In The Shadows: Born To Die

Capítulo 38

-Jaja, es que ¿sigues creyendo que realmente es el equilibrio sobrenatural?-

-Mira Elena, cierra el hocico, desearía que fueras tu quien esté en esa posición y no ella, así sufrirías tú y no ella.-

-Eres un pendejo Damon.-

-¿Sabes que me vale una mierda lo que pienses de mí?, ultimadamente... ¿Qué tengo que darte explicaciones?-

-Porque sí, soy la novia de tu hermano.-

-Sí, y estás hablando mal de mí E S P O S A.-

-Pudiste conseguirte a una vampiresa más joven, o quizá crear una nueva. Prefieres quedarte con una original, que es mínimo 500 años mayor a ti.-

-Bueno, y eso a ti ¿Qué carajo te interesa?-

-No, yo solo digo... Puedes crear una vampiresa nueva, tirártela cada vez que quieras sin miedo a que se le vayan a romper los huesos o algo.-

-No sabes cuantas ganas tengo de verte a ti pasar lo que Katherine.-

-¿Katherine?- preguntó Stefan. -¿Qué pasó con ella?-

-Jamie le dio la cura, está muriendo.-

-¿Muriendo? ¿Muriendo cómo?-

-Katherine Pierce es... haha error, fue una vampiresa de más de 500 años, tu doppelgänger está convirtiéndose en cenizas.-

-¿Y Silas?-

-Ella está pensando en una manera de llevárselo antes de morir.-

-¿Nos librará de Silas?-

-¿Tu mala postura o peor, tu dieta no te permite entender?, Si, Silas se va a desaparecer antes de la muerte de Jamie.-

-¿Cómo lo hará?-

-En serio ¿Stefan? Está es más tarada que Katherine.-

-Damon...-

-Si supiera no lo diría, no soy tan pendejo como crees, como para decírtelo y vayas a contárselo.-

-Damon, se amable.-

-Ella empezó, bueno me largo de aquí.- dije, me estaba poniendo un poco encabronado por las preguntas pendejas de Elena.

-No, espera.- mi hermano, por mucho que lo odiara, era mi hermano y Jamie me decía, que muy en el fondo lo quería, y era verdad.

Niklaus

Estaba celoso desde que habíamos regresado a casa y Araceli se había largado con Enzo. Desde entonces mi humor estaba como un fosforo cerca de la pólvora. Había descubierto que mi hermana, junto con Marcel me había tendido una emboscada llamando a Mikael. Rebekah se ha ido. Pidió su libertad y tanto yo como Elijah se la dimos, luego de que hiriera más a mis hermanos. Los herí. Pero ellos no sabían cómo me sentía yo.

Aprisione a Marty en la mansión y le negué cualquier contacto con el mundo luego de enterarnos que mi madre quería a mi hija muerta. Todos los días estaba a punto de explotar. Elijah había creado un vínculo con Marty. Se había enamorado, pero era tan fiel que nunca haría nada para lastimarme.

Yo en cambio me sentía una mierda. Estaba enamorado de mi sobrina que no era mi sobrina ni mi sangre, pero iba a tener una heredera con otra mujer. Pero mi mal humor venía con Enzo integrado. Me imaginaba lo peor, ellos en una habitación, con tensión sexual. Algo me hizo cambiar mi mirada asesina.

-Hola-

-Araceli-

-sé que prometí no volver hasta que Jamie...-

-¿qué pasa?-

-es que no aguanto más-

-¿qué pasa?-

Pregunte acercándome a ella. Trate de no incomodarla.

-Nik...-

-Dime...-

Me tomo por sorpresa, me besó. Sus labios eran cálidos y dulces, ternura, salvajismo y pasión... La quería, la necesitaba y la deseaba.

-Ara...-

-te quiero Nik-

La mire y tome su rostro mirándola fijamente.

-yo también-

-no se... Pero mi corazón me dice que tengo que estar aquí, contigo...-

-¿y Enzo?-

-vagando, buscando cosas...-

-¿qué crees que diga tu padre?-

-no sé, pero... Te amo Nik... Te necesito... ¿Porque Jamie puede ser feliz y yo no?-

-ella...-

-lo sé... Pero esta con el hombre que ama y ¿porque yo no puedo?-

-porque no quieres, yo te amo... Y estaré contigo...-

-¿Por siempre y para siempre?-

Sonreí. Ese era el lema Mikaelson

-Si, por siempre y para siempre-

La bese de nuevo. Está vez en mi besó le demostré la necesidad de estar con ella por siempre, pero Elijah nos interrumpió.

-Niklaus... es necesario que dejes de... ¡Araceli!- dijo un tanto asombrado

-Hola papá.-

-Niklaus, tengo entendido que le prometiste unos anillos a la manada de Marty, así que como solo faltan un par de semanas para que comience en labor de parto, ve consiguiendo quien busque las piedras.-

-No hasta que nazca mi hija.- dije tomando de la mano a Araceli.

-Solo ve consiguiendo las piedras, ten todo listo para que; antes de que Jamie comience su ritual te deje los anillos preparados.-

-Está bien, Elijah!!. Espera...-

Damon

No me daba la oportunidad de entablar una buena relación fraternal con mi hermano, llevábamos 150 años

-¿Qué quieres?-

-Ven a vivir aquí.-

Dijo con una voz entre desdeñosa y esperanzadora, pero volví a verle y tranquilamente respondí.

-No puedo, mi hogar ahora es Londres.-

-¿Dónde lo será cuando ella... cuando ella ya no esté?- preguntó con serenidad y tratando de no sonar vengativo.

-Londres

-Damon...-

-Que masoquista.- dijo ella.

Por una parte ella tenía razón, pero lo que no sabían era que yo me sacrificaría por ella, mi hermano podría vivir tranquilamente sin que yo estuviera fastidiándole sus nuevas vidas durante toda la eternidad, pero no lo sabría, hasta llegado el momento.

-Elena...- dijo mi hermano. –Ok, bajo las armas.- dijo alejándose.

-Stefan, no vine a que me ofrezcas mi casa como consuelo, he estado trabajando en ello, sé que será difícil, pero creo que podré superarlo, y más si me enfoco en cuidar a la hija de Klaus.-

-¿De verdad?-

-Si.-

-