Capítulo 11

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Narrador omnisciente

La chica estaba totalmente confundida, tenía una gran mescla de emociones dentro de sí, pero trataba de no darles el control, no sabía de qué estaban hablando los dos chicos, pero si de algo estaba segura, era que quería saberlo, ya que estaban hablando de ella, lo escuchó bien claro antes de entrar a la cabaña.

Antes de que ella siguiese pensando, una voz conocida para ella habló, burlona y roncamente.

Jack: Vamos Kagekao, te hizo una pregunta... Respóndela- Habló el de mascara azul.

Kagekao se quedó congelado, en shock.

Nadie articulaba ni una sola palabra, hasta que se escuchó un suspiro que nadie supo de donde provenía, empezaron a mirar en todas direcciones hasta que se encontraron con una cara conocida para ellos, ella entró lentamente con L. Jack a sus lado, el cual iba cabizbajo.

Jane: No lo puedo creer- Volvió a suspirar y miró a Jayden- ¿De verdad quieres saber qué es ese síndrome?- Preguntó, esperando un no por respuesta.

Jayden: Si, por favor... Dime qué es eso- Le suplicó.

Jane: Bien...- Miró a Kagekao y empezó a hablar- Estocolmo, un síndrome en el cual quien lo sufre se "enamora" perdidamente de su secuestrador, eso es básicamente el síndrome, agh... Ya decía yo que la relación entre ustedes dos no era normal- Jayden se quedó de piedra.

L. Jack se acercó a la chica y le tomó el hombro, ella no reaccionó, estaba demasiado ocupada sumida en sus pensamientos como para prestarle atención a todos los que la rodeaban, si antes estaba confundida, ahora lo estaba más.

Kagekao se iba a acercar a ella, pero justo ahí reaccionó y su primer reflejo fue esconderse detrás de quien tuviese más cerca, en este caso, L. Jack, que al ver como la chica había reaccionado se lanzó una carcajada en toda la cara de Kagekao, mientras tanto, E. Jack disfrutaba de la escena con una sonrisa de victoria.

El chico de mascara blanca y negra estaba furioso, por lo cual con una rapidez magnifica pasó por al lado de L. Jack y tomó a Jayden de la muñeca para luego salir corriendo del lugar, la chica empezó a gritar como nunca y los demás reaccionaron corriendo a por ellos, no podían dejar a Kagekao solo con Jayden, le podría volver a pegar o matarla en un arranque de furia... Pero no pudieron, era demasiado rápido.

Una vez lejos de los demás, Kagekao soltó a Jayden y ella trató de alejarse de él, pero chocó contra un árbol, ya que estaba caminando de para atrás. Él la acorraló en el árbol sin dejarle salida posible, pero entonces se percató de los moretones, los cuales no había visto hasta ese preciso momento, se dio cuenta del horrible daño que le había hecho a la chica y lo horrible que debía ser ese preciso momento para ella.

Soltó un poco el agarre, ella seguía cabizbaja, con su mano, él la hizo levantar la cara para que le quedase frente a frente, quería examinarla lo mejor posible.

Kagekao: Te soltaré, pero no debes huir- Advirtió.

Ella se limitó a asentir. Él la soltó y ella se dejó caer en el suelo, ocultando su cabeza entre sus rodillas, ninguno de los dos emitía palabra alguna, ella no quería verlo, mucho menos hablar con él, pero Kagekao quería todo o contrario, estaba loco por verla y volver a escuchar su dulce y hermosa voz de ángel.

Kagekao: Tenemos que hablar, pequeña- Ella se tensó y negó- Claro que sí... Sé muy bien lo que hice y sé que es muy malo, que probablemente no me quieras perdonar y que ahora seguramente piensas que es culpa del síndrome de Estocolmo, pero dime... ¿Crees que mi amor por ti es broma?- Ella lo miró.

La Cabaña (Kagekao)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora