Entender no era un concepto que el mayor podría hacer que entienda el de menor.
Samuel iba a su royo; aunque parezca que no tema en lastimar a Guillermo era lo contrario, sí. Era la preocupación que esto se acabase solo por actuar como un niño con juguete nuevo.
Era el martes, las clases iban de lo más normal pero entre cada cambio de hora que anunciaba la campana que se escuchaba en toda la escuela los nervios del profesor aumentaban por saber que aquel alumno con el que ha empezado a tener inconvenientes de sexo entrará en cualquier momento.
-Buenos días profesor!
Esa voz la conocía pues era de lo más inocente.
-Buenos, Samuel buen día!
Diría de forma nerviosa el mayor con la mayoría de los alumnos ya en el salón.
La hora de clase empezó, cada pausa que el mayor hacía era esa sonrisa burlona que Samuel haría al pasar el lápiz por su labio inferior y morder levemente.
El padre de Samuel entró en breve.
Los alumnos se marcharon, el profesor de álgebra entro.
Luego de un momento también el rector del colegio acompañado de Samuel.
-Hemos escuchado que hay posibilidad de una beca. Samuel será su alumno y usted su tutor.
Diría emocionado el rector.
En otro lado, justo junto a el padre de Samuel estaba el profesor de álgebra quien no estaba contento y supo que ya no será su alumno.
El padre del menor estaba muy contento pues esta ha sido una noticia que a más de excelente tenía tiempo esperando.
-El profesor Díaz será quien me ayudará a obtener la beca.
Comentó Samuel al estar junto a los mayores quienes se debatían de aquel posible futuro.
Guillermo sin oportunidad de decir una afirmación o negación solo escuchaba, que más podría hacer.
-Ha tenido una excelente idea profesor.
-Entonces como hará?
El padre de Samuel preguntaría después de ver el silencio del mayor.
-Pues, yo podría dar clases pero también debo trabajar de casa y...
-Samuel podría ir a su casa.
-Solo si el profesor quiere papá, acaso no ves que estamos metiéndonos en su tiempo fuera de la escuela.
-Vale, lo siento. Podríamos hacer que venga los fines de semana a casa.
El profesor de Álgebra notaba demasiado las pausas de Guillermo. Pero no es que él intuya lo que estaba pasando.
Diría que pensaba lo contrario al punto de tener como pensamiento central que a Guillermo no es que le termine de convencer ayudar a un adolescente tan problemático.
-Podría venir a mi casa, se me haría más fácil si fuese Samuel quien viene pues debo trabajar desde mi estudio con los instrumentos y la sala ya con todos los materiales.
Entonces todo empeoró.
El adulto había condenado a su corazón con cada caricia que antes en muchos recuerdos Samuel era el principal o único personaje.
Samuel sonreía mientras cada profesor se alejaba.
Se acercaría justo cuando su padre dio dos pasos delante de él.
-Lo veré ansioso en la noche, papá se irá de viaje...
Con su voz seductora.
El profesor asintió con desesperación al verse en un leve choque de labios de quizá dos segundos.
Samuel se alejaba mientras el adulto se encontraba con su maleta en la espalda, la respiración acelerada, sus ansias porque llegue la noche.
-Que he hecho...
Se dijo así mismo el profesor.
Se apuró a seguir a su carro y encontrarse con Luzu. Alguien más debía saber lo que está pasando.
Era el mismo bar, Luzu estaba ansioso.
-Que ha pasado?
-Acabo de cometer una estupidez! La he liado con un alumno!
-Qué!? Con que chica?
-No es una chica, yo...
-Samuel.
Diría nervioso y con miedo de haber acertado con su respuesta el otro profesor.
-Si...
-Pero, como...
-Antes, ha sido un problema muy grave...
-Bueno, me sorprende que te hayas metido justo con un chico en vez de una chica y por supuesto que no soy nadie para decirte que haces bien o mal. Como ya sabes no soy quien para juzgarte...
Guillermo comentó todo su problema.
Como haría ahora.
-Luzu, estoy muy nervioso.
-No pienso dejar a Lana, seguro que pienses que podrás y serás afortunado si logran encontrar la salida.
-Pero yo no quiero seguir.
-Ya sabes lo que debes hacer, pero es difícil si ya has cometido lo suyo a la intimidad.
-Pues sí, por ello ha sido y es una enredo.
-Guillermo...
Así fue como empeoró todo.
El destino ya se ha dado entre ellos dos, ahora la situación de Luzu era parecida en muchos aspectos a los de Guillermo y Samuel.
-Samuel ya ha hablado con Lana; ella ha dicho que no dirá nada. Ellos se han hecho amigos, descuida que no sabe que he enviado a Samuel.
-Gracias, has sido un buen amigo...
-No me dejes solo en esto Luzu.
-Estamos juntos, te entiendo más de lo que crees.
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Do-Re-Mío... (Wigetta)
Fiksi PenggemarLo que quiere le ayudará a darse por vencido en el deseo. En eso que él jamás creyó fuese tan profundo. -Toqué para mi profesor (violín). Prometo que luego saciaré todos sus deseos