Lo encontré

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Lo encontré

–Tabata se dirigía a su departamento cuando la mano de un hombre hizo que se girará–

– ¿Qué haces aquí? –Miro a Gael sorprendida y de inmediato empezó a buscar en su bolsa su gas lacrimógeno siempre cargaba uno no sabía cuándo lo iba a utilizar–

–Tabata tranquilízate sé qué piensas que tengo motivos para hacerte daño pero por favor escúchame –Tabata frunció el ceño e hizo una seña indicándole que continuara– yo no fui quien te amenazó

–Claro que tú no fuiste, fue tú padre –Gael negó– por favor Gael casi me secuestran

–Te juro que nosotros no fuimos, yo asumí mi responsabilidad por el crimen que había cometido y mi padre decidió sacarme del país no había motivos para hacerte daño

–No te creo tú me amenazaste todavía recuerdo tus palabras cuando te dictaron la sentencia "te vas a acordar de mí" días después fue el atentado –Gael negaba con seguridad–

–Tabata alguien lo hizo y jugó muy bien sus cartas –Tabata negó–

– ¿A qué viene esto? –preguntó confundida–

–Mi padre investigó y aunque no pudo descubrir quién lo hizo descubrió algo que no me quiere decir

– ¡qué! –Gael negó–

–No lo sé, yo mañana me voy del país y sólo vine para decirte que debes de cuidarte, no confíes en nadie –él celular de Tabata empezó a sonar lo buscó en su bolsa y cuando levantó la mirada Gael ya no estaba ahí–

–Hola –contestó Tabata mientras abría la puerta de su departamento–

–Un hola así tan seco –Tabata sonrió al escuchar la voz de Alberto– te extraño

–Alberto nos acabamos de ver –expresó restándole importancia–

–Pues yo te necesito y sabes me muero por estar contigo –Tabata sonrió y sintió que una mano rodeaba su cintura, se giró alarmada y sonrió al verlo– te amo –se acercó a ella dándole un pequeño beso en los labios

– ¿Qué haces aquí? –Preguntó mientras entraban al departamento–

–De verdad quieres saber ¿Qué hago aquí? –tomó con pasión los labios de ella–

– ¿Hablaste con Rafael? –se alejó de Alberto tratado de entablar una conversación pero al parecer eso sería imposible, Alberto tomó la cintura de Tabata y la acercó a su cuerpo– te hice una pregunta –se mordió el labio inferior de una manera sexi–

–Y te pienso contestar todas las preguntas que quieras pero después de sentirte entre mis brazos –tomó el cuello de Tabata y la beso con pasión– no sabes cuánto me haces falta –ella sonrió negando mientras Alberto la besaba–



–Rafael se metió a la regadera mientras Paola tocaba con desesperó la puerta del baño–

–Por favor Rafael abre la puerta –al ver que no tenía repuesta buscó en los cajones las llaves– mi amor estás bien –se acercó a él y acaricio su espalda, Rafael giró y la observó era guapa su cuerpo estaba bien moldeado era una mujer alta piel morena, que realizaba mucho ejercicio, su facciones eran lindas pero ni con todas esas virtudes él podía olvidar a Ariana–

–Paola quiero estar solo –Paola se acercó a él observó cómo la miraba y sabía que Rafael no podía rechazarla nuevamente así que rodo sus brazos en el cuello de Rafael y lo beso con pasión, Rafael acariciaba su cuerpo desnudo y su cuerpo reacciono al roce de sus pieles–

Me SoltasteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora