21.

254 15 4
                                    

A pesar de estar despierta a las 8:00 am en domingo preparando el desayuno, estaba más que feliz.

Doug vendría a desayunar conmigo y después iríamos a dar un paseo.

El timbre sonó y me apuré a abrir la puerta.

Sonreí al instante, pues él ya tenía su hermosa sonrisa dibujada en el rostro.

-Pasa.

Antes de entrar por completo besó mi mejilla y cerró la puerta tras él.

-¿Jugo o malteada?

-Jugo está bien- respondió.

Serví dos vasos. Uno lo coloqué frente a él y el otro de mi lado.

Terminé de hacer los waffles y los apilé todos sobre un gran plato.

-Agarra los que quieras- dije sentándome.- Y aquí están los toppings- señalé.

-Muchas gracias, cara mia.

Reí y le sonreí.

-No hay de qué, dragul meu.

-Vaya, así que ya dominas el italiano- dijo complacido.

-Estoy mejorando, aún tengo fallas.

-Pero me has entendido... Y respondido en...

-Rumano, claro está- completé su oración.

Después de nuestro pequeño intercambio de "mi amor" en nuestro respectivo idioma natal, continuamos con nuestro desayuno.

*****

-¡Mira ese perro!- exclamé señalando al pequeño.

-Es muy lindo- dijo mirándolo.

Era un salchicha que denotaba tener pocos meses.
Por lo que me dio un ataque de ternura.

Después de eso, seguimos caminado por las tranquilas calles de la ciudad.

Había poca gente, pero destacaban las familias; puesto que apenas el día iba a la mitad.

Me gustaba mirar todo a mi alrededor sin preocuparme por chocar con alguien o caerme, ya que estaba aferrada al brazo izquierdo de Doug.

Llevábamos todo el día juntos.

-Hay que ir allá- señaló.

Nos dirigimos hacia una pequeña banquita.

-¿Tienes frío?

-No mucho.

-¿Quieres mi chamarra?- preguntó casi quitándosela.

-No, no. Estoy bien- sonreí.- Gracias.

Apoyé mi cabeza en su hombro.

-¿A donde iremos?- pronuncié rompiendo el pequeño silencio.

-Es una sorpresa.

-¿Me darás alguna pista?- me miró divertido e hice un puchero.

-Ni una- recargó su cabeza en la mía.- O ya no sería sorpresa.

-Está bien- suspiré rendida.

*****

Fuimos a comer a un pequeño puesto cerca del parque y pasamos más rato ahí platicando de un montón de cosas.

Ámame sin temor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora