Era martes.
El día más ocupado de Lana.
Luzu sabía lo complicado que sería ver a su dulce colegiala.
Un mensaje del móvil de Samuel le llegó a Luzu.
-En la parte trasera de la biblioteca, a las cinco.
Luzu no sabía si responder; más aún las ganas de verla era algo más fuerte que su raciocinio.
-Dile que iré.
-Perfecto.
Esperaría el profesor de educación y envió un mensaje a Guillermo.
El profesor de música sin embargo si estaba más ocupado.
El seguía calificando, era una tarde muy ocupada.
El móvil sonaría.
Guillermo vería el mensaje.
-A las cinco, en el estacionamiento. Vamos en mi carro.
Era como escribir en códigos.
El profesor de música sabía por dónde vendría cada sugerencia a cualquier salida viniendo ahora de Luzu.
Pero Guillermo dejaría el móvil de lado ya que prefería seguir con sus ocupaciones.
Cuatro con cuarenta y tres, el profesor seguía calificando. Ya solo dos exámenes lo separaban de terminar, y aunque no quisiera reconocerlo su apuro indirectamente ha sido por llegar a ese lugar pese a que se la ha pasado repitiendo en su subconsciente que ya no cometerá esa locura.
Luzu apareció.
Su rostro asomarse ansioso dos minutos después de que Guillermo terminase de calificar y de subir las notas al sistema.
-Que pasó que no respondiste mi mensaje!?
-He estado muy ocupado con las notas, no pienso ir.
-Pero ya nos están esperando.
-Lo sé pero no, te pido que no insistas.
-Guillermo por favor. Debes de comprender que sé la locura y lo que nos jugamos en todo esto.
-Entonces por que seguimos!?
-Por qué queremos, porque ya no podemos hacer más que seguir con lo que percibimos cuando los vemos, tocamos, cuando pasa lo que debe de pasar...
-Luzu, acaso no ves que no va a nada. Quizá seamos un capricho de ellos, solo somos juguetes...
-Entonces juguemos, yo no le veo inconvenientes a ser felices. Y sé que no parece que me comporte como un adulto pero debo de hacerlo, te suplico que vayamos...
-Luzu...
Guillermo puso llave al salón de música y apagaría la laptop que usa en la escuela.
Llegaron, los vieron tomados de la mano. Como aquella pareja de adolescentes.
Ellos los saludaron, sus abrigos taparían sus rostros, caminarían a cualquier lugar.
-Quiero ir a los balcones de ese centro comercial.
Diría la rubia.
Todos caminarían a la misma dirección.
Aunque Luzu podría tener celos sabía que esa tomada de mano viniendo de Samuel a Lana era solo una pantalla. El profesor sabía de sobra que esto era un trato, de que si se olvidan de las cámaras de la escuela todo irá bien.
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Do-Re-Mío... (Wigetta)
FanfictionLo que quiere le ayudará a darse por vencido en el deseo. En eso que él jamás creyó fuese tan profundo. -Toqué para mi profesor (violín). Prometo que luego saciaré todos sus deseos