La llave

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Las cosas seguían igual que siempre. Pero por el momento las cosas desagradables se vieron apocadas por la desagradable vibra navideña que se respiraba por el colegio. A Lina le enfermaba la felicidad de ese lugar por lo que había pedido un permiso para irse unos días en Navidad. Casi todos lo hacían, menos los que les enfermaba mas volver a sus casas que estar en el desdichado ITAE.

Lina tenia muchos pendientes. Tania que comprar sus reservas de cosas prohibidas para poder pasar lo que quedaba de el año, así que volver a la ciudad era ideal, sin contar que seria a los pocos miembros de su familia que le hacían gracia.

Sentada en las escaleras en el receso un recuerdo le vino a la mente al ver a sus temas compañeros pasar por el salon de Daniel. La llave.

Esa llave famosa era de el profesor Joel, pero ella no la había entregado el día que el pulido ayuda a sus alumnos para localizarla. Le caía muy mal el señor ese por que su clase era una mentada de madres en general y el estaba indudablemente medio trastornado con la Biblia, por lo que Lina prefería dormir en la clase.

La llave ahora reposaba en su tocador junto con todos sus triques. Así estaba mejor.

Malva interrumpir sus pensamientos mientras se acercaba a Lina con una sopa instantánea que había comparado abajo. Lina odiaba ir a la cooperativa, así que la había estado esperando pacientemente en las escaleras.

Juntas caminaron por los pasillos hasta llegar a el salon 5A, donde la mayoría de los alumnos se habían desaparecido y solo quedaba Mila con Yvette platicando de alguna tontería con Alberto. Le sonrío a amabas al entrar.

Malva se sento en la tarima con cara consternada, puesto se había encontrad con el idiota de Bastian abajo con su novia, y la había volteado a ver mal. Eso hacia la novia de Bastian siempre, veía a todas las ex y amigas de el con odio, como si ellas tuvieran algún interés secreto de bajarle el novio.

Lina la entendió, a ella le pasaba todo el tiempo. Mientras seguían platicando de que harían, llego Daniel corriendo. 

-Lina... Acabo de ver a Joel tomando fotos a las alumnas con su celular.

Daniel tenia la loca idea de que Joel era un carbón malvado. Lo odiaba desde que lo había mandado a extraordinario, pero esas declaraciones o podían ser ciertas, o el maestro estaría jugando con fuego.

-¿Si?. Que raro, yo acabo de ver al director Pilgrims cogiendo con la coordinadora en las escaleras.

-Lina, no es chiste. Le estoy diciendo la verdad, le estaba tomando fotos a Magnolia con Abel y Sigmund en las escaleras.

-Bien, bien. Creeré en tus teorías si me traes una prueba.- le dijo Lina, molesta.

-Veras que si puedo.- dijo Daniel, finalizando la conversación y saliendo de el salon.

Mila se quedo observando todo. Ella había platicado mucho con Daniel recientemente, y mas teniendo en cuenta que Lina había conspirado con el para interceptarla varias veces en el salon.

En una de esas platicas, Daniel le había contado sus teorías acerca de Joel y sus comportamientos fuera de lo normal. Para ser honestos, Joel si era un ser raro. Tomaba solo agua con popote, leía la Biblia y recitaba sus pasajes mas truculentos a los alumnos, no se llevaba con los maestros en general pero parte de las opiniones mas raras las tomaban de el por que lo consideraban una guía moral y finalmente tenia arranques de ira casi todo el tiempo, a excepción de los días que misteriosamente estaba feliz.

A Mila le venia importando muy poco el profesor, pero decidió observar la situación nada mas por el hecho de divertirse viendo como lo manejaba Lina.

Daniel corria por el pasillo viendo si podia encontrar a Joel para tomarle una foto con su celular y llevarselo a Lina como muestra. 

No encontro a el profesor, cuando llego a las esquina donde lo había visto, pero probablemente dentro de dos periodos podría quitarle el Ipad por que era muy descuidado. Siempre dejaba el aparato cargando en el salon y no tenia contraseña.

Se metió en su salon a esperar la clase de Joel. Lo tendría acorralado, pero necesitaba ayuda de uno de sus amigos para que la coartada les saliera a la perfección. Juan era su mejor amigo.

-Juan, tengo que hablar contigo.

El estaba sentado en la mesa de el maestro comiendo papas con queso que vendían en la cooperativa con Arita.

-¿Ahora que?

-Necesito que me ayudes.

-Cuenta.

En otro lado de la escuela las cosas estaban mal. Sigmund buscando atención y mostrar su machismo a las chicas era un gran dolor en el culo.

La gente se había abultado en la cooperativa. Muchos gritaban de la emoción, y otros nada mas observaban por puro morbo lo que estaba pasando. Los maestros no tardarían en llegar a la escena, pero los pocos minutos que quedaban de aquella pelea sin interrupciones seria memorable.

Sigmund estaba agarrandose a golpes limpios con un joven de cuarto año llamado Ivan. El problema era simple: Ivan se había metido enfrente de Sigmund en la cooperativa mientras el trataba de engatusar a una niña de el mismo grado de Ivan comprándole un Kit-Kat.

De ahi, las cosas pasaron rápido, por que el primer golpe lo dio Sigmund, e Ivan tratando de defenderse le dio otro. Todo se había vuelto confuso, y mas saber quien ganaba, pero si observabas bien podia ver que Sigmund estaba cansado, y sus golpes se habían debilitado, pero Ivan seguía de una pieza dandole un guantazo limpio en la mandíbula a Sigmund,

El golpeado cayo al piso. Hizo un esfuerzo de levantarse, pero ya estaba muy cansado. Ivan lo vio con desprecio y le escupió.

Al voltearse Ivan, Sigmund en un arranque inútil de rabia le agarro la pierna y se la araño con sus desagradables uñas largas.

El provoca miento levo a Ivan a cometer una gran estupidez. El calor de el momento se le subió. Levanto la pierna libre lo mas alto que pudo y le asesto un golpe en la cara a Sigmund. 

Todos se quedaron callados. No sabían que hacer, y solo escucharon los gritos de odio de el profesor Javier y el director Pilgrims.

-¡Son unas bestias, los voy a encerrar en la alacena!

-¡Detengan esto!

Había mucha sangre en el lugar, tal vez mas de lo que había en una pelea comunidad de alumnos. Todos se fueron haciendo a un lado, dejando el campo libre alas autoridades de el colegio.

Un nuevo asunto se cocía en la cooperativa.Pero el inoportuno timbre sino, ahuyentando a todos para volver a sus salones. Por los próximos dos periodos, nadie que no hubiese estado ahi se enteraría, pero mas entrada la tarde todos lo sabrían y la escuela tendría que lidiar con todos los problemas.



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