Black Pearl » Yixing✨ #1

008

Escuche unos golpes que venían de la puerta principal de la casa. Mis padres habían salido está mañana así que estaba completamente solo. Me apresuré a ponerme una camisa algo delgada ya que hacía mucho calor, mire por el pequeño agujero de la puerta y me sorprendí mucho cuando la cara de Luhan apareció por allí.

Tome el pómulo de la puerta y la abrí, el me sonrió al verme y yo le devolví la sonrisa.

—¡Buenas tardes!—dijo algo entusiasmado. Lo deje entrar en la casa y el se quedaba mirándola asombrado.

—Me sorprendiste.

—Es una casa muy hermosa, casi me caigo de espaldas cuando el guarda de dos metros me detuvo y me hizo un montón de preguntas.

—Perdón, papá aveces es muy exagerado con la seguridad.

—¿Que haces en tus sábados?—preguntó sentándose en uno de los sofás que había en la sala principal.

—Usualmente estar en mi habitación, tengo mis videojuegos y demás.

—Si, como no.

Dejo la mochila que traía en su espalda tirada a su lado en el sofá. Se levanto y yo comencé a seguirlo.

Mi casa era grande pero no era inmensa. Quizá era por qué ya estaba acostumbrado a vivir en casas de grandes dimensiones. Luhan se paseaba por todo el lugar como si lo conociera de hace mucho tiempo. Me daba gracia por qué con cada rincón que recorría se asombraba mientras yo le seguía cansado de ya ver lo mismo todos los días.

—¿Tienes una piscina?—señaló el gran patio de había en mi casa que realmente carecía de una piscina.

—Nunca les interesó instalar una, mamá dice que hace que la casa se vea desordenada.

Luhan camino hacia mi y posó sus manos en mis hombros.

—Nunca entenderé a tu madre.

Me reí ante su comentario y me quedé mirándolo en silencio.

—¿Quieres inspeccionar la parte de arriba?—el asintió varias veces y luego de unos minutos estábamos subiendo las gradas al ritmo de un rayo.

****

Genial.

Me había contagiado de un resfrío y no tranquila con eso mi dolor de cabeza me estaba matando.

Estaba acostada en mi habitación con las luces apagadas, una caja de pañuelos y las ventanas cerradas.

Y mis pensamientos se adueñaban de mi una vez más. Habían tantas cosas que apenas iban siendo claras para mi, la tarde que pase ayer junto con Lay había sido maravillosa, jamás me había escapado de clases y por la expresión que traía el en su cara tampoco lo había hecho. Me hacía sonreír el pensar que podría encontrar a una persona en la cual confiar en el.

Me sentía tan bien, tan segura. El hecho de que me allá defendido del idiota de JongDae y sus amigos me hacía sentir especial, como si en verdad le importara. Además, aquel beso en el parque no lo podía olvidar por completo.

Pero me daba miedo avanzar, avanzar y que me haga lo mismo que JongDae. O que se vaya con otra chica y yo quedé igualmente destrozada.

—Basta ya, si quieres puedes—me dije a mi misma en un arrebato de confianza cuando mire hacia atrás en mi memoria y veía lo bien que el se llevaba con Bomi.

Ella también podría haber caído en sus encantos. Después de todo el es bastante atractivo, pero en realidad si hubiese sido de esa forma, ¿Por que me besaría?

Me revolví entre mis cobijas haciendo que la caja de pañuelos cayese al suelo y que mi cabello se despeinara igual o peor que a lo que estaba antes.

Tape mis ojos con mis manos intentando ocultar de mi misma los pensamientos tan hermosos que tenía cuando su sonrisa se me venía a la cabeza y olvidarlos por completo.

No llevaba mucho tiempo conociéndolo y tampoco quería hacerme ilusiones, después de todo el que se enamora primero es quien siempre pierde.

****

Luhan y yo luego de que le di su respectivo tour por toda la planta alta de la casa nos dedicamos a jugar en mi consola de videojuegos toda la tarde. Algunas veces(por no decir que todo el tiempo) le gane los partidos de fútbol que jugamos.

Le indique a la chica que se encargaba de darme la comida cuando mamá y papá no estaban que nos trajera algunos refrescos y cosas para comer mientras jugábamos.

—Me encantaría vivir como tú lo haces.

Lo mire de pronto.

—¿Como yo? ¿Te refieres a vivir con restricciones y que no puedas salir a la calle solo?

El se quedo en silencio y me miró con las cejas levantadas.

Vivir como yo no era difícil, en realidad era imposible. Papá confiaba en mi pero no confiaba en el mundo, y lo entendía. Sabía que quería mantenerme aislado y que nada me sucediera pero también sabía que me estaba haciendo un daño al alejarme tanto de las cosas que me gustaban.

El salir con amigos o disfrutar una tarde divertida. Incluso tener una novia, eran cosas difíciles para mi desde que empecé mi colegiatura en China y ahora que la tengo en Corea es aún más difícil.

Es un país desconocido por lo menos para mi, mi hermano y mi mama son originarios de aquí así que es más fácil para ellos.

Aveces me equivoco mucho con el idioma y digo palabras que ni siquiera tienen significado. Queda de más decir que también me había ganado enemigos al pelearme con JongDae y sus otros dos amigos.

—¿En realidad te llamas Lay?—preguntó de la nada Luhan.

—No, me gusta que me llamen así. Mi nombre es Zhang Yixing, ¿Bastante largo?

El asintió unas cuantas veces y luego puso el juego en pausa.

—Entre las cosas que te gustan, por alguna razón, ¿Soori esta entre ellas?

Tome un sorbo de la limonada que aquella chica nos había traído ya que sentí mi garganta seca de un pronto a otro. Me mordí un poco el labio y deje el control de la consola a un lado.

—Ella es muy especial para mi.

—¿Solo especial?—había una sonrisa pícara en su rostro, sabía lo que quería conseguir, mi amigo era muy bueno en sacar información.

—Creo que ella empieza a gustarme.

—Vaya, fuiste más fácil que cuando se lo pregunte a JongDae.

—¿Se lo preguntaste a el?

—Si, dejando de lado lo idiota que pueda ser el antes era una persona diferente.

—¿Como?

—La familia de Soori ayudó a la suya a salir de un problema financiero. Por eso mismo es que ellos comenzaron a salir, pero el no era tan idiota como lo es ahora, tampoco conocía a JongIn.

Había muchas cosas que aún debía conocer de este lugar y de estas personas y sabía que me iba a tomar tiempo saberlo todo, pero Luhan iba a ayudarme.