Al día siguiente fui a clases pero Sebas no había venido y no entendí por qué, intenté llamarlo varias veces pero no contestó así que pensé en ir a su casa pero después recapacité y me di cuenta que después de todo lo que había pasado no era la mejor opción y que mejor yo me regrese mi a casa.
Al día siguiente tampoco vino y yo ya empezaba a ponerme nervioso y como era viernes pasé el fin de semana muy preocupado en mi casa.
Llegó el lunes y al fin lo vi entrar por la puerta del salón de clases y el corazón me empezó a ir a mil por minuto y me acerqué a él corriendo, lo abracé y le dije:
Harry emocionado:
- ¿Qué pasó? ¿Por qué no habías venido a clases? Me tenías muy preocupado.
Para mi sorpresa él me apartó del camino y me dijo:
Sebastián en tono irónico:
- ¡Ah! ¡Ahora te preocupas por mí! Mira qué sorpresa.
Yo me quedé totalmente confundido y hasta desubicado, ¿qué acaso no me preocupaba por él? Si era el amor de mi vida... lo único que me importaba. La verdad es que no entendía nada y extrañado le pregunté:
Harry molesto:
- ¡Pues claro que me preocupo por ti! ¿Qué te hace pensar lo contrario?
Él empezó a reírse y me dijo al oído:
Sebastián susurrando al oído de Harry:
- Mira te lo digo al oído para que nadie se enteré porque no quiero causarte problemas, ¿pero no te parece que secuestrar a mi padre y posteriormente secuestrarme a mí es motivo suficiente para pensar que no te preocupas por mí?
Harry con un nudo en la garganta:
- Pero... ¿qué estás diciendo, Sebas? Justamente es porque te amo y me preocupo por ti que he hecho todo eso. Tu padre iba a meterse en nuestra relación y si te secuestré a ti no fue para hacerte daño... sino para que estuviéramos juntos para siempre...
Él entonces empezó a enfadarse mucho y ya sin que le importe si los demás nos escuchaban o no él me gritó:
Sebastián enfadado:
- ¡Harry! Te he querido mucho pero te aviso que me dejes tranquilo, no quiero volver a saber nada más de ti y te lo juro que si me das más problemas te denunciaré.
Dicho esto se fue dejándome solo. Yo me quedé muy triste pero pensé que por el momento lo mejor era dejarlo tranquilo.
Y así fueron pasando los días, semanas, e incluso llegó al mes. Y yo no era tonto, algo estaba pasando porque veía a Sebas más feliz que de costumbre y si no estaba conmigo por qué podía estar feliz. Yo era el único motivo por el cual él podía sentirse feliz, así que debía descubrir cuál era la razón de esta repentina alegría.
Así que ese día al salir de clases lo seguí, hacía tiempo que no lo hacía ya que había decidido dejarlo tranquilo un tiempo pero la ocasión lo ameritaba bastante. Y como me suponía algo raro estaba pasando, lo vi con una chica que iba a un curso por detrás de nosotros y habían quedado en la cafetería que quedaba cerca del instituto.
Lo que no entendía era por qué habían quedado allí y no habían ido juntos al salir de clases. Seguro que era porque Sebas me conocía y sabía que no me iba a quedar de brazos cruzados, y efectivamente no me quedaría de brazos cruzados, no podía ser que Sebas quisiera a otra persona que no fuera yo.
Así que ese mismo domingo fui a casa de Sebas a las 5:00 p. m. y esperé afuera escondido. Me imaginaba que ellos dos habían quedado a estas horas porque cuando Sebas y yo salíamos juntos siempre solíamos quedar los domingos en la tarde ya que él los sábados y domingos en la mañana tenía actividades extraescolares ya que sus padres eran muy exigentes.
Así pues, esperé allí y vi cómo la chica (que se llamaba Taylor) llegaba a la puerta de la casa de Sebas y tocaba el timbre, entonces él salió y se fueron juntos mientras yo los seguía todavía. En espiar a la gente sin que me vieran era un experto pues había espiado muchísimas veces a Sebas antes de que salieramos juntos.
Al final del día Taylor y Sebas se despidieron en un parque y cada uno se fue por su camino. Aproveché que Taylor se había quedado sola y fui corriendo muy sigilosamente hacia ella y saqué mi cuchillo colocándolo en su cuello y estaba a punto de matarla, pero para mi sorpresa salió Sebas detrás de un árbol y muy asustado me dijo:
Sebastián preocupado:
- ¡Harry, no lo hagas!
Harry furioso:
- ¡Debo hacerlo! Si no la mato te quedarás con ella y yo no puedo permitir eso.
Sebastián preocupado:
- ¡No, Harry! Yo te quiero a ti... el único motivo por el que estoy con ella era para ponerte celoso y hacerte sufrir ya que te tenía mucha rabia por lo que me habías hecho.
Harry furioso:
- ¿Y cómo sé que no me estas engañando?
Sebas se acerca lentamente hacia mí mientras decía:
Sebastián tratando de calmar a Harry:
- A ver, Harry, ¿por qué crees que te he pillado apunto de matar a Taylor? Me había dado cuenta desde hace tiempo que nos estabas siguiendo... pero no he dicho nada para no crearte un problema porque te quiero, Harry...
Harry furioso:
- ¿Me quieres...? Pero si me dijiste que me fuera, ¡que me fuera al carajo exactamente!
Sebastián tratando de calmar a Harry:
- Sí pero... nunca me despedí de ti... ven acá para que me pueda despedir de ti con un beso...
Entonces yo solté a Taylor y me acerqué a Sebas, nos empezamos a besar y me di cuenta de que Sebas le hacía señas a Taylor indicándole que aprovechara la ocasión para poder escapar. Ella empezó a correr muy rápido y cuando ya estaba bastante lejos Sebas me dijo:
Sebastián enfadado:
- Ahora sí, Harry, ¡adiós para siempre!
Acto seguido se fue dejándome solo en el parque. Yo sólo pude empezar a llorar desconsoladamente con el corazón hecho trizas.
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Una Obsesión.
Misterio / SuspensoMi primer contacto con el chico comenzó un día normal y corriente. Estábamos a mediados de abril, el chico que se llamaba Sebastián llevaba un mes en nuestra clase. Ese día al salir de clases estaba lloviendo y por buena o por mala suerte había deja...