¡Pruebas!

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¡Pruebas!


–Rafael miraba a Ariana quería abrazarla, decirle que le creía que lo perdonará por no confiar en ella, pero la imagen de Ariana llena de sangre el dolor que sus hijos no estén a su lado, lo volvieron a cegar–

–No te creo –Ariana cerró los ojos sintiendo un vacío en su pecho– tú solo finges, ¿Quién querría hacernos daño? No había motivos –se alejó de ella–

–y ¿qué motivos podía tener yo? –Abrió los ojos y su rostro estaba inundado de lágrimas–

–No importa lo que me digas no te creo, eres una maldita asesina –salió de la habitación molesto, en cuanto entro a su consultorio estallo en lágrimas, las imágenes del día de la muerte de sus hijos volvieron a él, la rabia de eso momento había parecido nuevamente–



–Tabata estaba en su departamento seguía buscando a un perito pero casi todos no estaban disponibles–

–que difícil conseguir algo en este país –se sirvió cereal y cerró los ojos recordando el rostro de Alberto– pobre –movió la cabeza tratando de que esa imagen se fuera de su mente– lo que a él le pase no es mi problema –dijo en voz alta, tratando de convencerse– yo me tengo que concentrar en el caso de Ariana, necesito una coartada pero no veo ninguna lógica –cerró los ojos tratando de pensar en algo y lo único que aparecía en su mente era Alberto– hay Tabata porque eres tan buena gente –exclamo tomó su celular y dudando si hacerlo o no le envió un mensaje de whatsap– "espero que estés mejor, sabes que aunque no lo creas puedes contar conmigo" –suspiro al enviarlo y miró su laptop–



–Mónica había sido dada de alta, Paola insistió para que la llevarán a la mansión ya que ahí estaría mejor, todos estuvieron de acuerdo y eso hicieron, después de un té y un tranquilizante que le recomendó la ginecóloga, Mónica quedo profundamente dormida, Alberto se fue a su habitación se sentía mal, las cosas no estaba bien y él lo único que quería era estar con Tabata, tantos problemas encima y él queriendo estar con ella, llegó a su recamara y observo su celular parpadeando sobre una mesita–

–Mañana lo checó –se tumbó en la cama y puso sus manos en la cabeza, de nuevo sonó y esa melodía la conocía, sonrió al imaginarse porque había puesto esa canción y tomó el celular– "espero que estés mejor, sabes que aunque no lo creas puedes contar conmigo" –sonrió al leerlo como un bobo– así que te preocupas por mí –iba a responderlo pero se arrepintió–



–Tabata no sabía ni que buscaba, cada 5 segundos miraba su celular esperando una repuesta de Alberto pero esté no contestó–

–Estúpido –estaba molesta–ni porque me preocupo por ti –observó su celular molesta, de pronto el celular sonó y una sonrisa en automático se dibujó en su rostro– hola –contesto sin ver quien era

–Hola Tabata

–Said –dijo en un tono despectivo–

–Perdón por la decepción que acabas de llevar –Said bromeo al contestar–

–¿cuál decepción? Mejor dime ¿pasa algo?

–Tabata he pensado mucho, en el caso de tu amiga

– ¿Y?

–Lo estuve revisando, claro que te voy ayudar pero necesito hablar con ella y con el abogado –Tabata suspiro–

Me SoltasteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora