Capitulo 5

2.2K 132 5
                                    

¡CAPÍTULO SORPRESAAAAA!
Voten y comenten, recomienden, hagan lo que quieran, las amo ♥️

----------------------------------------




Nos dirigimos las tres al estacionamiento, yo siempre con mi mirada en el suelo. Busque mi auto y quite el seguro de las puertas.

–Muy bien, vámonos.– abrí la puerta del copiloto y la puerta de atrás para que subieran, Camila subió adelante. Cerré las puertas y me encaminé al cine.

–¿Que tal te fue hoy, mila?.– preguntó Dinah jugando con la radio.

–Genial, fue agotador el entrenamiento, pero genial.– sonrió.

–Dinah ese es el de el aire.– dije mirando el camino.

–Oh, claro.– Camila río, yo trate de tapar mi sonrisa.

–¿Y a ustedes como les fue?.– preguntó Camila con su teléfono en la mano.

–Muy bien, el baño de Lauren tiene jabones con olor a vainilla.– dijo dinah con efusividad, Camila río.

–¿Y a ti, Jauregui?.– mierda, mi apellido suena tan bien en su boca.

–Pues... bien, supongo.– mire por menos de un segundo y volví mi vista al camino.

Dinah puso música así que no seguimos hablando en todo el trayecto del camino. Llegamos al cine y bajamos a comprar las entradas.

–¿Cuál quieren ver?.– pregunte mientras hacíamos la fila.

–50 sombras más oscuras.– dijo Dinah de forma coqueta.

–Veamos Moana.– Camila se acercó como una niña mientras la fila avanzaba.

–Moana se ve bien.– dije de manera tierna.

–Somos dos contra uno, veremos Moana.– sonrió Camila como una bebé.

–¿Moana ya está?.– preguntó Dinah, nosotras asentimos.– ¡Tenemos que ver Moana!.– dinah se identifica con esa película al parecer.

La fila avanzó y ya era nuestro turno.

–Buenas noches.– dije a la chica que nos estaba atendiendo.– Me puede dar 3 entradas para Moana.– dije sacando mi tarjeta de crédito.

–Claro.– sonrió la chica.– Las quiere premium o normal.– preguntó por su micrófono.

–Premium por favor.– nos dio las entradas y nos dirigimos al lugar donde venden los dulces.

–Quiero gomitas de banana.– sonrió Camila al ver las gomitas.

–¿Y tú dinah?.– pregunte, pero dinah ya tenía más dulces que Willy Wonka.

–Lauren ¿Puedo tomar palomitas de maíz y un refresco?.– preguntó Camila avergonzada, yo reí ante la ternura de esta chica.

–Claro, Camila. Toma lo que quieras.– sonreí.– Tú no dinah, con eso que tienes ya puedes hacer una dulcería.

–Claro como no soy Camila.– frunció el ceño.

Yo solo pedí un refresco y galletas con chispas de chocolate y nos fuimos a nuestros asientos del cine.

–Oigan, jamás me había sentado en esta parte del cine.– dijo dinah, yo reí.

–Es cómodo.– dije levantando mis cejas.

–Cielos, lauren. Yo pagaré la pizza, no tenias porque hacer todo esto.– Camila hace rato estaba avergonzada.

–De ninguna manera.– fruncí el ceño.– Yo las invite, yo pago.– dije en tono autoritario.

–Está bien.– la película comenzó y dinah no dejaba de hablar.

Al fin dinah se callo y pudimos gozar la película en paz. Vi como Camila lloraba a mitad de la película, Dios es tan tierna.

–Mierda.– dije cuando mis galletas se cayeron, me levante después de levantarlas y pude ver a Camila mirándome con sus ojitos aguados.– ¿Que pasa?.– pregunte.

–Nada, es que vi que te agachaste y... me abrazas.– susurró con su nariz roja, yo trague seco y asentí. La abrace y pude ver cómo dinah sonreía.

La película termino y salimos de la sala, Camila aún lloraba, al parecer la película le había gustado mucho.

–¿Les gustó la película?.– pregunte con entusiasmo.

–Fue hermosa.– dijo Camila calmando sus lágrimas.

–Esa película fue hermosa, además es Hawaiana.– dijo con orgullo.

–Lo notamos.– sonrió Camila.

–Vamos por pizza.– ellas me siguieron.

Afortunadamente había un sucursal de pizzerías J.M cerca de aquí. Conduci hasta allí la pizzería mientras compartíamos nuestras opiniones de la película, la conclusión fue que esta película tuvo un mensaje increíble.

Llegamos y le abrí la puerta a Camila, espere que Dinah no bajaba y me acerqué a abrir su puerta.

–Gracias, que caballerosa eres.– rodó los ojos, yo reí.

–¿Lauren, este lugar no es muy caro?.– preguntó Camila avergonzada.

–No cuando tus padres son los dueños

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

–No cuando tus padres son los dueños.– reí.

Ella quedo estática y nos dirigimos hacia adentro, pedí una mesa algo alejada de las otras personas y llame al mesero.

–Buenas noches, señorita Jauregui.– dijo respetuosamente.

–Hola, Mark.– le devolví el saludo.– Nos deja el menú por favor.– asintió y le dio el menú a las chicas y a mí.

–Uh, yo quiero una hawaiana con una coca-cola.– dijo Dinah entregándole el menú.

–Yo quiero una de peperoní.– le sonreí a Mark.

–Yo... también una de peoeroní.– pidió Camila.

–¿Sus bebidas?.– preguntó.

–A mí me das una malteada de chocolate.– Dije mirando el menú.– Camila ¿Quieres una malteada de banana?.

–Oh Dios, Siii.– asintió.

–Gracias, mark.– devolví el menú y mark fue a buscar nuestro pedido, a los 15 minutos ya las pizzas estaban en nuestra mesa.

–Mila cásate con Lauren, así tendremos pizza gratis.– yo me atragante con la bebida.

–Oh, eso sería genial.– dijo Camila mientras yo tosía.

Terminamos de comer y las lleve a las dos a sus respectivos hogares y me fui yo al mío. Al llegar subí a mi habitación y me dormí con una sonrisa en la cara.

La típica historia de amor (Camren g!p) *Terminada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora