Trabajo

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Hace ya varios años, la madre de Seokjin decidió cumplir su deseo, y de su hijo, de abrir un pequeño restaurante. Ni siquiera podía llamarse así, pues comenzaron vendiendo simplemente té y algunos tipos variados de café para las personas que pasaban por delante de esa pequeña casa con un pequeño letrero que decía "Kim's tea"

Con el tiempo, y la buena aceptación que tuvo el negocio, hicieron grandes cambios. Adecuaron la casa, haciendo un tanto más grande la cocina y dejando un gran espacio en su interior para cuatro mesas, y tres afuera bajo grandes sombrillas de tonos suaves y varias macetas con preciosas plantas alrededor de las mesas. Era un simple lugar, muy relajante y perfecto para tener una amena conversación.

Continuaron sirviendo tés y cafés, agregando luego algunos aperitivos sencillos de elaborar. Seokjin estaba muy orgulloso del trabajo que hizo junto a su madre, y ahora era completamente suyo pues la mujer se vio imposibilitada a seguir trabajando ahí al mudarse más lejos de la zona. Aquello no significaba que no fuera algunos días para ver como iba el negocio y para ayudar a preparar los platillos.

Tenía tres empleados, dos eran meseros y el otro cocinero, junto a él. Todos muy trabajadores y amables.

Aquel día todo estaba tranquilo, y Seokjin se había preparado un té de manzanilla mientras observaba a la calle, aguardando a la llegada de su madre para darle la maravillosa noticia.

Recibió un mensaje de su novio, preguntando por cómo estaba. Jin sonrió y respondió con un emoji de un pulgar arriba seguido de un "Bien, ¿Y tú cariño?"

Namjoon trabajaba como escritor y productor en una empresa musical, aparte ayudaba en lo que podía a los jóvenes raperos, instruyéndolos en sus carreras. Había veces en las que se la pasaba encerrado en su estudio, y Jin le llevaba algo de cenar pues ya sabía que  no lo vería hasta el día siguiente o muy de madrugada. Pero aquello realmente no era un problema, ambos sabían que eran gajes del oficio.

Estuvo tan concentrado en sus pensamientos mientras movía la cuchara el su té que no se percató de que sus padres estaban entrando al lugar.

--Alguien está perdido.-- se burló su compañero, dándole un golpe pequeño en el brazo.

Para cuando reaccionó, vio como sus padres saludaban a los empleados con enormes sonrisas --¡Jinnie!

Exclamó el hombre mayor cuando vio que el muchacho se puso de pie y fue hasta ellos, para abrazarlos. Estaba feliz de verlos, luego de semanas de solo llamadas finalmente los tenía frente suyo --Hola, me alegra que vinieras papá.

--Nuestro pequeño está tan grande-- la madre de Jin dijo una vez y se apartó del abrazo, acariciando sus brazos --¿Cómo estás? ¿Y Namjoon?

--Sintiénse, ahora les servimos.-- dijo uno de los meseros, con una sonrisa mientras limpiaba una mesa con un trapo para que ocuparan el lugar --, tú también Jin, sé buen niño.

El castaño obedeció, sentándose junto a sus padres, no sin antes tomar su taza y dejarla sobre la mesa.

--Todo está muy bien-- contó, emocionado --, ¿Y con ustedes?

--Perfecto, la semana pasada fuimos a ver una película muy linda ¿Cómo se llamaba?-- preguntó la mujer a su esposo, causando que riera Jin.

--No lo sé cariño, sabes que me dormí a la mitad.

Ahora el castaño soltó una carcajada. La mujer suspiró, negando con la cabeza para luego regresar su atención a su hijo menor --Y dime cielo, ¿Qué tal les ha ido a ustedes?

Mordió su labio, ansioso --Encontramos un lugar-- narró, para luego dar un pequeño sorbó a la bebida, mientras la mesera  dejaba en la mesa otras dos tazas junto con unas cuantas galletas sabor naranja --, Namjoon habló con la mujer que atiende el lugar y es muy amable.

--¿Entonces?-- el hombre preguntó, con una sonrisa emocionada en el rostro --¿Seremos abuelos pronto?

Jin volvió a reír, feliz por las expresiones de sus progenitores --Pues debemos ir a unas cuantas entrevistas, dar papeles y demás cosas, pero todo apunta a que en menos de un mes podremos ir a ver a los niños.

Ambos se pusieron de pie y abrazaron a su pequeño, casi llorando de la felicidad. Jin sí dejó salir unas cuantas lágrimas, recibiendo el abrazo. Todo estaba bien, todo estaría bien, y dentro de muy poco podría convertirse en padre de algún niño. Eso pensaba.



Cosas De Padres - NamjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora