Capítulo 26

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El día llegó, no faltaba mucho para salir de aquella cabaña y enfrentar aquello que el destino les tenía preparado, pero curiosamente todos estaban tranquilos... o lo aparentaban.

En la cabaña reinaba el silencio por sobre todo, no salía ni un solo ruido de aquel lugar y cualquiera que pasase por ese lugar diría que estaba deshabitado por cualquier ser viviente. Lo cierto era que los dueño de la cabaña se encontraban ambos pasando tiempo juntos, ambos habían decidido ir a visitar a la madre de Jayden, Ana.

El camino fue corto, charlando como si de un día normal e irrelevante se estuviese desarrollando en esos momentos, no querían pensar en lo que les esperaba en unas cuantas horas más. El frio del bosque se te podía calar por entre tu ropa, atravesar tu piel y al final llegar a tus huesos para así congelarte, y eso lo sabía Kagekao, por lo cual ese día le había hecho poner más ropa de la normal a Jayden. Lo único que quería era mantenerla a salvo.

Fue en ese momento que se dio cuenta y empezaron a llegar a su cabeza muchos pensamientos, porque... si bien se trataban como si fuesen novios con Jayden y se hacían llamar como tal en su relación, él nunca había hecho la gran pregunta.

Se podría decir que en la mente de Jayden pasaba exactamente lo mismo, siempre esperaba que él decidiera hacer la pregunta que ella tanto ansiaba y la duda de si en verdad se la haría algún día la carcomí por dentro.

Lo pensó por tanto tiempo y allí estaba, sin duda se lo iba a preguntar en ese preciso momento, sabía la respuesta que su pequeña le daría. Le había reafirmado tantas veces sus sentimientos que no había duda alguna en su ser.

Kagekao: Jayden- La llamó tomándola de la mano.

Jayden: ¿Sí?

Kagekao: ¿Sabes? A decir verdad, nunca creí que te iba a decir lo que estoy a punto de decir, pero ya no importa- Suspiró- Por tanto tiempo hemos estado juntos, en buenas y en malas situaciones siempre estuviste para mí y me has perdonado muchas cosas que ni el mismo diablo haría. Por eso Jayden, el día de hoy, antes de que llegue el posible final de nuestras vidas, quiero pedirte que dejes de actuar como si fueses mi novia y te conviertas en ella, quiero que seas mi novia con el título oficial, ¿Se entiende?- Rió nervioso.

Jayden quedó atónita, luego de segundos eternos, se echó a reír como tonta, provocando en Kagekao una gran mezcla de emociones, estaba confundido, pero sus dudas se fueron cuando ella paró de reír. Se acercó a él con una sonrisa en el rostro, lo tomó de sus mejillas y le dio un pequeño beso en sus labios.

Jayden: Sí, quiero ser tu novia con el título "oficial"- Rió.

Kagekao: Me alegro... novia- Sonrió por debajo de su mascara.

No siguieron hablando, las palabras no bastaban para los sentimientos de esas dos personas, que se demostraban cariño y desprendían amor por sus ojos.

Él tomó la mano de su chica, le importaba poco si algún otro habitante del bosque estaba presenciando aquella escena. No se avergonzaba de demostrar su amor en público, porque lo que él tenía con Jayden no era una broma, era lo más serio que tenía y que tendría en toda su vida... o lo que quedaba de ella.

Entonces llegaron, tocaron la puerta y fueron recibidos por una Ana sonriente, ella sabía todo, más sin embargo, no demostraría temor frente a su hija y aprovecharía el tiempo con su niña. Llegó un momento en el cual Ana se decidió a darle la sorpresa que le tenía por sus quince años a Jayden, se levantó de su asiento y se dirigió a su habitación, donde tomó el  regalo para su niña.

Ana: ¡Sorpresa!- Estiró el regalo que tenía entre sus manos.

Jayden: ¡Oh mamá, no debías!- Tomó el regalo.

La Cabaña (Kagekao)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora