Araceli
Después de negarme rotundamente a darle una vida de paz a Stefan se fue enfadado. Regreso a Mystic Falls con la... Tenía que entrenar a la nueva vampirita. Damon se había ido hacia unos días seguro estaba buscándola.
-¿puedo pasar?-
-pasa tía-
-Ari... Cariño perdóname.-
-¿Porque?, tu no sabías que me tenía ahí. Si lo hubieras sabido, sé que me habrías sacado-
-lo habría hecho. Peque... Nik está cabreado conmigo. Vengo a decir adiós-
-siempre esta cabreado, con todo y todos-
-hah... -
-Rebekah, por fin te veo salir de tu celda de castigo-
La voz de Niklaus inundaba el salón.
-Niklaus es de mala educación escuchar las conversaciones ajenas- dije.
De inmediato se lanzó a Rebekah tomándola del cuello contra la pared. Me puse de pie.
-déjala Niklaus-
Rebekah intentaba zafarse.
-¡he dicho que la dejes!- grite y levante la mano ella cayó y él de rodillas tomándose la cabeza.
Baje la mano. Se puso de pie y me acorraló tomándome de los brazos.
-Es la última vez que lo haces y sales limpia, la próxima voy a olvidar lo que significas para mí- lo mire asustada y me arrepentí al escucharlo decir eso.
-basta Nik... Tu enfado es conmigo- dijo Rebekah.
-¿La defiendes?, ella es la responsable de tu secuestro, cada vez que ella se mete a la cama de Marcel Gerard algo tiene que pasar... esta vez fuiste tú-
No podía salir de su agarre, estaba asustada, nunca lo vi tan cabreado conmigo, de hecho creo que nunca había estado cabreado conmigo, recordé las miles de veces que me decía que yo era su chica favorita. Ahora, ya no lo era.
-Me dejas por favor.-
-No puedo.-
-Suéltame Niklaus.- dije, de momento dejó de apretarme solo me sostuvo –Solo... no lo hagas, ojalá tú supieras lo que duele.- dijo soltándome. Agachó la cabeza y caminó de vuelta a las escaleras. No supe si lo decía por el aneurisma o por otra cosa.
-¿estás bien Ari?-
-Si.- respondí. Cuando miré en dirección a las escaleras, el subía lentamente. Y sentí como algo frío cruzaba por mi pecho. –Ah.-
-¡Ar!, ¡no!- alguien había lanzado una flecha con una pócima efectiva para dormir mis poderes, pero esta vez no estaba sola ni lo permitiría, solo caí de rodillas.
-Estoy bien, tranquila- dije quitándome la flecha
-Araceli... ¿Qué demonios?-
Rebekah se puso de pie mirando por los alrededores, de pronto una puntería perfecta era requerida para dicha hazaña. Lanzaron una daga de plata con roble blanco y cayó justamente en el corazón de mi tía.
-¡Bekah!- dijo Niklaus. Se acercó y trató de quitársela, pero venía con un poderoso hechizo.
Por lo menos unos 50 vampiros aparecieron en las orillas de la casa, no podían entrar por supuesto, Marty era la dueña, papá lo había planeado así, a pesar de ser Mikaelson, y los dueños de esos acres, ella por ser la única humana, debía ser la dueña, por la nueva Mikaelson, así que ella nos mantenía a salvo. Pero algo cambio la situación, Marcel tenía a Marty en sus manos, ella estaba llorando hincada en la puerta con la mano en su apenas abultado vientre, con sangre en ellas, Marcel la había amenazado con matar a la bebé y la obligó a invitarlos a entrar
-¡Martine!- Niklaus al verla en esa situación se puso agresivo. –Suéltala Marcel-
-Te lo tenías bien calladito... ¿Qué pasa con la brujería de todos modos?-
-Haz tocado una fibra sensible del híbrido- dijo uno de sus compinches, ver a Marty llorando por que la había obligado era algo por lo que me sentía cabreada, nunca me había sentido así, salvo cuando los Augustines usaron a mi hermana como canalizador de poder para no sé qué tantas sartas de mierdas.
-Suéltala.- mi padre en la cima de la escalinata de mármol, con su impasible voz atrajo la atención de todos. –He dicho que la dejen-
Marcel la tomó del cabello y la lanzó por la casa, cuando hizo esto Klaus se lanzó a él y comenzaron a pelear, un grupo de estúpidos y recién engendrados vampiros se acercó a mí, una batalla de alrededor de 10 minutos sin que el abuelo se interpusiera, de hecho, él fue quien alejo a Marty y a Rebekah de la sala. Al todos esos vampiros creerme bruja, nunca esperaron que mi furia al ver volar a Marty, a Klaus y a mi padre fuera incluso peor que la de Klaus en algún momento.
-Hora del show- dije justo cuando papá se puso de pie.
Golpeé a los 2 que tenía detrás de mí. Con magia lancé a los que estaban por atacar por la espalda a mi abuelo, que, sin entrar a la contienda. Una vampiresa me atacó por la espalda y la lancé por los aires, y antes de que cayera al piso la tomé del cuello y la mordí, dejándole veneno de licántropo, poca sangre cayó de mi boca y todos me miraron. Luego de que rompiera el cuello de la chica.
-¡¿Pero qué...?!-
-Vamos- dije al chico que me 'cuidaba' en el sótano de esa casa –vamos, ahora...-
Se me lanzó, lo tomé y le di unas cuantas patadas, mientras que con la otra mano rompía los cuellos de varios de ellos, el momento épico fue cuando luego de convertir a una licántropo que iba con ellos en híbrido tanto mi padre, Niklaus y yo nos paramos frente a los pocos vampiros que quedaban con Marcel. Mi boca con sangre, mi padre y Niklaus igual, sangre en las manos de matar a los vampiros. Sentí al abuelo atrás.
-¿Y bien?- dije a Marcel
-¿Qué eres?- preguntó con sorpresa
-Algo que tú no puedes ser.-
La risa cínica de Niklaus me di confianza a seguir.
-Me secuestraste sin averiguar, hiciste conmigo algo muy parecido a la tortura, cariño... viví la inquisición... eso no era nada- dije secamente y sin interés.
-Araceli...-
-¿Controlas la magia en Nueva Orleans?, ¿Dónde estaba tu arma para no sentirme Marcellus?-
Me miró, nadie sabía su nombre, salvo mi padre y mis tíos, y lo leí en su cara.
-¿Cómo lo sabes?-miró a Nik, quien me miraba impresionado.
-No lo mires Marcel, un original no se puede meter a la cabeza de otro original-
-No es verdad, tú no eres una original.-
-¿No?, ¿Por qué estás tan seguro?-
-Porque los vampiros reconocemos a uno y tú no lo eres, no te siento.-
-Oh, quizá sea porque quiero acabar contigo con magia y no como vampiresa original- dije casi en un susurro en su oído, pero decidí presentarme frente a él como lo que era, un monstruo de la naturaleza, encendí mis poderes, vampíricos, licántropos y de bruja. Me posé frente a él y haciendo una reverencia digna de la corte real de Reino Unido levanté la cabeza y dije: -Araceli Mikaelson, Naturae- Sus ojos mostraron pánico.
-¿Qué clase de monstruo eres?-
-uno... muy poderoso- dijo mi padre
-Y tú has venido a perturbarme.-
-Y la haz hecho encabronar- replicó Niklaus
Ante la inminente amenaza que Niklaus acababa de lanzar los vampiros se largaron de la casa. Respire y camine hacia donde se encontraba Marty mientras el abuelo sacaba la daga de Rebekah.
-¿Estas bien?- pregunte. Estaba llena de sangre y temí por la bebé.
-sí, me tomo de sorpresa- dijo mientras la ayudaba a ponerse de pie.
-¿Estas segura?-
-si... Quisiera darme una ducha y dormir-
-claro, pero después que te revise un médico-
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In The Shadows: Born To Die
VampireCuando el orden natural de la tierra se ve afectado por la brujería, la propia naturaleza se ve obligada a crear un orden. Luego de varios siglos vagando por el mundo, los vampiros originales, han creado una línea extensa de sangre, los hombres - lo...