Do-Re-Mío... (Wigetta)

Imposible.

Guillermo bajaría y saldría sin que el padre o hijo notasen su huida.

Sí, el mayor huyo.

Pasó cerca de diez minutos hasta que Samuel se desocupó, el padre subiría.

-Profesor!

Gritó el padre.

No se escucha respuesta.

Samuel se preocupó al ver que su padre estaba como unos veinte pasos delante de él.

-Papá, por favor espera...

Samuel creyó que el profesor seguía en ropa interior o en cualquier otra cosa que los delate.

La manija se giró.

-...

Pero el adulto se percató que no había nadie.

-Profesor?

Preguntó el menor.

-A que hora salió?

-No lo sé papá.

Samuel sacó su móvil; no respondía, es claro que Guillermo evitará el momento.

Pasaba los minutos tan lentos. El profesor de música se encontraba camino a su casa cuando la voz de la complicidad lo llamó.

-Guillermo!

El profesor volteó, era su compañero. Luzu.

-Luzu, acabo de salir de casa de Samuel...

Dijo aún nervioso el adulto.

-Qué bien!

Dijo creyendo el otro adulto  que era por la beca.

-No! No es lo que piensas! Yo la he liado, su padre por poco nos encuentra, ha sido un caos.

-Pero cómo?

-He caído, dejé que su seducción, sus labios, Luzu!

-Cómo te he dicho. Soy incapaz de decirte que no lo hagas, he hecho lo mismo con Lana.

Solo una sola clara se visualiza en su cabeza; Samuel, un imposible. Algo que sabía iba a repetir, esto era mucho más que solo sexo.