004

828 93 20
                                    

El nuevo día de clases finalmente había empezado. Lay me miraba fijamente en las clases y yo trataba de concentrarme en lo que el profesor decía a pesar de que fuese realmente imposible. Las clases continuaban y nosotros nos volvíamos más cercanos.

—Creo que Kyulying debería matar al peluquero—comentaba Luhan mientras estábamos en pleno almuerzo.

Bomi, Lay y yo miramos a la chica quien se encontraba en la otra mesa y yo no podía estar más de acuerdo con mi mejor amigo.

—Creo que tiene un estilo retro, quizá y sus padres aún tiene "La onda de los noventa"—comentó Bomi haciendo que todos en la mesa nos riéramos.

Cuando salía con JongDae era imposible que se sentará con nosotros a comer en el almuerzo y por eso mismo siempre me tocaba comer sin el y cuando lo hacía me llevaba por detrás del edificio a comer a su lado.

Siempre pensé que le daba vergüenza que yo fuese su novia ya que JongIn siempre nos interrumpía cada vez que estábamos juntos.

—Deberías invitarnos a tu casa—le dijo Luhan a Lay. Lo mire con atención intentando descifrar su expresión.

Lay siempre estaba serio y aveces su expresión era imposible de leer. El saco la pajilla que tenía en su boca y se mordió el labio de un lado. Sentí una pequeña electricidad recorrer por mi cuerpo.

—Quizá la siguiente semana, papá está cerrando varios negocios y realmente le gusta el silencio en casa—su voz era algo calmada y por primera vez podía sentir que podría escucharlo hablar por horas.

—Tu acento es bastante gracioso, ¿Tu madre usaba coreano en casa?—preguntó Bomi con su boca llena de pan.

—Si, pero mejore cuando vine a vivir aquí. En China a papá no le gustaba que mamá usará su idioma natal así que soy mejor en Mandarín.

La boca de mi amiga formó un círculo mientras escuchaba las palabras de Lay y yo me sentía como una madre orgullosa de tan solo escucharlo.

—Lo ven, nuestro amigo aquí es bastante inteligente.

Mire cuando el se sonrojó y una sonrisa sin querer se asomó por mi rostro. Luhan y Bomi se secretaban a los lejos mientras que yo ya sabía las intenciones de esos dos. Rodee los ojos ante los comentarios silenciosos de mis dos amigos y me centré en Lay. El comía parte de su manzana mientras que yo no apartaba mi mirada de el.

—¿Te gusta vivir aquí?—le pregunte haciendo que el me mirara inmediatamente. El asintió suavemente para luego dejar la manzana en su bandeja de comida de nuevo.

—Lo normal. Lo único que no extraño para nada de China es su aire.

Ambos reímos ante aquella inocente broma. Cada vez más me iba pareciendo que el y yo íbamos a formar una bonita amistad.

El día finalmente había terminado y Yixing y yo íbamos caminando por la acera rodeados de aquel silencio incómodo. Diría que no es incomodo pero sus constantes miradas me hacían perder la estabilidad en mis piernas.

—¿Tienes que volver a casa pronto?—comentó deteniendo su paso.

Mire el reloj que traía en mi muñeca y apenas estaba empezando la tarde. Figure que mi padre aún seguía en el trabajo así que negué con la cabeza.

—Pensaba qué tal vez podías mostrarme un poco el lugar. Desde que llegue solamente he salido unas cuantas veces de casa y me parece que serias la guía perfecta.

Me parecía una idea excelente. Finalmente iba a poder deshacerme de todos los pensamientos sobre JongDae que aunque no quisiera aún rondaban en mi cabeza y que manera más eficiente que hacerlo al mostrarle la ciudad a Yixing.

Lo invite primero a una de las ventas de Salchichas que siempre habían en la calle. Yixing había quedado encantado con aquellas y había pedido dos más para degustar en nuestro camino hacia nuestra segunda parada; el Karaoke.

Pasamos máximo dos horas cantando los éxitos de los Idols en promoción y también de los de la vieja escuela. Me había dado cuenta de que Yixing cantaba bastante bien y también me contó que le gustaba tocar la guitarra y componer sus propias canciones. Realmente cara vez me iba impresionando más con el.

—En China cuando solía salir con mis amigos me decían que tenía la cabeza grande—comentó haciendo un puchero—Así que me pusieron el sobrenombre "Cabeza grande"—este último lo dijo en Chino y me pareció tan graciosa su forma de hablar que no pude evitar reírme por bastante tiempo.

—ㅋㅋㅋ—no podía evitar reírme ante aquel comentario—Creo que ese pensamiento les cambiaría si te viesen ahora.

—¿Si me viesen ahora?—el sonrío de medio lado ante mi comentario e inmediatamente me puse en modo serio. Me aparte un poco de el y metí a mi boca una de las salchichas que habíamos comprado más temprano.

Sin haberme dado cuenta habíamos llegado a un parque que estaba cercano a mi casa. Después de que dije aquel comentario nuestra atmósfera permanecía en silencio y no era de ninguna forma incomoda.

Ambos nos sentamos en los columpios que habían en medio del parque. Estaba anocheciendo así que no había niños en aquel lugar, quizás alguna que otra pareja pero solo estaban de paso.

Miraba la salchicha a medio comer que había en mi mano y deseaba que el dijese una palabra para sacarme del nerviosismo que traía en mi cuerpo.

—¿Te parezco apuesto?—comentó suavemente, sentí que casi lo susurraba en mi oreja.

Me mordí el labio intentando no darle la respuesta que el quería pero que sabía que era la correcta. Comencé a mecerme en aquel columpio ignorándolo por completo.

Cada vez me mecía un poco más fuerte intentando bloquear el rubor que de una o otra forma iba a aparecer en mis mejillas y de un pronto a otro Yixing se levantó del columpio que estaba a mi lado. Por un momento pensé que iba a irse y algo dentro de mi se sintió triste.

Pero en realidad fue todo lo contrario. Cuando baje en aquel columpio el lo detuvo con sus manos haciendo que yo me detuviese apenas a unos centímetros de mi. La salchicha que estaba en mi mano voló por el aire cayendo de pique al suelo. Abrí los ojos como platos al mirar que su rostro estaba tan cerca de mi como para intercambiar nuestras respiraciones.

—¿Que..que?—dije apenas con un hilo de voz. El aún seguía sonriéndome ya que sabía que me ponía lo suficientemente nerviosa.

Los músculos que se contraían en su brazo me hacían sentir intimidada y a la misma vez un poco atraída y protegida. Nos quedamos en silencio mientras yo intentaba recuperar el aliento.

—¿Te parezco apuesto?—me dijo una vez más mientras ladeaba su cabeza.

Saboree unas cuantas veces mis propios labios y tragué saliva antes de poder decir alguna palabra.

—S..si—soltó una risa y bajo de pronto su cara.

Me pareció extraña aquella actitud en el. Yo aún seguía inmóvil en aquel columpio y a el le parecía gracioso.

De un momento a otro el levanto su rostro y depósito un suave beso en mis labios dejándome aún más sorprendida. Pocos segundos después se separó de mi rostro y de esta forma fue como perdí el control sobre mis mejillas y finalmente todo el rubor que había intentado esconder había florecido en un bonito sonrojo.

—¡Tan bonita!—dijo con aegyo mientras acariciaba mi mejilla y se alejaba por completo de mi.

Extendió su mano derecha hacia mi para ayudarme a levantarme. Con esfuerzo la tome y finalmente salí de aquel eterno columpio. Estaba tan sorprendida que ni siquiera sentí el regreso a casa.

Yixing se despidió con un beso en la mejilla al frente de mi casa. Rebusque las llaves en mi mochila y finalmente pude abrir aquella cerradura aun un poco en shock ya que jamás me había pasado lo que sucedió en ese parque.

Subí las escaleras rápidamente y abrí la puerta de mi cuarto. Tire la mochila al suelo y me tire a la cama tomando una almohada y finalmente liberando un grito en ella. Moví mis piernas al ritmo del grito y rápidamente la solté sobre mi.

Quizá y finalmente mi historia iba a comenzar a tener un buen comienzo de ahora en adelante.

Black Pearl » Yixing✨ #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora