Cosas De Padres - Namjin

Feliz Cumpleaños

Jungkook cumplía su tercer año de vida, el primero de muchísimos cumpleaños en casa de Seokjin y Namjoon, el primero que celebraría junto a su nueva familia. Al ser despertado no comprendía bien lo que pasaba, principalmente por el sueño que tenía, pero cuando los adultos mencionaron la palabra "cumpleaños" en seguida lo relaciono con regalos. Y claro que quería regalos.

Le sirvieron un desayuno diferente al de sus hermanos, un pequeño muffin con una velita que apagó al soplarla, y luego de eso vino la hora de los abrazos, donde sus hermanos mayores le apapacharon hasta que se desesperó. No veía sus regalos. Seokjin le puso un conjunto nuevo de ropa, explicándole que hasta después de comer recibiría su obsequio. Insistió por unos minutos, pero el mayor le tranquilizó al prometerle muchos juguetes. 

El día continuó con su curso normal, los mayores fueron a la escuela, y los adultos al trabajo, con el pequeño Kookie acompañando al mayor. Ahí recibió su primer regalo, uno de los compañeros de Jin le dio un pequeño muñeco de acción, un súper héroe con su capa, y el cocinero le preparó una galleta más grande que su manita con chispas de chocolates. El pequeño pelinegro casi llora cuando Jin solo le dejó comerse un pedazo, pues tanta azúcar no sería buena para el menor, así que le calmó entregándole varios juguetes que llevaba a todas partes. Funciono, principalmente por su nuevo juguete.

La rutina diaria se rompió cuando, al llegar a casa, Jungkook vio muchos rostros conocidos. Varios familiares, tanto de Jin como de Nam, habían llegado para  celebrar el cumpleaños del menor, o para al menos felicitarle y darle obsequios. 

Al principio el más pequeño de todos andaba enojado, no quería que tanta gente estuviese en su casa, solo quería estar con sus hermanos y papás. Así que cuando un familiar le llamaba, se iba corriendo a refugiar con quien sea que estuviese más cerca de él, casi siempre, Jimin. Esas acciones solo hacía que todos miraran con ternura al menor, que recibió una gran cantidad de apretones en sus mejillas. 

Sin embargo no pasó mucho cuando notó que todos traían regalos para él. Vio que si se acercaba a abrazarlos, ellos le mostraban cajas o bolsas, diciendo --Es para ti Jungkookie, feliz cumpleaños.-- fue entonces que comenzó a ir con todos los adultos en su casa para asegurarse de que traían algo para él. Si encontraba a alguien que no tuviese algo, le preguntaba por el regalo, sonriendo cuando esa persona se comprometía a traerle algo después.

Seokjin le observaba al lado de la mesa del comedor. Justo había revisado que a los invitados no les faltase algo en la mesa, cuando vio al pelinegro asomarse a una bolsa mediana de color negro con bolas de distintos colores, usando sus manitas para tratar de ver el contenido --Kookie-- le llamó, haciendo que se asustara y se pusiera derecho, como si no hubiese hecho nada --, ¿Quieres un poco más de tu galleta?

Oh, la palabra mágica --¡Chi!-- gritó con sus ojos brillando, yendo hacia el mayor.

--Compartirás un poco con tus hermanos-- y la sonrisita se borró, mientras el pelinegro volteaba a ver a distintas partes de la casa, mirando a los nombrados que estaban en dispersos --, les darás un trozo a cada uno.

--No.-- aseguró con un puchero, era su galleta. El castaño ya sabía que se negaría, y también sabía que ese era un obsequio para el menor, por lo que estaba bien si no lo compartía. Solo quería ver su tierna reacción.

--Okay-- accedió, extendiendo su mano para que la tomase el pequeño --, pero les darás de tu pastel.

--¿¡Pastel?!-- no sabía que habría un pastel, por lo que ansioso saltó --¡Mío!

Algunas veces Seokjin se preguntaba si esa había sido su primera palabra en pronunciar, pues parecía ser la que más usaba. Negó con su cabeza, Jungkook era único.

Cuando menos se lo esperaba el pequeño pelinegro estaba de pie en una de las sillas del comedor, con una pastel blanco para veinte personas frente a él, decorado con un honguito rojo del vídeo juego de Mario Bros, con su nombre escrito con chocolate bajo un "Feliz Cumpleaños". Tres velitas se hallaban esparcidas por el pastel, encendidas para que el pequeño las soplara. Todos los presentes cantaron para él, mientras el menor no podía sentirse más emocionado, dando brinquitos en la silla, al lado de ambos padres que cuidaba que no se fuese a caer.

Los pechos de Namjoon y Seokjin podían sentir una reconfortante calidez al apreciar la sonrisa del más pequeño, podría ser que no recordase mucho de esa fiesta en el futuro, o que no comprendiese lo importante que era para ellos dos. La primera fiesta que celebraban junto a él, viéndolo como un hijo. Jin había tomado tantas fotos, y Namjoon realmente no podía apartar su vista del menor, sintiéndose tan orgulloso cada vez que uno de sus familiares se acercaba a él agradecido por cuidar de los cinco niños, y felicitándolo por tan bonita familia.

La canción terminó, y sin siquiera esperar un poco más Jungkook sopló las velas, sin darse cuenta de que Taehyung también lo hizo y apagó un par. No pudo con la tentación. Los aplausos sonaron con fuerza, y antes de que empezaran a servirle pastel a los invitados, sus familiares insistieron en que se tomaran una foto los siete junto al pastel. El hermano de Seokjin tomó su cámara, y él fue quien contó hasta tres para tomar una perfecta fotografía de los cinco niños junto a los dos padres.

Al ser el día siguiente laboral, los invitados se retiraron temprano, llenando de besos al pequeño y de vuelta apretando sus mejillas. Poco a poco la casa volvía a solo tener siete personas bajo su techo. Mientras Seokjin y Namjoon se despedían de los padres del menor, los niños estaban sentados en la sala, aun comiéndose su porción de pastel.

--¿Te gustó tu cumpleaños Kookie?-- preguntó Hoseok.

El pelinegro asintió de arriba a abajo con efusividad, contestándose después --Chi.

--¿Y pediste un deseo cuando soplaste las velas?-- ahora Yoongi le interrogó, picoteando el plato ya sin postre en él.

No sabía que era eso, o al menos no sabría como hacerlo. Jimin notó su expresión confundida y se apresuró a explicarle --Deseo es cuando pides algo para que se cumpla Kookie, es magia-- sonrió levantando sus grandes mejillas --¿Qué quieres?

¿Qué quería? --Galleta.-- respondió pensando en el obsequio que aun no se había acabado.

--Aish Kookie-- se burló Taehyung, aun con el yeso en su brazo, solo duraría una semana más --, ¿No quieres un perro? ¿O un dinosaurio?

--Ño.-- él quería su galleta, por lo que enseguida dejó su plato y se puso de pie, para ir con Seokjin y que le diese lo que quería.

--Ay, este niño.-- se quejó Yoongi, como si fuese muchísimo mayor que él, negando con su cabeza. 

El día continuó con los padres aun consintiendo al pequeño, y este jugando con sus hermanos, pero el momento más feliz del día fue cuando todos se sentaron en la sala y vieron a Jungkookie romper prácticamente todas las envolturas, abriendo sus regalos y mostrándolos a su familia. Estaba tan contento, que repartió algunos de sus juguetes con sus hermanos (solo para ese día, a la mañana siguiente deberían de entregárselos) para que jugaran con él. Jungkook no lo diría, pero estaba pasando un inmemorable cumpleaños, que siempre llevaría en su corazón, y no por los regalos, o por la galleta, tampoco por el pastel, sino por el amor que recibió por parte de todos, en especial, de sus padres.