Una Obsesión.

Capítulo 16

Harry confiado:

- Sí, aunque te sorprenda Sebas y yo estamos juntos otra vez.

Taylor en ese momento levantó la vista mirándome con odio y mientras yo seguí diciendo:

Harry confiado:

- Te odio, Taylor. Y para que lo sepas, el único motivo por el cual todavía estás viva es porque Sebas me ha pedido que ya no le haga daño a nadie pero si no fuera por eso tú ahora mismo ya estarías muerta.

Para mi sorpresa se empezó a reír y me dijo:

Taylor psicópata:

- ¡Ya estoy harta de que tú seas el que siempre se salga con la suya, Harry! Ypara que lo sepas, no eres el único que puede jugar a ser un asesino.

Dicho esto, sacó un cuchillo que tenía escondido y trató de apuñalarme pero lo esquivé rápidamente gracias a un reflejo, la verdad es que estaba demasiado sorprendido, no me esperaba eso pero por suerte pude atinar a tomar el hacha y sin pensarlo le di con ella cortándole el brazo por el cual tenía tomado el cuchillo.

Cayó al suelo su brazo junto al cuchillo, con el brazo que aún le quedaba toco la herida y empezó a gritar y a llorar incrédula de lo que le estaba pasando, yo simplemente la miraba indiferente, no sabía qué hacer, si irme y dejarla así, si ayudarla, si rematarla, había tantas opciones pero entonces vi que Taylor con las pocas fuerzas que le quedaban ya que estaba sangrando muchísimo tomaba con el brazo que aún le quedaba el cuchillo para tratar de atacarme. A mí me hizo gracia que intentara algo tan inútil debido a su condición así que simplemente cuando se acercaba levanté el hacha y le corté el último brazo que le quedaba, allí si que ya puso cara de desesperación total y decidió cambiar de táctica y aprovechar que todavía le quedaban las piernas para poder huir, no obstante al no tener brazos y además estar muy débil por la pérdida de sangre iba muy lento así que fui tranquilamente tras ella y con el hacha le corté una de sus dos piernas, en ese momento ella ya cayó al suelo y empezó a llorar y a suplicar

Taylor desesperada:

- ¡POR FAVOR NO ME MATES TE LO RUEGO!

Cualquier persona que viera esa escena se aterrorizaría e huiría desesperado pero en cambio a mí me hacía mucha gracia, no sé si es que me había vuelto totalmente insensible o algo así pero tomé el hacha y simplemente por pura diversión corté la última pierna que le quedaba. En ese momento ella simplemente entró en shock y se desmayó

Harry en su mente:

- No tardará mucho tiempo para que muera desangrada.

Pensé yo, pero de todas para asegurarme le corté con el hacha la cabeza porque debido a la circunstancia no podía dejarla viva, me quedé mirando como había quedado todo el panorama, brazos por aquí piernas por allá y todo de sangre por el suelo era horrible, creo que cualquier persona normal se habría muerto del impacto sólo de ver eso, también pensé en Sebas y en la promesa que le hice de ya no volver a matar nunca más a nadie, si se enterara de esto sí que ya no me perdonaría ni querría volver a saber nada más de mí, estaba absorto en estos pensamientos cuando de repente miré la hora y vi que ya era tarde y los padres de Taylor podrían volver en cualquier momento así que rápidamente me puse en acción. Primero descuarticé a Taylor en trozos más pequeños y la puse en bolsas de basura, limpié bien todo el suelo y los restos de sangre y me fui de la casa.

Tiré las bolsas en un basurero que sabía que no tardaría en pasar el camión de la basura y una vez en el vertedero sería muy difícil y hasta técnicamente imposible que descubrieran el cuerpo de Taylor, además nadie sabía que yo había ido a ver a Taylor y sabiendo que ella estaba asustada de que la metieran en la cárcel por haber sido cómplice del secuestro de Sebas seguramente se llegaría a la conclusión de que ella había huido para evitar la cárcel.

Fui a mi casa y Sebas ya había regresado de haber hablado con su padre, y había entrado porque yo ya le había dado una copia de las llaves de la casa para que pudiera entrar y salir cuando quisiera, al verlo le dije:

Harry contento:

- ¡Hola, amor! Qué sorpresa ver que ya estás aquí, estaba muy preocupado.

Sebastián algo confundido:

- ¡Hola, Harry!, Sí, ya he hablado con mi padre y bueno, aunque no le hace gracia lo de retirar la denuncia en tu contra sabe que está entre la espada y la pared ya que ya le he dicho que yo lo denunciaré si no lo hace, está muy enfadado porque dice que me preocupo más por ti que por él que es mi padre pero bueno ya se le pasará. Por cierto me ha extrañado que no estuvieras en casa, pensaba que no ibas a salir.

Harry contento:

- ¡Ah, ya! Sé que te dije que no iba a salir pero bueno, ya sabes, con todo lo que está pasando me he agobiado mucho y me he ido a dar una vuelta.

Sebastián:

- ¡Ah, ya entiendo! Y... ¿te ha despejado la vuelta?

Harry pensativo:

- ¡Sí! Bueno, pero ya sabes los problemas siguen ahí.

Sebastián coqueto:

- ¡Sí! Lo sé pero mira, ya no tenemos que preocuparnos por nada ni por más nadie, mi padre ya no es un problema y bueno igual que Taylor, pero no te preocupes que yo personalmente me encargaré de hablar con ella.

Me dijo mientras me abrazaba, me quedé helado y le dije:

Harry algo nervioso:

- ¡Cla-claro que sí, cariño!

Mientras pensaba que en realidad Taylor ya no sería nunca más un problema.