Capítulo 4

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Nos acercamos al grupo y me fui con mis amigos, ellos me vieron y como es normal empezaron a llenarme de preguntas sobre quién me había regalado la rosa. Yo no quería decir nada y sólo sonreí. Cuando Ashley con mala cara exclamó:

Ashley en un tono celosa:

- ¡Ha sido Sebastián, ¿verdad?! He visto que los dos se quedaron atrás, no entiendo porqué te ha regalado la flor, pero en fin, a mí me da igual.

No entendí por qué se enfadaba si había dicho que a ella no le gustaba, pero bueno, me daba igual lo único importante es que Sebas me había dado la rosa y yo estaba feliz.

Llegó la noche y estaban todos dormidos cuando me dirigí a la habitación del grupo 1 para ver que estaba haciendo Sebas y entonces lo vi, estaba Ashley encima de él dándole un beso. Me quería morir del dolor que sentía, cuando vi que Sebas se la quitaba de encima y le decía:

Sebastián asustado:

- ¿Qué haces? ¿Estás loca?

Ashley excitada:

- Sebastián, he venido porque sé que eso es lo que estás deseando, yo te gusto tanto como tú a mí.

Sebastián sonrojado:

- Quítate eso de la cabeza, a mí quien me gusta es... ¡es otra persona!

Ashley extrañada:

- ¿Es Harry, cierto?, si es rarísimo y además no te pega nada.

Sebastián decidido:

- ¡Cállate de una vez! Y por favor aléjate antes de que despierte a todos para que vean la clase de chica que eres.

Y así lo hizo, Ashley se fue. Después de eso mis ganas de vivir volvieron multiplicadas por 100, mi gran amor no sentía nada por ella. Eso era lo mejor que me había podido ocurrir. Pero también pensé que esa chica se merecía un pequeño castigo por meterse con mi amado y por insultarme. Así que me escondí para que Ashley no me viera al salir de la habitación esperé a que Sebas volviera a dormirse entonces entré y le robé el teléfono celular a Sebas que lo tenía encima de una mesita al lado de la cama y volví a salir de la habitación. Me fui al baño, saqué el teléfono celular de Sebas y le envié un mensaje a Ashley que decía:

Mensaje de Sebastián:

- Ashley yo... siento cómo te he tratado esta noche, en verdad me gustas mucho sólo que... quiero ir un poco más lento contigo para que sea más romántico. ¿Qué te parece si nos vemos en el lago del bosque que hemos visto ahora mismo...? Quisiera perdirte disculpas.

Enseguida llegó la respuesta y decía:

Mensaje de Ashley:

- De acuerdo, ahí nos vemos.

Borré los mensajes y volví a dejar el teléfono celular a Sebas encima de su mesita. Me dirijí a la habitación del grupo 2 para asegurarme de que Ashley ya no estuviera y entonces tomé el cuchillo que había llevado de casa. Era un cuchillo de cocina que siempre llevaba conmigo, uno nunca sabe que imprevisto va a tener. Ya listo me dirigí al lago, cuando llegué me escondí detrás de un árbol y vi a Ashley que esperaba de espaldas a mí. Me acerqué a ella sigilosamente y escondiendome el cuchillo en la espalda y le dije:

Harry decidido:

- ¿No sabías que intentar robarle el novio a tus amigos está mal?

Ella se giró sobresaltada y se separó un poco de mí sorprendida y asustada. Pero entonces cambió la expresión de asustada a enfadada y me dijo:

Ahsley en un tono molesta:

- ¿Y tú qué haces aquí? Yo había quedado con Sebastián no contigo, lárgate de aquí ya

Harry psicópata:

- ¡JAJAJAJAJAJAJA!

Me eché a reir

Harry psicópata:

- ¿Habías quedado con Sebastián, o eso creías? Para empezar Sebas nunca quedaría contigo ya que yo soy su novio. Y para acabar, ¿me harías el favor de contestar mi-

Ashley decidida:

- Mira en primer lugar, tú no eres su novio, estás loco y tampoco eres mi amigo así que puedo hacer lo que me de la gana, ¿entiendes?

Harry decidido/psicópata:

- Está bien, pero has sido una mala chica y las malas chicas reciben castigos, ¿lo sabías?

Ashley nerviosa:

- ¿De qué hablas? Me estas asustando, ¿y qué llevas en tu mano escondida?

La pobre estaba asustadísima y temblando, yo me eché a reír como un psicópata y le mostré el cuchillo que llevaba escondido. Ashley quiso salir corriendo pero se lo impedí tomándola del brazo y le clavé el cuchillo directo al cuello, sus ojos se abrieron mucho y cayó al suelo. Estaba muerta, esta vez me había portado bien y le había dado a mi víctima una muerte rápida, no como con mi madre que sufrió bastante con mis puñaladas en el estomago.

Ya había acabado el trabajo, sin embargo algo fallaba, no sabía qué hacer con el cuerpo, entonces viendo el lago pensé en el cuento de la caperucita roja, en el final le abrían la barriga al lobo y le metían piedras y este se hundía, así que hice lo mismo con Ashley (para que luego digan que los cuentos de niños no enseñan nada) Abrí la barriga de Ashley con el cuchillo y le metí piedras que encontré por el bosque y la lancé al lago y vi cómo se hundía. Tomé su teléfono celular y también lo metí en el agua para que se rompiera, sino luego lo encontrarían y culparían a mi gran amor Sebastián.

Finalmente me fui para la casa, cambié mi ropa que estaba llena de sangre y me puse a dormir. Al día siguiente los profesores se dieron cuenta de que faltaba una alumna y la buscaron desesperadamente pero como era de esperarse no la encontraron, como no sabían que le había pasado a Ashley decidieron que nos regresamos para la ciudad porque era peligroso quedarse allí y enviarían a refuerzos para buscar a Ashley.

Volvimos a casa y yo estaba muy contento, había vencido el obstáculo y Sebas sería mío para siempre.

Una Obsesión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora