido.-

-Oh, eso debe ser.-

-¿Qué piensas salir o qué?-

-Enzo...-

-No, no... Alexander me ha dado una orden y no pienso desobedecerlo.-

-Enzo cariño, solo estaré en los alrededores de la plantación, puedes llamarme y vendré-

-Promételo Ari, promételo.-

-¿Cuándo un británico ha roto una promesa?-

-Nunca.-

-Cuida de Marty, estaré cerca.-

-Vale.-

La chica salió, estaba sola en casa con una licántropo y con un vampiro, era sencillo lidiar con un vampiro cualquiera, podría dormirlo y la chica no se daría cuenta. La puerta se cerró. Minutos más tarde ya no la sentí. Me metí detrás de la columna cuando los escuché subir las escaleras.

-Gracias Enzo, creo que no había sido acompañada a la mesa desde...-

-¿Desde que llegaste aquí?-

-No, desde que mis padres murieron.-

-Eso sueña a mucho tiempo.-

-Tenía como 1 año.-

-Caray, lo lamento-

-Descuida, ya lo olvide.-

-Espera.-

-¿Qué?- dijo la chica al verlo pararse en seco.

-¿De quién son estas pinturas?, yo conozco casi todas las obras de arte de los maestros..., pero esta no.-

-De Niklaus, pinta cuando está enfadado-

-Oh. Ya veo... hey, ¿Por qué tú tienes televisor en tu habitación y nosotros no?-

-No lo sé.-

-Ha, te tengo pequeña desgraciada-

Dijo tomándome por sorpresa, le lancé lejos y causé un aneurisma, la chica cayó de rodillas. Llevando las manos al vientre abultado, ¿Quién era ella y que hacía ahí?

-¡¡Araceli!!- dijo la chica entre el dolor que le estaba provocando, pero ella no era una vampiresa, ella cayó de rodillas.

-¿Qué demonios te pasa?- dijo ella postrándose frente a mí, había aparecido exactamente frente a mí.

-Vaya, vaya... Araceli Grayson-

-¡Mierda!, ¿Francesca?- dijo levantando su mano rebotando mi poder, el vampiro dejó de sostenerse la cabeza, pero la chica sangraba de la nariz e incluso había caído desmayada. –Enzo... llévala a su habitación.-

El vampiro y la loba se alejaron así que decidí no luchar contra ella.

-Vamos Araceli, no te voy a hacer daño-

-No, si eso lo tengo claro, no puedes hacerme daño.-

-Solo quiero conversar contigo. Sobre ti, sobre mí, tu hermana, las mías... y...-

-¿Quién más?- dijo a la defensiva

-Tu abuela me ha encomendado una misión, y antes de que la realice quiero ver si ustedes...-

-Ni lo sueñes.-

-no sabes que es lo que diré.-

-Pero no acepto tu oferta, no hago tratos con viajeros.-

-Ha ha ha, pequeña deberías, tratar con lobos y vampiros solo te crea mala reputación, a ti a una bruja original.-

-Veo que no sabes nada de mí.-

-Se mucho más de ti, que tú misma.-

-¿Ah sí?-

-Por supuesto, al menos sé quién es tu padre.-

Me miró expectante, pero la voz de ese vampiro la hizo que desviara la mirada

-Ar...-

-¿Qué sucede?-

-Ella... está sangrando.-

-¿Qué?- lo miro y volvió la mirada a mí. –Si le pasa algo a la bebé de Niklaus te voy a destrozar, vas a desear otro cuerpo- dijo caminando hasta la habitación de la chica, caminé tras ellos. Sorprendida, ¿bebé de Niklaus? ¿Que demonios?

-Marty...-

La chica se encontraba sudando y sangraba, temí por lo que hubiera podido hacerle, no medí las consecuencias y ahora estaba amenazada.

-Le daré unas hierbas para que...-

-No te acerques a ella- Dijo mirándome de manera inquisitiva, estaba aterrada, la chica presentaba una hemorragia. ¿Cómo puede ser esto posible?

-Llámalo.-

-No Ara.-

-Llama a Damon, no podemos... llámales!-

-Pero...-

-Llámales, tenemos que resolver esto antes de que ellos vuelvan.-

-Tengo una mejor idea.- dije –llama a tu madre.-

-¡¡¡cierra el puto hocico!!!-

-Araceli...-

-Shh, tranquila, yo te voy a...-

-La bebé.-

-¡Mierda Enzo llámalo!-

El chico sacó su móvil, digitó un número, pero ante la inminente negativa a responder la miro y negó.

-Si... no quería llegar a esto, pero si, hazlo.-

-Perry, necesitamos de tu ayuda. Por favor- dijo Enzo

Una órbita se apareció y un joven ángel apareció.

-Vaya te ha de estar matando llamarme con educación.- dijo el chico, me miró con sorpresa o no sé. ¿Quién diablos era él?

In The Shadows: Born To DieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora