Capítulo 19

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Ya había pasado un tiempo, Kagekao ya había vuelto a la cabaña de Slenderman y podía ver que todos estaban riendo, no supo el motivo de las risas hasta que se adentró más a la sala y pudo ver que Jayden no estaba en su habitación, ella estaba allí afuera hablando con todos y riendo junto a ellos como si no hubiese un mañana, eso lo hacía recordar los viejos momentos cuando ella era una pequeña niña llorona que no sabía nada de la vida, he inconscientemente lo hacía sonreír como un completo idiota.

Sacudió su cabeza y caminó hasta quedar frente a ella, que al verlo sólo bajo la cabeza, el mal hábito que estaba empezando a obtener.

Kagekao: ¿Podemos hablar un momento?- Preguntó en un tono suave y tranquilizador, a lo cual ella asintió

Él la tomó de la mano, acción que la hizo estremecer un poco y sonrojarse, su tacto era tan delicado y su mano tan grande, su corazón latía a mil por hora, pero no era fácil para ella el hecho de que la persona que le gustaba fuese un demente que la secuestro cuando era niña, era de verdad muy frustrante, quería saber el porqué, pero algo dentro de ella le decía que debía ignorar esas cosas, y que con él... probablemente estaría feliz.

Salieron de la habitación, él la llevó hasta afuera de la cabaña e hizo que se sentara en un pequeño tronco que había allí, una vez que ella se sentó, él también tomó asiento a su lado, al ser pequeño el espacio, los obligaba a estar un tanto cerca el uno del otro, y valla que esto hacía estremecer a Jayden, no podía pensar claramente y tenía la vista baja.

Kagekao: ¿Cuándo vas a volver?- Susurró.

Ella volteó y no tuvo oportunidad para decir cualquier cosa, ya que sus labios se encontraron con los de su acompañante, él la besaba con tanta naturalidad que eso a ella pareció relajarle. ya que un momento después empezó a mover sus labios junto con los de Kagekao, se sentía como algo tan hermoso para ella en ese momento, desgraciadamente se separaron y quedó con una cara totalmente sonrojada.

Kagekao: Quiero que vuelvas a ser la misma, cantando, riendo, bailando, siendo la pequeña inocente de siempre, siendo mi pequeña niña sin importar cuanto crezcas- Dijo mientras la abrazaba.

Jayden: Yo... también quiero eso, así que por favor... espera a que eso pase- Respondió.

Ambos estaban abrazados, solo el bosque era espectador de tal escena tan hermosa para los ojos de cualquiera, el aire que soplaba hacía que los cabellos de Jayden volasen un poco con su brisa, los dos mostrando cuanto se querían mientras que cada uno guardaba su propio dolor, uno por miedo y el otro por confusión.

Él sabía que le tenía que decir a Jayden que había hablado con su madre, no quería arruinar el hermoso momento, pero si quería que ella confiara en él debía decirle lo que había sucedido.

Kagekao: Hablé con tu madre- De inmediato se tensó.

La respiración de Jayden se volvió agitada, su cabeza dolió como mil demonios y sus brazos se aferraron a la espalda de Kagekao con fuerza, apretó sus ojos con la intensión de no llorar y trató de calmarse, sabía lo que proseguía, y le daba miedo.

Entonces se encontró ahí, metida en sus recuerdos, viendo cada detalle, se encontraba en el bosque, estaba junto a Kagekao, ambos estaban caminando, él la estaba guiando a alguna parte, salieron del bosque y vio como se abrazaba a Kagekao al ver a la mujer de su sueño.

Kagekao la había llevado a ver a su madre en algún momento.

Todo se sentía tan real, pero al abrir sus ojos topó con la mirada de Kagekao y vio que aún estaban afuera, pero ella estaba acurrucada en el pecho de su novio, se incorporó en su asiento y lo miró con ojos suplicantes y dilatados.

La Cabaña (Kagekao)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora