Marty
-estoy bien.- dije, luego de que me ayudaran a ponerme de pie e insistieran en que estaba mal, y que me revisase un médico.
-al menos déjame revisarte.- dijo ella, no tenía por qué hacerlo,
-está bien-
-Su bebé la curó-
-cielos tía... Si.- dijo mirándola. Era inaudito. Estaba embarazada, era licántropo pero por mi naturaleza no podía curarme, pero estaba curada.
-lleva la sangre de Klaus dentro, eso tuvo que ser-
-Tía...-
-lo siento amor, pero es la verdad-
-lo sé, ¿Te sientes bien?- preguntó ella con la mirada triste
-sí. Esta vez no fue nada-
-Rebekah... Gracias...-
-¿porque Martine?-
-por todo, tú fuiste el blanco-
-lo sé, Marcel es igual que Niklaus-
-Puede ser muy persuasivo- dije riendo
-Marcel es posesivo porque lo aprendió de mis hermanos-
-podremos quitarle esa altanería. Es una desgracia que ande desperdiciando nuestra noble sangre en zánganos inútiles- dijo Araceli con algo de sorna
-haha- reí, pero Rebekah la miró, ella sabía que lo decía por coraje e ira.
-te dejamos descansar- dijo. Salieron de la pieza y me quedé dándome un baño. Estaba disfrutándolo demasiado, le había puesto varias lociones caseras de diferentes hierbas
Aunque algunas cosas, últimamente no parecían lógicas o incluso, extrañas sucedían en las últimas semanas: cada vez que amanecía, me despertaba y notaba pequeñas heridas en mi piel en brazos, piernas, manos, muñecas.
No sabía exactamente que sucedía en las noches cuando dormía ni quien lo hacía o por qué nadie escuchaba o lo sentía entrar tampoco, o quizás sí, y tal vez también permitía que entraran a hacerlo y no le decía a nadie. Era una posibilidad. Aun así, lo mantenía oculto del resto, incluyendo a Araceli, lo que menos quería era que pensasen mal de cualquiera de ellos y sin razón... o con justa razón, según...
El día paso rápido, hice mis quehaceres diarios como buena ama de casa que era, desde muy niña tenía que valerme por mi misma, pero ellos habían puesto a alguien para que se encargara de la casa, yo solamente me limitaba a hacerme de comer y a leer, ya no salía de la casa desde el ataque y antes que llegase el ocaso comencé a preparar la cena, mientras lo hacía escuché como Araceli entraba con Enzo riendo y entraban a la cocina, cuando quise ponerme el cardigán para cubrirme las heridas Araceli me tomó del brazo.
-¿Qué es esto? ¿Con que te lastimaste?-
-No lo sé, creo que con la puerta cuando salí de bañarme-
-Martine, ¿Quién te hizo esto?-
-Nadie- dije nerviosa
-¿Fue él?- preguntó, refiriéndose a Klaus.
-No.-
Quería preguntarle de una vez si él era quien me lastimaba o si sabía que sucedía, pero tenía miedo. De pronto, Niklaus entró a la cocina.
-Que delicioso huele, desde que abrí la puerta me llegó esté aroma a...-
-Solo dime que no eres tú o que sabes quién es...- dijo ella, Enzo la miró, con él en la cocina, era seguro que ella que no haría nada contra él.
-¿De qué hablas? -Pregunto confundido, ella dio un paso hacia él, casi con tono de súplica. Y le mostró mis heridas.
-Solo dímelo... por favor Klaus- Él suspiro pesado y miró mi brazo.
-Sé más específica, Araceli-
Exigió, a medida que se cruzaba de brazos y volvía la vista a ella.
-¿Que a que me refiero?- Preguntaba ella ironizando, casi conteniendo su rabia. De pronto se levantó la manga de su blusa y dejo ver pequeñas heridas aun bien marcadas, algunas viejas y otras nuevas. En su piel, iguales a las mías -¡A esto me refiero!-
El hombre miró las heridas y sin darse cuenta, la sonrisa que tenía se convirtió en una sombra.
-No sé qué es eso y no sé quién lo hizo- dijo sincero.
-Mírame Niklaus y júrame que no tienes nada que ver con esto o me obligarás a...-
-No lo sé, nunca les haría daño- dijo mirándonos a ambas.
-ME VALE UNA MIERDA, ¿SABES QUIEN LO HACE?-
-Seguramente es Marcel con ayuda de su bruja-
-¿En dónde lo encuentro?- preguntó.
-¡No!- dije de inmediato.
-Martine, esto no está a discusión.-
-Araceli, espera, yo no sé quién sea, pero podemos averiguar. Primero investiguemos quien lo hace, después harás lo que quieras-
-¿Quién hará lo que quiera?- preguntó Rebekah seguida del abuelo.
-Yo- dijo ella –Alguien ha estado lastimando a Marty por las noches, esas marcas me aparecen a mi.- dijo mirando de nuevo a Niklaus.
-Nik... ¿tú no...?- negó con la cabeza.
-¿De quién sospechan?-
-De Marcel, él fue quien la lastimó el día del ataque.-
-Mmm, buena teoría, la bruja sabe del embarazo de la loba- dijo Rebekah.
-Así es.- Araceli me miró. –Enzo, cariño, te voy a pedir que...-
-Considéralo hecho, seguiré a Marcel.-
-No, espía a la bruja, de Marcel me encargo yo.-
-No amor, lo hago yo- dijo Rebekah.
-Araceli, será mejor que tú te quedes con ella, esta noche puede volver, así es más fácil que si te ve no les haga nada.-
-Puedo apagarme.-
-Que no te sienta, pero quédate con ella.- Araceli asintió de mala gana ante las órdenes de Alexander. –Lorenzo, te quedarás a cuidarlas, Niklaus, Elijah, Rebekah y yo saldremos a vigilar a Marcel y a sus compinches.-
-Lo que ordenes abuelo.-
Los miré a todos, no me gustaba estar encerrada en esa casa, sola, no tenía nada que hacer y eso me ponía de malas. Cuando levanté la cabeza, todos excepto Enzo habían salido de la cocina.
-Dime- le dije
-No, nada, solo vi que ibas a cenar y quise acompañarte.-
-Oh, gracias, a decir verdad, me estoy acostumbrando a comer, cenar y a hacer todo yo sola.-
-Sé lo que es estar solo, viví mucho tiempo solo, desde los 12 años, mis padres murieron y me quedé internado en el colegio militar de mi época, era rico, y fui general de la milicia real- comentó sentándose frente a mí.
-¿Cuántos años tenías?-
-Mmm 24, estaba por cumplir los 25 cuando morí.-
-¿Quién te convirtió? ¿Elijah?, ¿Niklaus?-
-No, lo hizo una vampiresa.-
-Y seguramente te rompió el cuello.-
-Morí con su sangre en mi sistema, morí de tisis.-
-Oh, lo siento.-
-Descuida lindura, cualquier cosa es mejor que vivir pegado a una cama tosiendo con sangre.-
Sonreí. Por primera vez me sentía vista por alguien, y no asediada por nadie.
-¿Por qué todos los británicos tienen que hablar así?
-¿Cómo cariño?-
F~
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In The Shadows: Born To Die
VampirosCuando el orden natural de la tierra se ve afectado por la brujería, la propia naturaleza se ve obligada a crear un orden. Luego de varios siglos vagando por el mundo, los vampiros originales, han creado una línea extensa de sangre, los hombres - lo...