Capítulo 12

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Al día siguiente, tal y como había planeado fui al instituto para espiar a Sebastián y vi cómo a la salida
Sebastián se dirigía por un camino diferente al de su casa. Lo seguí y me di cuenta de que se dirigía al hospital, entonces entré también y vi cómo se dirigía a una habitación donde se encontraba Taylor.

Harry en su mente:

- ¡Qué tonto soy! No me acordé de que había herido en una pierna a Taylor. Obvio no podía estar en el instituto.

Cuando Taylor vio a Sebastián le dijo:

Taylor contenta:

- ¡Amor mío! Has venido, sabía que no ibas a fallarme.

Pero para la sorpresa de Taylor, Sebastián le contestó:

Sebastián serio:

- No te equivoques, simplemente he venido a hablar contigo pero no tengo ninguna intención de volver contigo, lo que hiciste no tiene nombre. Ayer quedó muy claro lo que significo yo para ti, ¿no?

Taylor algo triste:

- Sebastián... yo estaba muy asustada... ¡Ese psicópata iba a matarnos a los dos! Ni siquiera pensaba con claridad, ¡ese loco de mierda me había apuñalado la pierna! ¿Qué querías que hiciera?

Sebastián serio:

- Lo sé, y entiendo que estuvieras muy asustada. Sin embargo no justifica el hecho de que no te importara que me matara con tal de salvar tu vida. Lo siento Taylor pero yo ya no quiero estar contigo, simplemente quiero que me digas qué harás cuando salgas del hospital. A mis padres no les dijiste nada de que había sido Harry el que nos había hecho eso y por eso quiero saber si llegarás a decirlo.

Taylor molesta:

- No, claro que no dije nada... no dije nada porque estaba demasiado en shock para siquiera poder hablar. Pero esperaba que ya lo hubieras hecho tú, que mientras yo estaba en el hospital hubieras aprovechado para ir a denunciarlo, ¿que acaso no lo hiciste?

Sebastián serio:

- Pues no. Yo realmente no lo he hecho, simplemente no me siento capaz...

Taylor confundida:

- ¿Perdón? ¿Que no te sientes capaz?.

Sebastián sonrojado:

- Es que... siento que aún lo quiero... no me preguntes por qué porque no tengo idea. Pero lo que siento por él es superior a todo el daño que me ha hecho.

Taylor en un tono irónico:

- ¡Madre mía! Realmente son el uno para el otro, los dos son unos putos locos, me da igual lo que hagas, me da igual que no me quieras, yo cuando salga de este hospital iré corriendo a avisarle a la policía y créeme que ese loco va a quedar tras las rejas. Ahora si me permites estoy algo cansada así que lárgate.

Sebastián se giró dispuesto a salir de la habitación y vi que tenía algunas lágrimas en los ojos, no sé si esas lágrimas serían por haber cortado con Taylor o por saber saber que ella me delataría tarde o temprano. Yo me giré para que no me viera ya que iba tapado con una capucha y entonces por detrás no iba a reconocerme, entonces cuando me aseguré que Sebastián estuviera lejos entré en la habitación de Taylor con la capucha puesta y un tapa bocas así sólo dejaba que se me vieran los ojos.

Ella se me quedó mirando confundida y me preguntó:

Taylor confundida:

- ¿Quién eres tú y que haces en mi habitación? Lárgate de aquí.

Entonces yo me saqué el tapa bocas y la capucha y le sonreí macabramente, Taylor iba a gritar cuando le tapé la boca con la mano y le coloqué una navaja en el cuello y entonces le dije:

Harry psicópata:

- Lo he escuchado todo y ya veo que Sebastián me sigue queriendo, y no sólo eso, también está dispuesto a no delatarme y eso significa que me quiere y que me perdona por lo que le he hecho, el único obstáculo eres tú, no obstante eso lo podría arreglar yo rápidamente, conociéndome sabes que no tendría problema alguno en clavar esta navaja en el interior de tu cuello para que simplemente murieras y dejaras de ser un obstáculo entre Sebastián y yo.

Ella tenía los ojos muy abiertos y estaba muy asustada cuando yo seguí hablando:

Harry psicópata:

- Pero también, puedes quedarte callada y yo no te haré daño, ¿estás de acuerdo?

Le dije apretándole la herida de la pierna, estaba muy decidido y Taylor sólo ahogó un grito de dolor y me indicó que sí con la cabeza, entonces yo la solté y me aparté de ella cuando de repente en ese momento entraron los padres de Taylor. Ellos llegaron saludándola y besándola pero después se me quedaron mirando y su madre dijo:

Madre de Taylor:

- ¿Y tú quién eres? No me suenas de nada.

Pero Taylor se apresuró a decir que yo era un amigo del colegio, y yo sonreí aliviado, entonces su madre me dijo:

Madre de Taylor:

- ¿Un amiguito del colegio? ¡Qué bien! ¿Y cómo te llamas, querido?

Harry coqueto:

- Harry, encantado de conocerla, señora.

Ella me devolvió la sonrisa y dijo:

Madre de Taylor:

- Pues me alegro mucho de que aún le quede algún amigo a mi hija, porque últimamente que si novio por aquí que si novio por allá, y me preocupaba que se quedara sola porque los novios a esta edad ya se sabe que son temporales.

Mi corazón dio un vuelco porque sabía que se estaba refiriendo a mi Sebas pero no pasaba nada, todo estaba saliendo bien

Madre de Taylor:

- Y Taylor, tienes que acordarte de quienes fueron los ladrones que les hicieron eso.

Taylor confundida:

- ¡Ay, no sé, mamá! Ya sabes, iban encapuchados.

Bien, todo estaba saliendo a la perfección, les dije que me tenía que ir y me despedí de todos como si Taylor y yo de verdad fuéramos amigos, realmente lo prefería así que matándola y no porque ella me importara por supuesto, pero ahora que sabía que Sebas aún me quería debía hacer las cosas bien.

Salí corriendo del hospital para ver si podía encontrar a Sebas, necesitaba hablar con él pero ya no lo vi, él se había ido.

Una Obsesión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora